7 de marzo de 2021. Joan Laporta regresaba a la presidencia del Fútbol Club Barcelona sin oposición. Una paliza electoral que reforzó la imagen del dirigente. La entidad catalana iniciaba así un camino de reconstrucción y olvido tras la etapa de Josep Maria Bartomeu. Nueve meses después, el cuadro azulgrana está eliminado de la Champions League y fuera de los puestos europeos en La Liga. Un desastre que ha perjudicado la imagen del presidente y que se suma a los errores cometidos en todo este tiempo.
La herencia de Bartomeu y su Junta Directiva se ha empleado como una excusa desde el inicio de la presidencia de Laporta. Y, en cierta parte, el nuevo presidente tenía razón debido a la situación económica que provocó el anterior equipo de gestión. Las deudas, los frentes judiciales y las tensiones con plantilla y aficionados eran solo algunos de los problemas a solucionar a corto plazo. Sin embargo, el paso del tiempo ha abierto otros conflictos a los que Laporta no ha sabido enfrentarse.
Así las cosas, la presidencia del que parecía intocable se está complicando cada vez más. Laporta y los suyos piden unidad, pero el barcelonismo ha visto en apenas unos meses de competición cómo jugarán una histórica Europa League mientras en La Liga se ven superados por equipos como el Real Betis y en los enfrentamientos contra los grandes reflejan una clara inferioridad técnica. Los siete pecados capitales de Joan Laporta pueden condenar al fracaso su primer año de presidencia pese a la Copa del Rey ganada la temporada pasada.
Dudas iniciales con Koeman
Joan Laporta marcó perfil propio desde el inicio de las elecciones. Una vez confirmó su candidatura a la presidencia culé, el veterano recibió numerosas preguntas orientadas hacia el mismo foco: qué fichajes iba a realizar. Sin embargo, Laporta se negó a hablar de fichajes y pidió paciencia. Una distinción respecto al resto de candidatos que, además, no le acabó perjudicando.
Una vez en el cargo, Laporta ya tenía capacidad para valorar la situación. Y fue entonces cuando dejó en el aire el cargo de Ronald Koeman. El neerlandés, que durante las semanas previas a las elecciones ya había visto cómo se jugaba con su puesto, no encontró el respaldo necesario de la directiva y asi lo criticó en diversas comparecencias. Una falta de confianza que acabó afectando a sus decisiones en el banquillo y al rendimiento del equipo.
Salida de Messi
El delantero argentino quería quedarse y el Barcelona que firmara otro contrato. A pesar de ello, Leo Messi tuvo que salir de la Ciudad Condal para fichar por el Paris Saint-Germain. Cada una de las partes ha dado una versión y LaLiga, que controla la economía de los clubes, indicó que la no renovación de Messi fue decisión de la directiva y cuestión de prioridades. Un detalle que, sumado a las indirectas de la familia Messi a la cúpula culé, ha acabado dejando a Laporta y compañía como culpables de la marcha de Leo.
El argentino, además de ser una pérdida irreparable para una plantilla que aspiraba a ganar títulos y a reconducir la situación, se ha convertido en un perjuicio para un Barcelona que no ha recibido ninguna cantidad por su salida y que, por lo tanto, no ha podido afrontar ningún fichaje estrella capaz de acabar con el recuerdo de '10'. La promesa de hacer todo para que continuara terminó siendo una farsa.
Fichajes de verano
Las incorporaciones realizadas por el Fútbol Club Barcelona parecieron generar ilusión en un primer momento. Teniendo en cuenta las limitaciones económicas, Laporta logró sumar a su proyecto a tres jugadores que llegaban como agentes libres. Desde un veterano como Agüero hasta un delantero con opciones de estrellato como Memphis Depay, o un canterano que volvía a casa como Eric García. Pero, con el tiempo, ninguno ha conseguido destacar como se esperaba.
Memphis Depay puede que sea el único que ha dado un paso al frente, aunque la falta de gol sigue persiguiendo a una delantera culé que él conforma. Agüero, por su parte, no tuvo suerte con las lesiones y ahora se encuentra al borde de la retirada por una arritmia. Eric García, internacional con España, no convence a la afición y aún refleja una debilidad defensiva que está castigando al Barcelona.
Promesas futuras
La Junta Directiva del Barcelona ha reconocido que la situación económica no era buena. Sin embargo, en apenas unas semanas han cambiado de análisis hasta anunciar la posibilidad de fichar a hasta tres jugadores en enero. Unos movimientos que se antojan complicados y que, en caso de realizarse, no podrían implicar a jugadores estrellas. Las altas esferas culés continúan alimentando la ilusión del aficionado mientras las promesas previas no se cumplieron y con el equipo sin terminar de arrancar.
La escenografía
Dani Alves es el claro ejemplo de la estrategia del Fútbol Club Barcelona. El club catalán, consciente de la crisis que afronta la institución, ha optado por impulsar el optimismo del aficionado azulgrana en cualquier ocasión. Y con el veterano brasileño se ha podido comprobar, pues se le presentó como una verdadera estrella capaz de impulsar al equipo hacia los objetivos de temporada. Ese oxígeno que dio el brasileño con una 'fiesta' de celebración en el Camp Nou, pese a todo, ha quedado olvidada.
Despido de Koeman
El cese del entrenador neerlandés se produjo tarde y mal. Una derrota ante el Rayo Vallecano acabó con su estancia en el banquillo culé. Koeman se enteró en el avión de vuelta a Barcelona y minutos después de haber realizado una rueda de prensa donde no parecía saber que iba a ser despedido. Además, llegó tan solo unas semanas después de que Laporta confirmara públicamente que Koeman merecía confianza y necesitaba tiempo para hacer triunfar su proyecto. Dos promesas que no se cumplieron y que acabaron con un cese que puede costar millones.
Eliminación en Champions
El último varapalo para el inicio de presidencia de Joan Laporta ha llegado en la Champions League. El club catalán tendrá que disputar la Europa League, segunda competición europea, con la presión de no poder perder para no firmar un desastre histórico en toda la vida de la entidad blaugrana. Joan Laporta confiaba en la clasificación, especialmente tras la llegada de un Xavi Hernández a quien hubo gente que pidió fichar en verano. El efecto del técnico catalán, pese a las expectativas, se ha resumido en un empate y una derrota en Champions.
[Más información - El FC Barcelona venderá el nombre del Camp Nou y del Palau Blaugrana]
Noticias relacionadas
- El Real Madrid y una ventaja histórica con el Barça: las claves de la diferencia de proyectos
- Las mejores imágenes del día: el mensaje de Laporta tras el fracaso del Barça en Champions que no gusta
- Xavi Hernández recuerda a Koeman tras la caída del Barça en Champions: "Esta es la realidad y me jode"