Polémica arbitral en la fase de grupos de la Copa África. El colegiado zambiano Janny Sikazwe pitó el final del encuentro entre Túnez y Mali en el minuto 85 sin razón alguna. El colegiado rectificó ante las protestas de los jugadores, pero volvió a mandar a vestuarios a todos en el 89 sin respetar ni los 90 reglamentarios. La plantilla tunecina se negó a jugar el encuentro.
El caos se adueñó del terreno de juego. La imagen no era para menos. Mali se adelantó en el minuto 48 con un gol de penalti de Koné. Hasta ahí, todo normal. Sin embargo, a medida que se acercaron los minutos finales sin cambios en el marcador, la actitud del árbitro empezó a sorprender. Janny Sikazwe señaló el final del encuentro en el minuto 85 ante la incredulidad de todos los presentes.
La decisión no duraría mucho, pues el banquillo de Túnez no tardó en entrar en cólera para mostrar su enfado por el pitido final. El colegiado, tras una pequeña mirada con el resto de árbitros asistentes, reanudó el encuentro apenas unos segundos después. Pero su concatenación de fallos no había hecho más que empezar.
Corría el minuto 89, y unos segundos más, cuando Janny Sikazwe volvió a señalar el final del encuentro. Esta vez podía ser definitivo, pero volvió a sorprender al no respetarse ni los 90 minutos reglamentarios ni el previsible tiempo añadido que debería haber en el cartelón del cuarto árbitro.
Las caras en el banquillo tunecino eran el reflejo del desconocimiento absoluto por lo que estaba pasando. Y más teniendo en cuenta que en esta ocasión no hubo rectificación. Las dos plantillas se marcharon a vestuarios y todos los colegiados tuvieron que marcharse al interior de las instalaciones con la protección policial. Janny Sikazwe, a pesar de la gravedad de lo sucedido, no había terminado.
Pasaron entre 20 y 30 minutos más cuando el árbitro de Zambia volvió a reclamar la presencia de ambos conjuntos en el césped. Había jugadores que, como era de esperar, ya estaban preparándose para dar las ruedas de prensa post-partido. Sin embargo, no fue suficiente y el colegiado pisó el terreno de juego dispuesto a jugar lo que quedaba de encuentro.
Esta vez no hubo cooperación de ambas plantillas. Los jugadores de Mali saltaron al terreno de juego para asegurar el triunfo. Los de Túnez, por el contrario, se quedaron en el interior sin hacer acto de presencia. Tras unos cuantos minutos, los jugadores malienses celebraron el triunfo de 0-1 que habían cosechado con anterioridad a la vista de que sus rivales no se presentaron a la segunda reanudación de la tarde.
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