Voulgaris, el nuevo dueño del Castellón: de hacerse rico apostando en la NBA a su guerra contra Doncic
El greco-canadiense, que ha hecho su fortuna jugándose millones de dólares en la mejor liga de baloncesto, sueña con llevar al equipo a Primera.
22 julio, 2022 02:15Haralabos Voulgaris es un nombre que se va a hacer muy popular en el fútbol español a partir de ahora. Ya lo es en Castellón, la ciudad en la que ha desembarcado y en la que ha arrancado un nuevo proyecto. Es el claro ejemplo de otro inversor extranjero que llega al balompié patrio con el objetivo de llevar a la élite a otro club histórico de nuestro país.
Este millonario greco-canadiense acaba de convertirse en nuevo propietario de la entidad de Castalia para la cual tiene grandes proyectos en mente. El más importante de todos es conseguir que el club regrese a la Primera División. Para ello, sabe que tendrá que invertir mucho dinero, pero está dispuesto a correr ese riesgo. No quiere dejar pasar la oportunidad de hacer historia ahora que ha llegado a la propiedad de un club.
El conjunto castellonense cambia de manos después de que el antiguo accionista mayoritario, Capital Albinegro, haya llegado a un acuerdo para la venta de sus participaciones. Una operación que recibió el martes pasado la autorización del Consejo Superior de Deportes y que ya se está tramitando.
De esta manera, Vicente Montesinos, antiguo presidente del club, deja su cargo en manos de Haralabos Voulgaris, quien se convertirá en nuevo propietario y CEO del club. Una operación que se ha cerrado en torno a los 2,5 millones de euros y que llega en un momento clave en la historia del club. Justo cuando el CD Castellón está celebrando su centenario. Por ello, este trascendental movimiento supondrá un antes y un después en la leyenda de la entidad.
La fortuna de Voulgaris
El CD Castellón ha hecho oficial la llegada de un cambio muy importante en sus altas esferas. Un movimiento trascendental para su pasado, su presente y, sobre todo, para su futuro. Justo cuando celebra su centenario, su anterior accionista mayoritario, la sociedad Capital Albinegro, ha llegado a un acuerdo para la venta de sus acciones a una especie de empresario greco-canadiense que tiene cierta vinculación con el deporte.
Sin embargo, sus raíces no están en el mundo del fútbol, sino en el baloncesto. Concretamente en la NBA. "El Club Deportivo Castellón quiere comunicar que el accionista mayoritario de la sociedad, Capital Albinegro, ha alcanzado un acuerdo para la venta de sus participaciones. La compraventa ha sido formalizada esta tarde en una notaría de Valencia tras la preceptiva autorización de la operación por parte del Consejo Superior de Deportes", así lo anunciaba la antigua propiedad de la entidad entre el martes y el miércoles después de completar la operación con éxito.
Ya hacía algún tiempo que el nombre de Haralabos Voulgaris había empezado a circular por Castalia. Un personaje de lo más particular. Será la primera vez que el club esté en manos de capital extranjero. Una circunstancia que parecía cuestión de tiempo, ya que antes de la llegada de Voulgaris, la propiedad saliente estuvo en negociaciones con los argentinos Gustavo Ranucci, Adrián Varela y el exfutbolista Maxi López. Sin embargo, las conversaciones no llegaron a buen puerto y estos se lanzaron a la compra del Birmingham City.
Así pues, finalmente, quien llega a Castellón es Haralabos Voulgaris, un experto en numérica, definido él mismo como un 'loco de los números', que tiene un pasado muy reconocible en la NBA, donde hizo buena parte de su gran fortuna. Sus años de gloria llegaron en la década de los 90, cuando realizó sus inversiones y sus apuestas más acertadas. Jugándose el dinero en los partidos de la mejor liga del mundo fue como, poco a poco, labró una fortuna inmensa. Esta le ha permitido ahora comprar el Castellón y plantearse seriamente el sueño de subirlo a Primera.
Empezó a apostar en partidos de la NBA y terminó amasando una fortuna millonaria. Tanto es así que sus últimas apuestas llegaron a ser incluso de un millón de dólares para un solo partido de la mejor liga de baloncesto del mundo. Estaba lanzado y así fue como se hizo con un suculento botín.
Al ser un apasionado de los números, utilizaba las matemáticas para establecer fórmulas y procesos que le permitieran apostar con la mayor seguridad posible. Terminó teniendo a un equipo de expertos y eruditos trabajando para sus movimientos. Era la élite. Y como tal se terminó convirtiendo en una persona que manejaba mucho dinero, algo que le ha permitido comprarse ahora su propio club y que antes le hizo despertar el interés de varias franquicias en la propia NBA.
Guerra en los Mavericks
Una vez comenzó a invertir, y a ganar, grandes cantidades en la NBA, se labró una reputación y un nombre muy importante dentro de la liga. Todo aquel que quería ganar dinero de forma rápida terminaba pronunciando alguna vez el nombre de Haralabos Voulgaris. Así fue como Marc Cuban, dueño de los Dallas Mavericks, terminó acercándose a él.
Si él era capaz de saber lo que iba a pasar en los partidos y de jugarse buena parte de su dinero para después aumentar sus ganancias, quizás era interesante tenerlo trabajando para un equipo. Por ello, el dueño de la franquicia texana se puso en contacto con él para ofrecerle un puesto.
