Hubo un día en el que el fútbol parecía abrir un nuevo horizonte para las mujeres en Irán. Para ello, la labor de la FIFA había sido fundamental. Las instituciones gubernamentales y la Federación de Fútbol iraní impulsaron que ellas pudieran acudir a los estadios desde 2019. Sin mezclarse entre los hombres y en pequeños grupos, se establecía un hito histórico ante las restricciones que impone la religión que impera en el país. Este martes se dieron varios pasos atrás en esta cuestión.

Durante la fase de clasificación para el Mundial de Qatar 2022, con Irán jugándose el pase, la selección local cambiaba su localización habitual para jugar en Mashhad, una ciudad nororiental y que rige la ley que impera en el país de forma más restrictiva. Mientras las mujeres vienen protestando públicamente quitándose sus hiyab obligatorios en los últimos años, Teherán, la capital, sí permitía su entrada a los estadios de fútbol para los encuentros del equipo nacional.

Eso no fue así este martes. Antes del partido ante el Líbano en el que Irán ganó por 2-0, las puertas del estadio Imam Reza se cerraron para ellas. Iban con sus entradas, después de que se hubieran puesto a la venta alrededor de 2.000, tal y como informa la agencia de noticias ISNA. Las protestas en el exterior del estadio captaron la atención más que el fútbol que se jugaba dentro. Además, todo esto iba acompañado de varios episodios de violencia.

Irán regresaba atrás en el tiempo impidiendo que ellas pudieran estar presentes en la fiesta que debía de ser el encuentro. La televisión estatal no informó del incidente y trató de censurarlo cuando el capitán iraní Alireza Jahanbakhsh lo mencionó durante su entrevista posterior al partido: "Espero que a partir de ahora nuestras queridas mujeres también puedan ser espectadoras y podamos hacerlas felices". Él también sabía que esto les puede costar incluso estar en el Mundial.

Imágenes dantescas

Las imágenes de mujeres siendo rociadas con gas pimienta en las redes sociales por protestar contra la prohibición de asistir al Irán - Líbano a pesar de que previamente se les hubiese vendido las correspondientes entradas, ha generado un aluvión de críticas en el país persa. La presión internacional ha provocado que Ebrahim Raisí, presidente de la nación, ha anunciado en una reunión del ejecutivo que se investigará el incidente del martes y la violación de los derechos de las ciudadanas.

Mientras tanto, la Federación, tras el partido, exculpó los hechos explicando lo que había sucedido con las entradas. Corroboraron que no se permitía el ingreso de mujeres desde el principio y que solo nueve mujeres habían intentado comprar boletos en la sección de hombres del estadio. Además, anunciaron que este dinero será devuelto.

Esta declaración no se quedaba ahí. También anunciaban que la presencia de mujeres en el estadio podría causar una "crisis" ya que no se proporcionaron los "motivos necesarios". Fatemeh Rahmani, representante de Mashhad en el parlamento, expuso que la culpa es del ministerio de Deportes por la falta de "infraestructuras necesarias y terrenos culturales" que permitan la entrada de mujeres a los estadios. 

Sahar Khodayari

La República Islámica prohibió el acceso de mujeres a los estadios de fútbol y otros deportes desde que se estableció en 1979. Los representantes religiosos, que desempeñan un papel importante en la toma de decisiones, argumentan que las mujeres deben estar protegidas de la atmósfera masculina y de la vista de los hombres semidesnudos. Después de que en 2018 Arabia Saudí levantara la prohibición que impedía a las mujeres acceder a los estadios, Irán pasó a ser el único país del mundo con el veto.

Pero el organismo rector del fútbol mundial, la FIFA, ordenó a Irán en septiembre de 2019 que debería de permitir la venta de entradas a mujeres si querían seguir compitiendo a nivel mundial. En enero, pudieron asistir a un partido internacional por primera vez en dos años, para un partido de clasificación para la Copa del Mundo contra Irak. Las restricciones por la Covid-19 fueron un motivo para reducir los aforos y volver a dejarlas fuera.

La FIFA se involucró con este asunto después de lo sucedido con Sahar Khodayari. Esta aficionada al fútbol murió tras prenderse fuego por temor a ser encarcelada después de intentar asistir a un partido disfrazada. Según informaron medios de Irán, fue detenida en 2018 cuando intentaba ingresar a un estadio vestida de hombre. Las protestas que hubo por este caso obligaron al organismo internacional a tomar medidas. Ahora se vuelve a encontrar con el mismo problema.

¿Fuera del Mundial?

Estos hechos pueden tener su consecuencia directa con la cita de Qatar 2022. La Federación de Fútbol de Irán teme que se le excluya del próximo Mundial por el esperpento del Estadio Asadi. Desde ese mismo momento se ha abierto la posibilidad de que, ya sea en el sorteo del viernes o más adelante, puedan quedarse sin su billete.

En Italia se están frotando las manos. Si eso sucediera, en teoría, la FIFA podría promover en su lugar a un país con el coeficiente más alto en el ránking mundial que se haya quedado fuera. Esos serían los actuales campeones de Europa, que ni siquiera llegó a la final de la repesca después de caer por 1-0 ante Macedonia del Norte. En cualquier caso, el máximo organismo del fútbol mundial vuelve a tener problemas con la cultura de los países de Oriente en torno al Mundial.

El hecho de que la cita se celebre en Qatar ha provocado un gran número de quejas y varias sospechas de posible boicot. En esta ocasión, se señala a los políticos de la ciudad religiosa de Mashhad como los responsables y la Federación se limpia las manos al no haber sido informados de esta cuestión. Pero mientras la FIFA busca abrirse a países en los que las mujeres tienen más dificultades para jugar o ver fútbol, un nuevo episodio vuelve a empañar su labor.

[Más información: El fútbol femenino se abre paso en Arabia Saudí: del éxito de su primera liga al debut de su selección]

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