El FC Barcelona está teniendo un final de temporada realmente atípico. Los azulgranas no se jugaban absolutamente nada en la despedida del curso ante el Villarreal, pero aun así no le pudieron dar una última alegría a su afición. Los culés cayeron en casa por 0-2, pero apenas tuvieron tiempo de pensar en la derrota porque nada más terminar el partido, tuvieron que poner rumbo a la otra parte del mundo para seguir recaudando algo de dinero que les sirva para paliar sus deudas.
Los jugadores fueron directos desde el Camp Nou hasta el aeropuerto de la Ciudad Condal para tomar un vuelo que les llevaba hasta Australia. Allí harán una última y esperpéntica aparición antes de afrontar unas vacaciones que serán más inmerecidas que nunca, al menos a tenor de sus resultados deportivos.
Mientras otros se juegan la Champions y ya han consolidado su supremacía en La Liga, el Barça ha aterrizado en Sídney después de casi un día completo en un avión para recaudar cinco millones de euros. Todo gracias a uno de los extraños acuerdos firmados por Joan Laporta para intentar sacar algo de dinero y sanear las diezmadas cuentas de la entidad. Esto con el objetivo de poder soñar este verano con fichajes como los de Lewandowski.
Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero. Eso dice un refrán que al Barça no le queda más remedio que cumplir a rajatabla. Con esos cinco 'kilos', el club azulgrana no podrá hacer maravillas, pero no están para desperdiciar ninguna oportunidad de ganar algo de dinero. Y todo por una gira de lo más extraña en la que no estarán ni Joan Laporta ni Mateu Alemany, quienes se han quedado a intentar reconstruir una plantilla en ruinas con muchos frentes abiertos.
Horas, kilómetros y poco dinero
El Barça afronta un final extraño de temporada en Sídney. En total han sido 23 horas de viaje para recorrer lo más de 17.000 kilómetros que hay entre la Ciudad Condal y la urbe australiana. La expedición culé además ha hecho escala en la ciudad de Darwin. Y todo para disputar un único partido por el que se van a embolsar unos cinco millones de euros. Toda ayuda es poca para salir de su agudizada crisis, la cual vuelve a ser un problema para poder reforzar el equipo este verano.
La bienvenida que ha tenido el club ha sido por todo lo alto, ya que los aficionados australianos estaban deseando poder ver a algunos de sus ídolos. No han podido disfrutar de todos, ya que solo han viajado unos 20 futbolistas en una expedición culé que ha estado descabezada. Al presidente Joan Laporta no le hacía mucha gracia tener que realizar este viaje en estas fechas y ha preferido quedarse en Barcelona intentando cerrar algunos asuntos.
El conjunto culé ya ha tenido una sesión de entrenamiento en territorio australiano ante más de 10.000 personas, llevando por completo la locura a la ciudad. Este miércoles disputarán ese partido amistoso que tenían firmado desde hace meses en el Accor Stadium contra un combinado de estrellas de la A-League. Un partido que para el Barça es un problema de fin de curso y que para los jugadores locales será como un premio y un regalo al tener la oportunidad de medirse frente a frente con algunos de los mejores futbolistas del mundo.
En la madrugada del jueves al viernes será momento para hacer las maletas y regresar a casa para comenzar, ahora sí, las vacaciones. A esta gira han acudido Ter Stegen, Araujo, Busquets, Dembélé, Dani Alves, Memphis, Ansu Fati, Adama, Luuk de Jong, Jordi Alba, Frenkie de Jong, Umtiti, Aubameyang y Gavi del primer equipo. Junto a ellos han viajado los canteranos Balde, Álvaro Sanz, Arnau Tenas, Mika Mármol, Jandro y Aranda. El propio Xavi ha reconocido que espera que su equipo dé su mejor versión para que la gente disfrute y puedan cerrar así la temporada con un mejor sabor de boca que contra el Villarreal.
Los problemas del Barça
Esta sorprendente gira del FC Barcelona responde a sus muchos problemas económicos. Solo ingresarán cinco millones de euros, aunque poco más se podía esperar por un solo partido. Lo realmente dañino de esta minigira es haber tenido que hacer 34.000 kilómetros e invertir casi dos días en vuelos para ello. Pero las penurias financieras aprietan y el Barça necesita dinero de donde sea.
