La venta del Chelsea FC tras el embargo de los bienes de Roman Abramovich en Reino Unido sigue y los aficionados del club están muy preocupados con esta cuestión. Sobre todo porque la oferta que más parece convencer es la de la familia Ricketts. Los multimillonarios que tienen la franquicia de los Chicago Cubs de la MLB y están vinculados en Estados Unidos con Donald Trump parecen una buena opción ante la llegada de nuevo capital saudí, pero una polémica racista les acompaña.

Tom Ricketts, el hijo de Joe Ricketts, ha viajado para reunirse con representantes de dos grupos de aficionados en Londres. El objetivo es calmar los ánimos que existen después de que se hayan creado campañas en las redes sociales oponiéndose a la oferta propuesta por la familia para ser dueño del club. El grupo ultra 'We Are The Shed' emitió un comunicado el miércoles por la noche instando al resto de la afición a criticar durante el próximo partido contra el Brentford.

"Para ser claros, no queremos que nadie asociado con el racismo, la homofobia, la islamofobia, el sexismo o cualquier otro punto de vista intolerante hacia las minorías étnicas, las comunidades marginadas o la comunidad LGBTQ+ dirija nuestro Club (...) El mensaje que queremos enviar directamente a Tom Ricketts, miembros de su familia y Ken Griffin (el socio en la oferta) es claro: distánciense de los fanáticos o distánciense del Chelsea", exponía el comunicado del club.

El principal motivo de este rechazo está en unos correos electrónicos de hace una década en los que el patriarca de la familia calificaba al Islam de "secta" y admitir que eran su "enemigo". Ricketts salió al paso de esta polémica: "Nuestra familia rechaza cualquier forma de odio en los términos más enérgicos posibles. El racismo y la islamofobia no tienen cabida alguna en nuestra sociedad. Hemos desarrollado asociaciones profundas y duraderas con la comunidad musulmana en Chicago, así como con todas las comunidades de color".

El caso

Tom Ricketts es el presidente de los Cubs y en febrero de 2019 tuvo que responder ante el escándalo. Splinter News hacía públicos varios correos electrónicos que intercambiaba su padre con otro de sus primogénitos, Pete, donde el racismo era palpable: "Creo que el Islam es un culto y no una religión. El cristianismo y el judaísmo se basan en el amor, mientras que el islam se basa en matar al infiel, una cosa malvada".

En otro mensaje enviado en agosto de 2010, Joe queda más en evidencia aún al compartir un enlace de YouTube que cuestionaba si el presidente Barack Obama era en realidad una "planta saudí/musulmana" que controlaba la Casa Blanca. Pete Ricketts le había sugerido previamente a su padre que investigara "estas historias" antes de compartirlas, explicando que había cierta discrepancia sobre su autenticidad.

La familia Ricketts en el estadio de los Chicago Cubs. joericketts.com

Joe Ricketts salió al paso de la polémica también en su página web. "Lamento profundamente y me disculpo por algunos de los intercambios que tuve en mis correos electrónicos. Recibí correos electrónicos que debería haber condenado. Otras veces he dicho cosas que no reflejan mi sistema de valores. Creo firmemente que las ideas intolerantes están mal", sentenció. En cualquier caso, quedó marcado para siempre por esta polémica que ahora salpica a su familia.

No se amedrentan

En Inglaterra informan de que la familia sigue adelante con el proceso de compra. Además, seguirán las conversaciones con los aficionados para convencerles de que todos estos imputs que han recibido y que han producido este rechazo no son reales. Los Ricketts siguen confiando en su capacidad para calmar las preocupaciones de los seguidores en torno a su oferta. Lo que suceda este fin de semana en Stamford Bridge puede ser trascendental.

Este ambiente hostil también se podría replicar en el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League de la próxima semana ante el Real Madrid. Los vigentes campeones de este torneo tienen un gran reto por delante: tratar de igualar la hazaña de la pasada temporada eliminando a los blancos. Los aficionados pueden encontrar un nuevo espacio para protestar por esta cuestión en la máxima competición continental.

Si ya de por sí el caso de la venta del Chelsea está rodeado de polémica desde que el Gobierno le quitó de sus manos el club a Roman Abramovich, los multimillonarios que están intentando hacerse con el control de la entidad londinense también dejan un rastro de opacidad que hace desconfiar a los seguidores. Otros candidatos para poseer Chelsea incluyen un consorcio liderado por Todd Boehly, Jonathan Goldstein y Hansjörg Wyss, la propuesta de Nick Candy, la unión de Sir Martin Broughton y Lord Sebastian Coe y la oferta de Woody Johnson.

[Más información: El racismo entra en la compra del Chelsea FC: la familia Ricketts y el "enemigo" musulmán]

Noticias relacionadas