España afronta este domingo un partido muy importante ante Suecia. Antes era vital, pero después del desenlace de la última jornada de clasificación para la Copa del Mundo de Qatar 2022, lo cierto es que la tensión se ha reducido bastante. Los de Luis Enrique vencieron a Grecia por la mínima gracias a un penalti cometido sobre Iñigo Martínez y a su vez, los suecos le hicieron un gran favor cayendo ante Georgia. 

De esta manera, la Selección tiene en su mano poder disfrutar de una última jornada sin grandes sobresaltos y sin partidos a vida o muerte. El objetivo no es otro que ganar a Suecia y cerrar esta complicada y tormentosa fase de clasificación con buenas sensaciones, pero llegado el caso, el empate también sería válido para terminar en primera posición del grupo. Para encontrar ese camino al éxito, Luis Enrique ha encontrado a su nuevo líder en una Selección castigada por las bajas: Pablo Sarabia. 

Galones en la dificultad

España espantó todos los fantasmas de su camino con ese triunfo ante Grecia. No fue un partido fácil, pero fueron los tres puntos más valiosos de la segunda era de Luis Enrique al frente del combinado nacional. Un triunfo que vale estar con pie y medio en la próxima Copa del Mundo que se celebrará en Qatar en el año 2022. 

El choque fue más complicado de lo esperado. De hecho, los helenos se adelantaron en el marcador con un gol a la contra que hizo resucitar las peores sensaciones al equipo de 'Lucho'. Por suerte, el tanto fue anulado por fuera de juego. Masouras partió antes de tiempo en su carrera hacia Unai Simón y la jugada quedó invalidada. 

Unai Simón

Sin ese tanto en el marcador, el problema estaba resuelto a medias, ya que España necesitaba un tanto para amarrar una victoria que valía su peso en oro. La mejor oportunidad llegó con el penalti provocado por Iñigo Martínez en una jugada un tanto tumultuosa en el área. El colegiado decretó la pena máxima y llegaba el momento de afrontar la responsabilidad. 

Sobre el césped había jugadores de la veteranía de Koke o Morata y también nuevas piezas como Raúl de Tomás o Gavi. Sin embargo, quien tomó la pelota fue Pablo Sarabia. Sin dudar la cruzó y se fue a celebrar un gol que le daba vida y tranquilidad a España. Tras el encuentro, el ahora jugador del Sporting de Portugal confesó que todo estaba pactado y que si había un penalti, él sería el encargado de lanzarlo. Galones en el momento de mayor responsabilidad en una suerte que ha dejado dudas en el equipo en los últimos tiempos. 

Un 'soldado' para 'Lucho'

Pablo Sarabia ha tenido una carrera de altibajos desde que tocó el fútbol profesional. Debutó en el Real Madrid de la mano de José Mourinho, pero pronto se dio cuenta de que su sitio no estaría en el club blanco. Se marchó al Getafe y brilló con luz propia, lo que hizo que grandes del fútbol español y europeo se interesaran en sus servicios. 

Tras deslumbrar en el Coliseum Alfonso Pérez recibió la llamada del Sevilla, un club de segundo nivel europeo, pero que le permitía dar un salto de calidad notable en su carrera profesional. Allí permaneció durante tres cursos antes de dar un paso más hacia un proyecto todavía más poderoso. El PSG llamó a su puerta tras grandes temporadas en el Sánchez-Pizjuán para formar parte de su agrupación de estrellas. 

Eden Hazard preseguido por Pablo Sarabia REUTERS

En el conjunto galo brilló en su primer curso, pero fue de más a menos hasta que esta temporada, desde la entidad parisina decidieron prescindir de sus servicios. Pablo no encontró una venta, pero sí una cesión y en el Sporting de Portugal halló su nueva casa. Desde el exilio en tierras lusas ha seguido formando parte de las convocatorias de Luis Enrique, para quien siempre ha sido un soldado, y más después de los últimos meses que ha hecho con la camiseta de España. 

Su importancia para el técnico asturiano arrancó de manera fulgurante en la pasada Eurocopa, donde la Selección no comenzó de la mejor manera. Sus buenos minutos ante Polonia y Suecia le hicieron ganarse un puesto en el trascendental partido ante Eslovaquia en el que todo cambió. Ahí empezó el idilio del jugador todavía propiedad del PSG. 

En el 0-5 de España, Sarabia metió su primer gol en la Eurocopa y además repartió una asistencia. Ese partido fue el germen de la nueva Selección de Luis Enrique, esa que después ha dejado brillantes participaciones en el campeonato europeo y en la UEFA Nations League. Después llegó otro gol en el heroico partido ante Croacia y una titularidad más ante Suiza, choque en el que se tuvo que retirar lesionado y que le hizo ser baja ante Italia. 

Aquella participación de Sarabia marcó su importancia en esta España, la cual volvió a demostrar ante Georgia, marcando un nuevo tanto después de disputar los 90 minutos. Su último gol fue el citado ante Grecia, clave para el futuro de la Selección. Así es como este 'soldado' de Lucho se ha ganado su hueco en el equipo. Es esa disciplina, la militar, inculada por su padre que fue miembro del ejército, y por su hermana que es guardia civil, la que le ha llevado a no rendirse nunca en los malos momentos ni a despegar los pies del suelo en los buenos. 

Pablo Sarabia celebra su gol a Eslovaquia REUTERS

Líder de La Fábrica

En aquel gol contra Eslovaquia con el que todo empezó, Sarabia sorprendió al mundo celebrándolo con un saludo militar. Ese acto fue interpretado de muchas maneras, pero no era otra cosa que un homenaje a su padre, al que le hubiera gustado ver su éxito, y un mensaje cariñoso para su hermana, que estaba en la grada viéndole. Desde entonces, Sarabia pasó a ser el soldado de ese equipo. 

Ahora, como demostró ante Grecia, es el líder también de este equipo que tiene que rematar la faena ante Suecia, llevarse los tres puntos y hacer del Estadio de La Cartuja una fiesta. Pero no solo es el referente de España, sino que también lo es de La Fábrica en una época en la que el Real Madrid y su cantera parecen no estar bien vistos en el combinado de Luis Enrique. 

En el choque ante el equipo heleno, dio la casualidad de que la inédita delantera era completamente salida de la Ciudad Real Madrid. Con Álvaro Morata al frente y el debutante Raúl de Tomás, Pablo Sarabia hacía de hilo conductor del fútbol desde la media hasta la delantera. Además, aportaba su desborde por bandas y, en última instancia, sus galones para marcar ese decisivo gol de penalti. 

En un equipo sin jugadores como Gerard Moreno, Mikel Oyarzabal, Pedri o Ferrán Torres por lesión, y con Dani Olmo volviendo poco a poco también tras un periodo de baja, Pablo Sarabia ha agarrado con fuerza su oportunidad para dejar a España como primera de grupo su camino hacia el Mundial. Suecia será la última piedra del camino del 'soldado' de Luis Enrique que, ahora desde Portugal, también ejerce de líder y de representante de La Fábrica. 

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