El club tiene varios planes en mente con los que espera poder llegar a ingresar unos 900 millones de euros que les permitan ir poniendo parches a sus numerosas deudas. Estos saldrían de cerrar los acuerdos que tiene pendientes con CVC, All Sport Finance y Goldman Sachs, con quien negocia el 30% de sus derechos televisivos y la compra de BLM, Barça Licensing & Merchandising.
Estos tres grandes acuerdos deben estar cerrados antes del 30 de junio para que el Barça pueda llevar a cabo su planificación deportiva con una situación mucho más desahogada en sus cuentas. Eso y conseguir cerrar procesos de venta de una manera temprana para poder aligerar su masa salarial. El Barça cuenta ahora mismo en nómina con hasta 34 futbolistas para la temporada que viene.
En la rampa de salida se sitúan nombres habituales como Umtiti, Lenglet, Riqui Puig, Pjanic, Trincao o Martin Braithwaite. Ya hay jugadores que saldrán como Luuk de Jong, que regresa al Sevilla tras su cesión, o Adama Traoré, que también vuelve al Wolverhampton y por el que no se ejercerá una opción de compra de 30 'kilos'. Además, el Barça tiene que resolver varias situaciones de riesgo en la plantilla.
Una de ellas es decidir qué hacer con un futbolista como Dani Alves que va camino de los 40 años y que, a pesar de que tiene el salario más reducido de la plantilla, no ha dado el nivel que se esperaba de él. El brasileño no es el jugador sobre el que crear el nuevo proyecto del Barça. Otro es Sergi Roberto, cuya renovación se está cerrando en las últimas horas y es uno de los motivos por los cuales Joan Laporta y Mateu Alemany no han viajado. Se espera que el anuncio llegue en los próximos días.
Y la madre de todos los casos es el de Ousmane Dembélé. El extremo francés está a poco más de un mes de terminar su contrato con el Barça. Ha vuelto a jugar y ha sido el mejor en la segunda mitad de la temporada, pero lleva una infinidad de semanas sin responder a los intentos de acercar posturas del FC Barcelona.
En el club creen que ya tiene un acuerdo con otro equipo, pero la permanencia de Mbappé en el PSG ha dado un pequeño halo de optimismo. París parecía ser su destino y ahora que el de Bondy se queda, se antoja complicado su fichaje. Además, la salida de Leonardo del Parque de los Príncipes tampoco le ayuda. No obstante, nadie en la entidad sabe nada.
El Barça tiene más asuntos que resolver como son los casos de Christensen o Kessié, dos futbolistas que ya están cerrados de manera extraoficial, pero que no pueden ser inscritos hasta que haya algunas salidas en la plantilla. Y el Barça necesita aligerar una enorme cantidad de masa salarial para ello.
En el horizonte aparece el caso de Robert Lewandowski. El club ya ha hecho un primer acercamiento por el delantero polaco que supera ligeramente los 30 millones de euros, pero el Bayern no estaría dispuesto a bajar de 50-60 'kilos'. Por lo tanto, esa vía está parada en estos momentos. Aún así, de llegar a un acuerdo, el Barça tiene ahora mismo imposible poder inscribirle. Lo mismo sucedería con la larga lista de nombres que se les ha relacionado. Desde Marcos Alonso hasta Gayà pasando por Carlos Soler o Januzaj.
Para ello tendría que conseguir la salida de jugadores importantes en la plantilla. Y ahí todas las miradas apuntan a casos como Ter Stegen, Sergiño Dest, Memphis Depay o Frenkie de Jong. Ninguno quiere abandonar el Barça por ahora, pero lo cierto es que sin alguna venta de este tipo, el Barça no podrá llevar a cabo su plan con éxito. Ni siquiera aunque repita viajes como el de Australia cada fin de semana del verano.
[Más información: El agente de Lewandowski, a la guerra: "Puede jugar en el club de sus sueños; el Bayern es historia"]
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