La participación de México como anfitriona en el próximo Mundial de fútbol de 2026 está más cuestionada que nunca. Los últimos acontecimientos durante el Querétaro - Atlas, y los numerosos altercados provocados en el interior del estadio, han puesto en duda la capacidad organizativa del país. La falta de seguridad y la presión para que la FIFA sancione duramente al fútbol del país ponen todos los focos en el segundo trimestre de 2022, cuando se confirmen todas las sedes y estadios.
Este mismo año la FIFA debe acabar con sus análisis de los lugares donde se celebrará el Mundial de 2026. En 2021 ya pasó por Gualadajara, Ciudad de México y Monterrey para comprobar de primera mano el estado de las instalaciones. También pasó por los territorios de Estados Unidos y Canadá que formarán parte de esa serie de sedes encargadas de acoger la cita del fútbol. Sin embargo, solo en México hay dudas sobre la seguridad que puede haber en los terrenos de juego.
En una de estas últimas visitas, la FIFA destacó que estaba muy "satisfecha" por el "compromiso y entusiasmo" que había palpado en las ciudades involucradas en el Mundial 2026. Una postura que puede haber cambiado tras lo acontecido hace unos días durante el Querétaro - Atlas.
El partido de la liga mexicana tuvo que suspenderse por una batalla campal de ultras y se ha abierto una crisis política por el deficiente control del gobierno nacional y regional contra estas bandas violentas. Oficialmente se descarta que haya habido fallecidos. Miembros de esos grupos ultras reconocen que han perdido miembros. Y las imágenes grabadas mostraron cuerpos aparentemente inconscientes que, como mínimo, superaban la cifra de tres heridos graves que dieron las autoridades.
Dada esa presencia de radicales, organizados en las conocidas como barras bravas, las peticiones para apartar a México de la organización del Mundial 2026 son notables. La FIFA se mostró "consternada" por lo sucedido y condenó, junto a la Federación Mexicana y la CONCACAF un "delezcable incidente". Además, y esta frase fue clave, alentó "a las autoridades locales a hacer justicia".
"Una vez más, la FIFA desea subrayar que la violencia no debe tener cabida en el fútbol y seguiremos trabajando con todas las partes involucradas para erradicarla de nuestro deporte", indicaron en ese comunicado. Sin embargo, no se dio detalle sobre quitar la colaboración de México como organizadora en ese Mundial.
El país ha tomado medidas en busca de esa paz con la FIFA. El Querétaro deberá jugar a puerta cerrada durante un año hasta 2023. Su grupo ultra tendrá prohibido el acceso a los estadios durante tres. Como visitantes, Querétaro no tendrá aficionados durante un año. Y la directiva del club, además, será sustituida. Todo apunta a que el equipo deberá mudarse de ciudad de forma definitiva.
Estos próximos meses, donde ningún club mexicano contará con presencia de aficionados visitantes, serán el examen definitivo para el país. La lucha contra las barras bravas ha comenzado en México y las autoridades pelean por expulsarles de los estadios. El objetico parece utópico, pues el crimen organizado y los asesinatos son una constante en el país que preside López Obrador.
Una 'matanza' sin muertos
La batalla en La Corregidora ha dado la vuelta al mundo. La cifra extraoficial de 17 muertos que se dio en un primer momento no se ha confirmado. Y el periodista que anunció esa lista de bajas ha rectificado en las últimas horas. Sin embargo, son pocos los que creen en la versión oficial de que no ha habido ningún muerto en el ataque de los Gallos Blancos a Barra 51 y demás aficionados del Atlas.
El ataque se produjo pasada la hora de juego. Los radicales del Querétaro lograron entrar al estadio con navajas y otro tipo de armas similares. Pasado el minuto 60, y con la complicidad de la seguridad privada, lograron acceder a la zona visitante en una emboscada imposible de esquivar. Llegaron las palizas y el partido se paró. Las familias que estaban viendo el encuentro tuvieron que huir. Muchas de ellas incluso le quitaron a sus hijos pequeños la camiseta para evitar que fueran agredidos.
Los vídeos de lo sucedido confirman la violencia. Cuerpos inconscientes en el suelo. Otros incluso con espasmos que hacían temerse lo peor. Aficionados completamente desnudos, en charcos de sangre, y siendo apaleados por los ultras del Querétaro. En las imágenes publicadas se pueden observar al menos siete cuerpos inconscientes o semiinconscientes. Las autoridades, pese a todo, descartaron muertos y hablaron solo de tres heridos graves.
De los 26 ingresados, en menos de 72 horas habían salido prácticamente todos. Ahí comenzaron también las detenciones. Por el momento, son 17 las personas que están localizadas o detenidas, aunque todavía hay varios en busca y captura. Las instalaciones de la empresa de seguridad y las de la directiva del club han sido registradas en un intento de hallar pruebas de lo sucedido.
A pesar de las explicaciones oficiales, hay expertos que hablan de una posible vinculación con el crimen organizado. Y los aficionados continúan creyendo en la existencia de, como mínimo, algún fallecido. México lucha contra las barras y la FIFA sigue muy de cerca las condiciones del país para albergar un torneo de las características del Mundial. Sin seguridad no habrá fútbol.
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