El crecimiento del Atalanta ha sido más que exponencial en las últimas temporadas. Además, ha demostrado que no es flor de un día después de que en 2020 se presentasen en la Champions League y en 2021 repitieran. Lo hacen enarbolando la bandera del cambio del estilo futbolístico imperante. En unos años en los que Inter y Milan han perdido la trascendencia que tenían, desde Bérgamo se han propuesto ser la alternativa a una Juventus de Turín. Desde este mes de febrero tienen un argumento más.
La escuadra italiana que milita en la Serie A ha vendido la mayoría de las acciones del club, un 55%, a un grupo de inversores estadounidense liderado por Stephen Pagliuca, copropietario de los Boston Celtics. Los actuales propietarios del club mantendrán el 45% de las acciones; la familia Percassi, con Antonio y Luca a la cabeza, seguirán ocupando el cargo de presidente y director ejecutivo del Atalanta, respectivamente. El norteamericano será copresidente.
Además, llega con una importante suma de dinero estadounidense. El club no ha desvelado los términos económicos de la operación, pero según han informado medios italianos el importe de la compra se sitúa entre 400 millones de euros y 500 millones de euros. El grupo de nuevos inversores, que incluye a profesionales con amplia experiencia en el sector del fútbol y del deporte, tiene el objetivo de lograr una mejora en los resultados deportivos y económicos así como garantizar al club un futuro internacional.
Detrás de todo este camino hay una historia para que 'La Diosa' (La Dea en italiano) empezara a ser venerada en todo el continente europeo. Hablar de este equipo del norte de Italia no es hablar de un histórico precisamente. Solo han cosechado una Copa en los 60, aunque ha estado hasta en 60 temporadas en la Serie A. La apuesta es garantizar al club un futuro aún más internacional, aumentando la notoriedad de la marca fuera de Europa, ampliando la red de talentos a la que tiene acceso.
EEUU conquista Italia
La inmigración italiana en los Estados Unidos sucedió desde los tiempos coloniales hasta hoy en día. En el mundo del fútbol, se puede decir que el desembarco está siendo a la inversa. El Atalanta se suma a AC Milan (Elliot Management), AS Roma (Friedkin Group), Fiorentina (Rocco Commisso), Spezia (Robert Platek), Genoa (777 Partners), Bologna (Joey Saputo) y Venezia (VFC Newco 2020 LLC) como el octavo equipo transalpino impulsado por el dinero norteamericano.
Pagliuca es un hombre de finanzas reputado en Estados Unidos. El empresario es copropietario de Bain Capital, uno de los fondos privados más importantes de todo el mundo. Destaca también por haber sido parte del Comité de Finanzas para la candidatura de Boston a los Juegos Olímpicos 2024, que finalmente serán en París. Ha estado en los comités directivos de numerosas empresas como Burger King, Warner Chilcott, Gartner Group y Hospital Corporation of America.
También llega con Pagliuca un demócrata al Atalanta. En 2009 fue candidato para el Senado de los Estados Unidos, aunque no ha tenido demasiada suerte durante su etapa en la política. El fútbol europeo se ha convertido en un lugar donde los inversores ven una oportunidad de negocio a pesar de la crisis de la Covid-19. En la actualidad hay 46 clubes en Europa dónde el dinero norteamericano tiene una importante participación que les hacen ser parte fundamental de la pirámide.
Un Amancio Ortega
El hombre que puso la primera piedra para que Bérgamo se situase en el mapa del fútbol de Europa fue Antonio Percassi. Puso la primera piedra para que Bérgamo para que se situase en el mapa del fútbol de Europa, se hizo con el estadio Atleti Azzurri d'Italia, actual Gewiss Stadium, y también ha hecho que sea un ejemplo de gestión en lo económico. Su influencia en toda Italia contrasta con su forma de ser reservada, pero es uno de los hombres más poderosos del país.
Separado, pero familiar con sus seis hijos, Percassi se ha hecho un nombre en la industria y no hay nadie en Bérgamo que no le conozca. Es el 35º más rico de la nación y sus negocios le dan unos beneficios de más de 800 millones de euros al año. Su fortuna pasa de los 1.000 millones, pero todo esto nació de la nada. La conexión con Benetton le abre las puertas del olimpo. Esa alianza le llevó a abrir la primera tienda en Bérgamo a los 25, lo que será la primera piedra de un auténtico imperio.
Con el paso de los años relanzó United Colors para convertirlo en una referencia de la moda mundial. Ese sería el primer paso para crear un holding en el que colabora con marcas de la altura de Gucci, Guess, Ferrari, Nike, Starbucks o Victoria's Secret. Odissea SRL es el epicentro de este auténtico lobo de los negocios. Su bebé que ahora está emancipándose es Kiko Milano. Mientras crecía su influencia en el mundo empresarial, se convirtió en presidente de la entidad.
En 2010 coge las riendas y comienza el cambio que ahora está dando sus frutos acabando con la etiqueta de equipo ascensor, consiguiendo, inmediatamente, el ascenso a la Serie A de forma definitiva. El 'clic' definitivo fue la confianza en Gian Piero Gasperini en 2016. Llevó 26 años después al equipo a una competición continental. Ahora quieren dar el siguiente salto para mantener a las estrellas que han salido de allí en los últimos años con el dinero estadounidense.
[Más información: Antonio Percassi, el 'Amancio Ortega' del Atalanta que abandonó el fútbol por los negocios]