Se busca solución a un bochorno mundial: ¿FIFA respaldará a Argentina? ¿Castigo a Brasil?

Las imágenes de la vergüenza del Brasil - Argentina que nunca fue han dado la vuelta al mundo. El planeta fútbol se hizo eco del bochorno ocurrido en el terreno de juego cuando apenas llevaban disputados un puñado de minutos del superclásico sudamericano. El partido que debió jugarse en Sao Paulo quedó suspendido tras la irrupción de autoridades brasileñas y ahora la FIFA deberá decidir cómo acaba esto.

Habían pasado 57 días de la final de la Copa América que enfrentó a Brasil y a Argentina en Río de Janeiro y que cayó del lado de La Albiceleste. La expectativa, por tanto, era máxima para el choque de este domingo, correspondiente a la sexta jornada de las eliminatorias del Mundial de Catar. Pero lo que depararía sería una desagradable sorpresa que dejó una de las estampas más surrealistas que se recuerdan.

Funcionarios de las autoridades sanitarias brasileñas saltaron al campo con el partido en juego por una infracción del protocolo sanitario de cuatro futbolistas argentinos que juegan en la Premier League: Emiliano Martínez y Emiliano Buendía (Aston Villa), Cristian Romero y Giovani Lo Celso (Tottenham). Supuestamente, todos ellos debían haber guardado cuarentena al provenir de un país, Inglaterra, en la lista roja de Brasil.

Así pues, no quedó otra que el venezolano Jesús Valenzuela suspendiera el partido tras la orden de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). Esta remitió la decisión final sobre el partido a la FIFA, responsable por las eliminatorias mundialistas, quien ahora deberá tratar el asunto y emitir una resolución: "El árbitro y el comisario del partido elevarán un informe a la Comisión Disciplinaria de la FIFA, la cual determinará los pasos a seguir. Estos procedimientos se ciñen estrictamente a las reglamentaciones vigentes", anunció la organización sudamericana.

Visto lo visto, todo puede pasar. Con el paso de las horas y ante la falta de fechas va quedando cada vez más claro que el resultado del partido no se decidirá en un terreno de juego, por lo que la FIFA tiene un papelón entre sus manos. Pero si no se juega, ¿a quién hay que dar la victoria?

FIFA y Conmebol, con Argentina

Si bien la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) irrumpió en el partido para deportar a los cuatro jugadores argentinos, la FIFA y la Conmebol dan la razón a La Albiceleste. Ambas respaldaron la convocatoria de los cuatro internacionales al considerar que la burbuja era motivo suficiente para no incumplir la normativa. El reglamento, por tanto, da la razón a Argentina y de ahí que se empezara el partido.

El presidente de Anvisa, Antonio Barra Torres, explicó que Argentina, la CBF y la Conmebol habían sido notificadas con antelación de que los cuatro jugadores debían permanecer aislados en el hotel y que cuando agentes de la Policía Federal fueron a constatar ellos ya habían salido para el estadio. Por tanto, se confirma que los estamentos reglamentarios estaban al corriente y, por ende, no deberían poder sancionar a Argentina con la derrota.

Posturas de las federaciones

El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, afirmó que la Anvisa se extralimitó y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) expresó su malestar, y destacó que la delegación se encontraba "cumpliendo con todos los protocolos sanitarios vigentes regulados por la Conmebol" para el desarrollo de las eliminatorias.

La Federación argentina (AFA) sostiene que la FIFA le dará los tres puntos al tratarse de un tema extradeportivo y que será la CBF la que ha de pagar por la actuación de sus autoridades. La federación brasileña, sin embargo, sostiene que la decisión no cayó de sus manos y que en todo momento, incluidos los jugadores, se trató de reanudar el partido en Sao Paulo. De ahí que la selección de Brasil no espere una sanción deportiva contra ella por una decisión gubernamental que se escapa de sus manos.

Mientras se espera una decisión de la FIFA, Brasil, el líder con 21 puntos, recibirá el jueves a Perú. Y Argentina, segundo con 15, será anfitrión de Bolivia.

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