El Barcelona y una factura de Champions que agrava su crisis económica
La Champions League podía ser una solución a sus crisis, pero el Barcelona se encuentra en una situación crítica en lo deportivo y en lo financiero.
17 febrero, 2021 23:50Noticias relacionadas
El 1-4 del PSG no solo ha demostrado en lo deportivo que el Barcelona sigue inmerso en una crisis que está pasando por encima del mejor jugador de la historia. La noche de este martes estaba marcada por el regreso de la Champions League, como cada mes de febrero. Pero esta fue especialmente agria para los culés que vieron como este proyecto ya no da para más. El cambio es más que necesario y solo queda esperar a las elecciones del 7 de marzo.
Los problemas financieros del club azulgrana son el principal lastre de la entidad y la cuestión que tendrá que cambiar la nueva Junta Directiva. La profundidad de la plantilla se ha visto afectada por esta cuestión, derivando en que en la pasada noche Ronald Koeman no tuviera recursos en el banquillo para cambiarle la cara a un equipo que se vio dominado por el PSG.
La deuda multimillonaria ahoga, pero los resultados temporada tras temporada solo hacen que agudizar el problema. Ambas cuestiones tienen una relación muy cercana, ya que los premios por los títulos son una parte importante de los presupuestos de los clubes. Evidentemente, nada tiene que ver con los patrocinios, el merchandising y el dinero de los derechos televisivos. En la situación en la que está el Barça con una deuda superior a los mil millones, todo suma.
Los ingresos por la Champions League son los que marcan al final la gran diferencia entre los grandes equipos de Europa y los azulgranas están viendo como esta vía está mermando. En los últimos cinco años no han pasado de los cuartos de final hasta en cuatro ocasiones y, salvo milagro, este año caerán en octavos. Esto también está suponiendo un freno para una economía al límite y a la que cualquier cantidad de dinero le viene bien.
Unos octavos vitales
Después de hacer unas previsiones muy optimistas para el resultado económico esperado para esta temporada que incluían el regreso del público, una prematura eliminación de Champions provocaría un nuevo agujero de 10,5 millones. El hecho de que la temporada pasada sí entrasen en esa burbuja de Lisboa supuso una cantidad de ingresos por los derechos televisivos de la máxima competición continental y por el simple hecho de participar superiores a los que obtendrían en este 2021.
La entidad retocó esas expectativas eliminando su esperanza en obtener beneficios por el estadio, pero sí confiaba en el dinero que entraría a través de la Champions. Además, la viabilidad de estas cifras sigue pendiente de asegurar la entrada de un fondo en la filial Barça Corporate que ponga encima de la mesa 100 millones de euros. La Gestora revisó al alza los ingresos por márketing desde los 281 millones a los 380,3 impulsado por esta filial que integra las divisiones audiovisuales, el retail, la innovación y las academias por todo el mundo.
Cabe recordar que todo esto partió de los negocios que ha llevado a cabo la entidad con Goldman Sachs. El Barça se puso en manos de este grupo de inversión para renegociar el crédito que se emplearía para la construcción del Espai Barça, pasando de los 600 millones aprobados en el referéndum a una cantidad de 725 millones de euros.
La cuestión está en que tendrán que devolver, con intereses, alrededor de 815 millones, además de aportar un tercio de lo que se reciba por el 'naming' del Camp Nou. El grupo de banca más grande del mundo le sugirió al club que pusiera a la venta una tanto por ciento de Barça Corporate. Un movimiento más que interesante, pero que no está asegurado que se pueda completar antes de cerrar el ejercicio 2020/2021.
El futuro
Sin salidas en invierno, la reconstrucción del equipo el próximo verano se hace más que evidente. Todos los candidatos han coincidido en su análisis post debacle en Champions que "es necesario un gran cambio", pero este pasa por una pequeña revolución. No será sencilla, ya que Europa todavía pasa por una situación complicada económicamente por culpa de la Covid-19. Aún así, el Barça tendrá que poner un mercadillo en la puerta del Camp Nou.
No parece que baste con la salida de Leo Messi, al que aún habrá que darle una prima de fidelidad abultada, aunque suponga un ahorro más que necesario. Laporta, Font y Freixa siguen hablando de convencerle para que se quede y todo pasaría por una comprensión total del argentino que tendría que renunciar a mucha cantidad de dinero que en otros lugares quizá sí le puedan ofrecer. Además, el argentino solo apareció en el choque de este martes para marcar el penalti. Esta actuación tampoco respalda su continuidad.
Los candidatos también han centrado las promesas electorales en la circunstancia económica y es que está en peligro la titularidad del club en manos de los socios. Unos acusan a los otros de querer convertir el Barça en Sociedad Anónima Deportiva o en permitir la entrada de agentes externos en forma de fondos de inversión al estilo Inter o Milan. Las soluciones se dificultan teniendo en cuenta estas eliminaciones prematuras del Barça en la Champions League.
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