"Quiero encontrarme y ver el Saúl que quiero ver". Solo unos minutos después de anunciarse su salida del Atlético de Madrid, el centrocampista ilicitano explicaba al streamer Ibai Llanos por qué se iba al Chelsea. Saúl Ñíguez dio el último día de mercado de fichajes el paso de dejar atrás el club de su vida en busca de un nuevo comienzo. Dos meses y nueve días después, el sueño se ha tornado pesadilla.
A Saúl le frustraba que en el Atleti de Diego Pablo Simeone, relegado incluso a jugar fuera de su posición, no podía dar su máximo. Había perdido el rol protagonista que tuvo casi desde que en 2014 saltó al primer equipo tras una cesión en el Rayo Vallecano. Entonces era el nuevo ídolo de la afición rojiblanca, el último producto de la casa que daba el salto a la élite.
El mejor Saúl se fue esfumando. Primero fue su 'desaparición' de las convocatorias de la Selección, en la que debutó en 2016, siendo su último partido con ella en noviembre de 2019. Luego le tocó sentirse 'marginado' en el Atleti, estancado y relegado a jugar como lateral derecho. Las dudas surgieron en el club sobre su futuro y él se lo tomó como la oportunidad de dar un giro a su carrera. Arriesgado, pero necesario.
El Chelsea y Tuchel ya se habían interesado por él en el pasado, pero ni los blues eran el mismo equipo ni Saúl llegaba con los galones que hubiera tenido entonces. Aterrizó en todo un campeón de Europa en el que la competencia iba a ser muy difícil contra jugadores como N'Golo Kanté, Jorginho o Mateo Kovacic. Pasado el tiempo ha quedado demostrado que era imposible mover a alguno de ellos del equipo e, incluso, se ha acabado viendo superado por futbolistas de un perfil más bajo como Loftus-Cheek o Barkley.
Solo juega el 19% de los minutos
Los números hablan por sí solos: Saúl solo ha participado en cinco de los 13 partidos que ha jugado el Chelsea desde su fichaje. Ha disputado un total de 238 minutos de 1.260 posibles. Esto se traduce en un 18,9% de participación con el equipo que dirige Thomas Tuchel.
Todavía pesan las palabras del entrenador alemán tras el debut de Saúl. Fue en Stamford Bridge contra el Aston Villa, pero el español solo duró 45 minutos en el campo: "Fue una decisión difícil, pero Saúl estaba sufriendo y yo asumo la responsabilidad por ello. Era un partido difícil y a él le costó adaptarse físicamente a la intensidad y la presión del adversario así como a nuestro sistema. Lo sustituí para que no perdiese más confianza. En el entrenamiento parecía que no tenía problemas para adaptarse, pero claro, era un entrenamiento", dijo Tuchel.
Saúl no se ha adaptado bien a la Premier League donde se juega a un fútbol de mayor ritmo e intensidad. Tuchel ha perdido la fe que tenía en la que debía ser la 'guinda' de su proyecto para este año, quien a estas alturas solo puede decir que ha jugado 25 minutos en la presente edición de la Champions League. Y cuando un entrenador pierde la fe, poco más se puede hacer.
¿Vuelta al Atlético?
En Inglaterra suena cada vez con más fuerza que el Chelsea se plantearía 'romper' la cesión el próximo mes de enero y que Saúl vuelva a un Atleti en el que no tiene sitio. Se apunta también que en los planes del jugador no entra dicha posibilidad, pero su situación es realmente complicada en estos momentos.
Saúl tiene tiempo para tratar de revertir su situación si lo que desea a toda costa es quedarse en Londres y no volver al Metropolitano. Quedan 12 partidos del Chelsea hasta el 1 de enero y espera contar con minutos suficientes para demostrar qué merece seguir contando con un hueco en el equipo blue. El parón es el momento perfecto para trabajar a conciencia y empezar a trabajar el cambio.
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