Ilaix Moriba (Guinea, 2003) está de vuelta en el fútbol español. El joven jugador pasará a formar parte del Valencia y regresará apenas unos meses después de abandonar con polémica el FC Barcelona. El atacante no ha tenido suerte en la Bundesliga y llega con ganas de recuperar su imagen de promesa. Y lo hace justo cuando un excompañero como Ousmane Dembélé atraviesa una situación similar.
El joven de 19 años se incorpora a la plantilla de José Bordalás en calidad de cedido. El contrato le vinculará con el cuadro che hasta final de temporada y competirá en una zona de la tabla cercana a la de su ex FC Barcelona. Sus presencias esta temporada han sido muy escasas y apenas ha contado en seis partidos con el Leipzig. Prácticamente 100 minutos con la camiseta germana para poner rumbo de nuevo a España.
Ahora, con un Valencia que busca la estabilidad, tendrá la opción de volver a destacar en la élite nacional. Algo que ya hizo de blaugrana, pero que acabó echando a perder por sus intereses individuales. La primera víctima de la nueva gestión de Joan Laporta en el Barça tendrá presencia en La Liga.
Moriba pasó de ser una estrella del filial a un señalado por su actitud. De la mano de Ronald Koeman se hizo con un hueco habitual en las rotaciones del primer equipo. Sorprendía su desparpajo y su capacidad para desequilibrar en ataque. El físico también le acompañaba. Y, además, los altibajos de la plantilla azulgrana permitían destacar a los jugadores menos habituales. Así las cosas, Ilaix se sintió importante y sus representados intentaron trasladar ese rol a su renovación contractual.
Ahí es donde comenzaron los problemas. Ilaix quería mejorar su salario mientras el Barça luchaba contra la crisis. El club negociaba con las 'vacas sagradas' para ajustarse a los límites salariales, pero Ilaix reclamaba una cifra que acabara con los rumores de un posible traspaso. El acuerdo no llegaba y la situación acabó estallando.
El Barça, como ahora con Dembélé, no barajó muchas opciones. O Ilaix renovaba con sus condiciones o se marchaba traspasado. En ese proceso, cualquier estrategia era válida. El canterano empezó a protagonizar ruedas de prensa de Koeman y preguntas a los directivos. Él se mantenía aislado de toda la polémica y sus agentes trabajando.
La dura campaña
Ante la falta de avances, el Barça decidió apartarle. Ilaix Moriba desapareció del día a día del primer equipo. Bajarle al filial parecía el escenario indicado. Sin embargo, el club azulgrana forzó más la maquinaria y le llegó a apartar por completo. Ni Barça B, ni gira de pretemporada. Ilaix perdió por completo su condición de promesa.
"Su situación es horrible, para mí. Tiene 18 años, es joven. Ha tenido la oportunidad de jugar con el primer equipo. Es futuro del club", explicó Ronald Koeman a finales de agosto. "Mi consejo es que el dinero no es lo más importante. Es jugar partidos. El jugador con su gente decide diferente y yo estoy decepcionado con eso. Eso no es lo más importante".
Ilaix Moriba no tenía margen de movimiento. Y finalmente acabó saliendo rumbo al Leipzig consciente de que no tenía opción de regresar al Barça después de la campaña que había sufrido. El club catalán recibió cerca de 23 millones de euros e Ilaix puso rumbo a la Bundesliga para seguir creciendo. El destino ha querido que tras unos meses esté de vuelta en La Liga y con un Barça peleando para entrar en Europa.
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