El fracaso de Guardiola, el 'filósofo' traicionado por los intangibles que lleva 11 años sin la Champions

Son muchos los que no encuentran explicación para la remontada del Real Madrid contra el Manchester City, entre ellos Pep Guardiola. En un abrir y cerrar de ojos, su plan fue echado por tierra por algo que no se encuentra en los libros de estilo ni en las pizarras. Es la magia del Santiago Bernabéu y el dolor del técnico catalán.

"El fútbol es un juego imprevisible, es así, hay que aceptarlo", señalaba Guardiola en la rueda de prensa posterior al 3-1. El entrenador que un día se ganó el apodo de 'el filósofo' se quedó casi sin palabras para analizar lo ocurrido. El milagro del Real Madrid iba más allá de lo tangible del fútbol.

No es la primera vez que Guardiola sufre un golpe así en la Champions. El título europeo se ha convertido en una pesadilla él y ya se cumplen 11 años de la última vez que lo levantó. Fue en 2011, con aquel Barça que a veces trascendía lejos de toda lógica. Nunca Pep volvió a dar con algo así.

Sabía Guardiola que iba a sufrir. Se fueron de Mánchester con una ventaja muy ligera para lo que pudo ser (4-3) y el Bernabéu iba a apretar motivado por las grandes noches contra PSG y Chelsea. Sin brillos y con un Madrid fallón, durante 89 minutos pareció que el plan daba sus frutos... hasta que se desató la tormenta perfecta de los blancos.

Dos goles en menos de 90 segundos, ambos de Rodrygo, acabaron con todo lo que pudo haber preparado. En el campo, los futbolistas del City parecían tan noqueados como su entrenador. Pep se restregaba una y otra vez la mano por la cabeza intentando averiguar qué era lo que se le había escapado.

Un historial doloroso

Quizás a Guardiola también se le vinieran a la memoria algunas de las otras eliminaciones en Champions que ha ido sufriendo con los años. Ya el Real Madrid de Ancelotti, pero en su primera etapa, le doblegó en su derrota más dolorosa. El día que "hasta los árboles arderían", como dijo Rummenigge, el fuego se sofocó en menos de 20 minutos (del 16' al 34') en los que el marcador se puso 0-3. Acabó en 0-4 histórico.

Era 2014 y las debacles se fueron sucediendo hasta ahora. Al año siguiente le tocó caer contra 'su' Barça, que sentenció la eliminatoria con tres goles en la ida entre el 77' y el descuento. En 2016 cerró el círculo de eliminaciones por equipos españoles el Atlético, que pasó por la regla del valor doble de los goles como visitante que ya es historia.

En el City no cambiarían las cosas para él. En 2017 se vio eliminado por la locura de aquel Mónaco de Mbappé y otra vez la regla del valor doble. En 2018 le cayó otra catarata de goles, contra el Liverpool, antes del descanso en la ida (del 0-0 al 3-0 en 19 minutos). En 2019 fue castigado por otro doblete de un jugador, Heung-Min Son, no tan fugaz como el de Rodrygo, que remató Fernando Llorente con un polémico gol para dar el pase al Tottenham a cuartos.

De Portugal a Turquía

Llegados a las últimas dos ediciones, el agujero hecho por el dolor no hizo más que hacerse más profundo. Y el dolor, más agudo. En 2020, en el mini-torneo de Portugal por la pandemia, por caer contra la cenicienta de los cuartos, el Olympique Lyon, con dos goles de Moussa Dembélé en el 79' y en el 87'. En 2021 por lo obvio que es la frustración de perder una final, disputada en Estambul y la primera de la historia del club, ante el Chelsea (0-1).

La Champions se ha desbordado de malos recuerdos para Guardiola. La noche del miércoles del Bernabéu se suma a la lista. En el fútbol, como en la vida, manda el corazón. Más que cualquier idea que pueda salir de una cabeza pensante. Y Pep, el 'filósofo', como le llamaba Ibrahimovic hace años, no da con la tecla.