La selección colombiana de fútbol que acudió al Mundial de 1994 tenía la intención de quedar en los libros de historia por contar con varias estrellas en sus filas. Sin embargo, han sido los escándalos, las desgracias y hasta la injusticia la que ha caracterizado la plantilla de 22 jugadores que acudió al torneo. La última es la de Freddy Rincón, fallecido en un accidente de tráfico. Pero el exmadridista no es el único con tan mal final.
La plantilla de aquel equipo ha protagonizado todo tipo de escenas. Desde trágicos asesinatos como el de Andrés Escobar, hasta muertes como la de Hernán Gaviria tras verse golpeado por un rayo mientras entrenaba. Otros jugadores se libraron de la muerte, pero tuvieron que verla de cerca con pasos por prisión o sus vínculos con el narcotráfico. Incluso hay quien, hoy en día, está a la espera de conocer su condena.
La historia extradeportiva de aquel equipo de fútbol llega al punto de afectar al seleccionador. Francisco Maturana, que fue el encargado de dirigir a Colombia en el Mundial, fue señalado tras su fichaje por Costa Rica en 1999. Según indicaron las auditorías en la federación tica, el contrato de más de 1.300.000 dólares a percibir en tres temporadas no fue aprobado por los mecanismos necesarios.
La lista de acontecimientos se ha alargado con la pérdida de Freddy Rincón. En su caso, como en el de Gaviria o Escobar, se ha producido contra todo pronóstico y dejando conmocionado al mundo del fútbol. La Colombia de 1994 que intentó sorprender en el Mundial no cuenta ya con tres de sus héroes.
Dos muertes y un asesinato
La Colombia de 1994 cuenta ya con tres fallecidos que aumentan la leyenda negra de tal combinado. El primero en perder la vida, o más bien en sufrir el robo de ella, fue Andrés Escobar. Una pérdida que marcó a una generación. Y un asesinato, pues así fue lo que sucedió, que conmocionó al mundo del fútbol y que reflejaba el día a día que se vivía en el país. Escobar acabó el Mundial señalado por anotarse un tanto en propia ante Estados Unidos, pero nadie esperaba que fuera a costarle la vida.
Tras la eliminación, en su vuelta a Cali, salió a una discoteca de la ciudad. El local se conocía como El Indio. La justicia bien pudo hacer honor a este nombre, pues un grupo vinculado con el narcotráfico y que llegó a traicionar al histórico Pablo Escobar Gaviria acabó con su vida.
Los implicados fueron tres: los hermanos Gallón y su chófer Humberto Muñoz. Los dos hermanos se pasaron la noche burlándose de Escobar por su gol en propia. Él pidió respeto. Le siguieron hasta el aparcamiento y repitieron sus escenas de burla. Ahí se cometió el crimen. El chófer, con seis balazos, arrebató la vida al defensa que se había marcado en propia en el Mundial.
La siguiente gran pérdida de la selección fue la de Hernán Gaviria. El jugador se encontraba entrenando con el Deportivo Cali en 2002. Gaviria tenía 32 años todavía y se veía en condiciones de jugar. Pero una tarde, cuando entrenaba con varios compañeros, se vio afectado por un rayo que calló en el campo de entrenamiento. El colombiano fue trasladado al hospital, pero los médicos no pudieron más que confirmar el fallecimiento del futbolista.
Freddy Rincón ha sido el tercero de los jugadores fallecidos de aquella plantilla que disputó el Mundial 1994. El exjugador del Real Madrid conducía una camioneta la madrugada del pasado lunes. Iba acompañado de otras tres personas. En un momento dado, el vehículo del exfutbolista chocó contra un autobús de servicio público. Rincón sufrió un traumatismo craneoncefálico y fue operado de urgencia por su estado grave. La intervención duró casi tres horas, pero el parte médico ha llegado días después confirmando su pérdida a los 55 años.
Vínculos con la droga
La selección de Colombia en aquel Mundial también ha sufrido algún que otro episodio vinculado con el narcotráfico. El más reciente que se conoce es el de Anthony de Ávila, delantero que disputó ese torneo con 31 años. De Ávila fue detenido el pasado 2021 en Italia tras encontrarse con dos hombres relacionados con el tráfico de drogas en el país. Antes, en 2001, ya había sido detenido por una situación similar. Esta última detención se dice que correspondía a sus actividades en 2004, pero hasta el momento había podido moverse y salir del país sin mayor inconveniente.
El caso de De Ávila no es baladí, pues medios transalpinos aseguran que se relacionaba con hombres de la camorra y encargados del narcotráfico tanto en Italia como en Países Bajos. Por ello, el juicio contra su persona puede acabar con una condena de 12 años que supondría el mayor manchón de su carrera tras pasar por el mundo del fútbol.
Anthony de Ávila, pese a todo, no es el único de aquel vestuario que se ha movido en este tipo de círculos. También Mauricio Serna, conocido como 'Chicho' Serna, ha sido investigado por este tipo de relaciones. Serna llegó a sentarse en el banquillo en 2020 por presuntos delitos de lavado de dinero. Un dinero procedente del narcotráfico y que incluso contaba con lazos con la familia de Pablo Escobar.
Wilson Pérez, exdefensa de la selección, se vio en una situación similar. En su caso, el colombiano fue detenido en 1997, tres después del Mundial, por llevar 171 gramos de cocaína en uno de los objetos de su maleta. En un primer momento salió absuelto, pero poco después se acabó confirmando la condena por tráfico de drogas.
Otras polémicas
La plantilla de Colombia en el Mundial de 1994 tiene muchas más historias que contar que van más allá de asesinatos, trágicas muertes o relaciones con el mundo del narcotráfico. Bien lo sabe Faustino Asprilla, ahora comentarista pero en su día protagonista de numerosos altercados.
Asprilla estuvo envuelto en 1993 en un accidente de tráfico. Después, cuando estaba en el Universidad de Chile, se le acusó de haber sacado un arma en pleno entrenamiento. Él dijo que era broma porque era de fogueo, pero en 2008 fue detenido por realizar varios disparos contra un hombre de seguridad privada.
Carlos Valderrama, uno de los mitos de la selección, protagonizó cuando era un chaval un problema con la policía. Si bien en aquella época la actitud de los cuerpos de seguridad era de todo menos justo, Valderrama no se escapó de pasar por el calabozo. En su caso, según se contó, por dar una patada a una botella después de que un policía le acusara de tirársela.
Otros jugadores como Faryd Mondragón estuvieron cerca de perder la vida por un suicidio, como le pasó al exjugador en 2016. Leonel Álvarez, en su época de entrenador en Libertad (2019), fue cesado por supuestamente haber tenido relaciones con las parejas de dos de sus jugadores.
Exjugadores como Harold Lozano pasaron a la historia por su pillería: simuló el pitido del árbitro en un Real Madrid - Valladolid y, después de que los merengues se lo creyeran, su equipo logró marcar gol ante la sorpresa de los rivales. Incluso el seleccionador, Francisco Maturana, estuvo señalado porque su fichaje por Costa Rica en 1999 costó 1.380.000 dólares hasta 2002. Una larga, curiosa y también peligrosa lista de sucesos que han marcado la leyenda de la selección de Colombia 1994.
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