De buenas a primeras se convirtió en el nuevo Director de Investigación y Desarrollo Cuantitativo, además de en una de las personas de confianza de Cuban. Ser mano derecha y amigo del propietario del equipo ayuda bastante en estos casos en los que hay tanto en juego. En los Dallas Mavericks permaneció tres años, hasta que la situación se hizo insostenible.
Su rendimiento fue notable e intentó ayudar desde su parcela al crecimiento de los 'Mavs'. Sin embargo, se extralimitó en sus funciones. Abrió una guerra contra la estrella de la franquicia, Luka Doncic. Una pugna que, debido al talento y a la juventud del esloveno, no podía ganar. Quizás su habilidad especial no fue capaz de ver venir un revés que se convirtió impredecible para él y que iba en contra de sus predicciones.
La relación con el exjugador del Real Madrid se fue haciendo más y más tirante y finalmente, su amigo Marc Cuban terminó tomando la complicada decisión de cesarle de su puesto. Tras salir de los 'Mavs', Haralabos tenía ofertas para seguir en otros equipos de primer nivel de la NBA. Sin embargo, su sueño siempre había sido tener su propio club. Y, a poder ser, de fútbol.
Por ello surgieron opciones como la del Birmingham City, la cual no fructificó. El siguiente paso fue hablar con la propiedad del CD Castellón y llegar a una solución para intentar salvar a la entidad de la quiebra y de la desaparición. Es decir, de la quema. Voulgaris aprovechó su guerra contra Doncic, la cual le acarreó una salida de Dallas, para encontrar su nuevo horizonte en Castalia. Un club al que llega con grandes promesas en pleno centenario.
Un Castellón de Primera
En sus últimas apariciones, el inversor y empresario greco-canadiense ha dejado patente su felicidad por llegar a Castellón y por haberse hecho con el control de un club histórico del fútbol español. De hecho, ya ha transmitido que su objetivo a medio plazo es poder subir al equipo a la Primera División del fútbol español.
Para eso todavía queda mucho, pero Voulgaris sabe que pelear su objetivo le costará tiempo y, sobre todo, dinero. Al menos al principio. Él ya ha dejado claras cuáles son las líneas maestras de su proyecto. Y lo siguiente será cerrar contrataciones de nivel. De momento, solo se ha fichado al defensa Manu Sánchez y a Rubén Torrecilla, el nuevo entrenador. Será él quien se ponga al frente de las disparatadas ideas un temible Voulgaris.
El greco-canadiense, a su llegada, no solo ha dejado claro que su procedencia es la NBA y que su fama reside en buena parte en su enfrentamiento con Doncic. También ha intentado dejar claro cómo recompondrá al equipo directivo. Este estará gestionado a través de la empresa Pitch32. Ahí tendrá a varias personas de su máxima confianza.
El primero de ello será Richard Bentley, quien se encargará de toda la parcela financiera. En segundo lugar, estará Robin Taylor, quien entrará en el equipo de Comunicación y Marketing. Y por último Dave Reddin, que estará más centrado en la parcela deportiva. Reddin trabajará de manera conjunta con la dirección deportiva que ya existe, liderada por Fernando Gómez Colomer, quien cuenta con la total confianza de la nueva propiedad y de los miembros que están de estreno.
La llegada del inversor greco-canadiense pretende dar un aire nuevo al club. Hacerlo todavía más profesionalizado y sofisticado. Una entidad que se regirá a través de la más alta tecnología. Y que a partir de ahí intentará mejorar sus resultados y sus dinámicas.
En sus primeras apariciones, Voulgaris ya ha dejado bastante claro cuál quiere que sea su proceder y sus objetivos de cara al futuro. Sueña con un Castellón en Primera División, aunque sabe que eso le costará mucho trabajo y también mucho dinero. Ese que consiguió llevar hasta su cuenta corriente siendo uno de los mejores apostantes de la NBA.
"Creo que el Castellón puede llegar a Primera, pero hará falta mucho trabajo. Quiero y creo que se puede conseguir. Y además supondría un montón de dinero. Sé que en Primera RFEF los ingresos no son muy altos. Sé que costará tiempo y dinero, pero tenemos un plan y lo vamos a seguir para llegar donde queremos".
Haralabos Voulgaris ha dejado claro que, a pesar de este último movimiento, tiene claro que el club es de la ciudad y de sus aficionados. Y que su misión será que estos lo disfruten y estén orgullosos del equipo. Ha aclarado también que no estará cada día en Castalia, pero que tiene a un importante conglomerado que trabajará para él y que le tendrá siempre conectado con el club.
Además, también ha aclarado que en los últimos años ha estudiado y seguido mucho más el fútbol que el baloncesto y que, como apasionado de los números, tiene controlado el modelo de crecimiento que necesita el fútbol español. Y para ello beberá de diferentes fuentes, algunas de ellas situadas en Inglaterra: "Uno de los modelos de club que me gustan es el de Tony Bloom en el Brighton. No digo que haremos lo mismo, pero me gusta cómo trabaja". Así es cómo se ha presentado el nuevo proyecto del millonario del Castellón, quien construyó su fortuna entre apuestas en la NBA y guerras con Doncic.