Jugar al fútbol en La Palma en mitad de la erupción: "Tenemos chicos que viven en la zona del volcán"
EL ESPAÑOL ha contactado con el Mensajero, club de fútbol de La Palma que el domingo jugará un partido pese a la erupción del volcán Cumbre Vieja.
24 septiembre, 2021 00:42Noticias relacionadas
A pocos kilómetros del volcán Cumbre Vieja, la vida sigue. Poco tiene que ver lo que ocurre en el oeste de La Palma, declarada ya zona catastrófica por los efectos de la erupción, con la forma en la que se siente en el este.
"No te puedes ni imaginar la normalidad que hay en el este. No sientes un temblor ni ves el humo. Pero cruzas un túnel y es como si entraras en el infierno". El que habla es Guillermo Jiménez, director deportivo del CD Mensajero. El fútbol también está presente en la isla y este club de Santa Cruz, fundado en 1924, es el principal exponente de los palmeros.
El estadio Silvestre Carrillo, la casa del Mensajero, está a apenas 12 km de la cumbre del volcán. En unos días, el domingo para ser concretos, volverá a acoger un partido que enfrentará a su equipo contra el Montijo, club extremeño, dentro del Grupo IV de la Segunda RFEF, la cuarta categoría del fútbol español tras su reorganización de este año.
Un partido a 12 km
EL ESPAÑOL ha contactado con el Mensajero para comprobar de primera mano cómo vive un club de fútbol la erupción del volcán. Nos atiende Guillermo, su director deportivo, quien deja claro que de cara al partido van a hacer "lo que nos digan los expertos".
"A mí me preguntan si hemos solicitado aplazar el partido y yo es que no soy ni experto en Sanidad, ni experto en tecnología, ni en seguridad... En este país tenemos gente suficientemente preparada en todos los ámbitos para tomar la decisión que beneficie a los jugadores y a los aficionados en la salud, que es lo primero", dice. La preocupación está en los gases que emite el volcán, aunque a dos días del partido todo hace indicar que se jugará.
La erupción del volcán pilló al Mensajero fuera de casa, en Las Palmas de Gran Canaria. Se enteraron de la situación tras jugar, durante el almuerzo, gracias a que Guillermo estaba con el móvil y le empezaron a bombardear a mensajes. Debían coger un vuelo de vuelta a La Palma que, tras cerrarse el aeropuerto y luego abrirse, tomaron a la tarde: "Cuando llegaba el avión a la isla veías una nube de humo recta y hacia arriba. Era de miles de metros, como si fuera un tornado de los que se ven en televisión o en una película", relata sobre el momento en el que se pusieron frente a frente con el volcán.
Los afectados del Mensajero
En el vestuario, la preocupación es evidente. Entrenan cada día en su campo y ese es el único ratito del día en el que no están pendientes del volcán. "Tenemos tres jugadores que viven en esa zona afectada de la isla y el entrenador también vive ahí, el segundo entrenador también... Psicológicamente nunca estás al cien por cien. Es difícil. Es imposible", cuenta a este diario Guillermo.
Tras sorprendernos por lo que cuenta el director deportivo del Mensajero, la pregunta se hace sola: ¿hay algún afectado de gravedad en la plantilla? La respuesta es "no". Al menos, no directamente puesto que son varios los que tienen familiares que sí están en una situación dramática. El que más cerca lo ve es el entrenador: "Está a menos de un kilómetro de la última boca que erupcionó, pero está por encima y la lava va hacia abajo. Pero quieras o no es difícil hasta dormir por la noche con los ruidos del volcán".
Hay gente a la que la lava aún no se ha llevado su casa, pero sabe que la va a perder. Eso todavía da más impotencia
La erupción del volcán, tristemente, no es la única catástrofe natural a la que se han enfrentado en La Palma. Los incendios han hecho mucho daño en los últimos años: "Ya nos vimos en verano en una situación parecida, no tan grave, pero en la misma zona y había chicos afectados, los mismo que decía, que no pudieron entrenar porque tuvieron que ayudar a familiares a sacar cosas de la casa y demás", recuerda.
Ahora la agonía se multiplica y junto a ella la impotencia, cuenta Guillermo: "En un incendio todo el mundo puede echar una mano, aunque sea con proteger casas y demás. Pero es que un volcán genera impotencia porque no hay manera de parar la lava. No es solo la gente que lo ha perdido todo, sino que hay gente de la que aún no se ha llevado su casa, pero sabe que la va a perder. Eso todavía da más impotencia".
En esta situación, y con un partido el domingo, en el club son conscientes de lo que hay: "A esos chicos es imposible pedirles que estén ahora mismo al cien por cien. Tenemos que intentar que desconecten durante los entrenamientos, darles el máximo de apoyo y ayuda posible". Aún así, no cree que eso sea factor para no jugar y recuerda la situación de todos los vecinos: "La gente que trabaja en este lado de la isla y vive allá dudo que esté al cien por cien si trabaja en una obra, si es profesor... Es lo que nos toca".
En el este de La Palma todos están dispuestos a ayudar a las zonas más devastadas por el volcán: "Nuestro papel fundamental va a ser cuando acabe esto. Aunque suene mal que lo diga, toda esta repercusión se va a olvidar. Los que vamos a quedar somos nosotros. Y ahí es donde entramos. Cuando haya que jugar 20 partidos benéficos o lo que sea vamos a estar ahí, cuando haya que ceder nuestras instalaciones para un concierto benéfico o para un acto vamos a estar ahí, cuando haya que ir a limpiar vamos a estar ahí todo el club...", resalta el directivo del Mensajero.
Guillermo menciona un mensaje colgado esta semana por Rafa Nadal en el que, además de mandar todo su apoyo, señalaba que pondrá su granito de arena cuando toque: "Ahora hay que estar todos juntos, intentar donar el máximo de comida posible y ropa a toda esa gente, intentar realojar a esa gente que se ha quedado sin casa y después, cuando ya se olvide la gente, porque es así, cuando el volcán empiece a apagarse, es cuando los palmeros tenemos que estar más unidos".
Mensaje a los palmeros
Por lo pronto, desde el Mensajero esperan que el partido contra el Montijo, si se juega, sirva para "que la gente se olvide durante dos horas del infierno que estamos viviendo". La charla con Guillermo termina con un mensaje positivo: "Que la gente no deje de creer, que hemos salido otras situaciones malas, de desastres naturales y de situaciones complicadas. La Palma, las Canarias y toda España vamos a estar juntos y para esa gente que lo ha perdido todo, toda su casa y demás, desde el club vamos a ayudar en todo lo que lo que necesiten, en todo lo que esté en nuestra mano y más. Más pronto que tarde vamos a volver todos a la normalidad". El fútbol de La Palma ha hablado.
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