Así es el proyecto del Al-Nassr para jubilar a Cristiano Ronaldo

“Estoy ansioso por experimentar una nueva liga de fútbol en un país diferente. La visión que tiene el Al-Nassr Club es muy inspiradora y estoy emocionado de unirme a mis compañeros de equipo”. Son las primeras palabras de Cristiano Ronaldo como nuevo futbolista del conjunto árabe después de que se hiciera oficial el fichaje del crack portugués, una megaoperación que ha vuelto a poner el fútbol patas arriba.

Los petrodólares siguen haciendo de las suyas en el balompié y este fichaje es una confirmación de que Arabia Saudí es uno de los principales actores en el mundo del deporte. Este país alberga la Supercopa de España, patrocina grandes eventos y hasta equipos punteros en el ciclismo, peleará por hacerse con el Mundial de 2030 y ahora tiene en su poder a uno de los futbolistas más importantes de las últimas décadas.

A Cristiano Ronaldo le han convencido a base de puro talonario. No hay otro motivo, ya que en ningún caso pueden vender la competición como un atractivo. El fútbol de Arabia Saudí no es ni competitivo ni reconocido en el resto del planeta, por lo que el luso se marcha a un retiro dorado, lleno de billetes, pero lejos de lo que a él le gusta, la máxima exigencia y los grandes focos mediáticos.

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Una megainversión

El pasado viernes 30 el Al-Nassr hizo oficial el fichaje de Cristiano Ronaldo. Era un secreto a voces, porque el interés sonó con fuerza desde el momento en el que el delantero rescindió su contrato con el Manchester United. De la alta competición, la Premier League y el Mundial, directamente a la liga árabe en cuestión de semanas.

El portugués esperó durante tiempo una llamada de algún equipo que le permitiera seguir en la élite. Soñó con regresar al Real Madrid, pero no hubo nada de cierto en aquel reencuentro. Tampoco fructificó ninguna opción en otros clubes de Europa, así que se vio en un callejón sin salida, al menos para seguir jugando al más alto nivel. La opción del fútbol saudí se quedó prácticamente como la única alternativa, y a CR7 no le quedó más remedio que aceptarla.

200 millones de euros por dos temporadas y media tienen la culpa de que Cristiano Ronaldo haya terminado donde hasta hace poco él mismo renegaba. Un contrato fuera del alcance prácticamente de cualquier otro club del mundo que le va a permitir poner el punto y final a su carrera deportiva haciendo todavía más grande su cuenta bancaria. 

Firma con 37 años, y terminará su compromiso con 40, el momento perfecto seguramente para colgar las botas y dejar atrás una carrera plagada de éxitos. Al menos, terminará siendo el futbolista mejor pagado del planeta, que no es poco.

Sin competitividad

Si algo ha caracterizado a Cristiano Ronaldo a lo largo de su carrera deportiva ha sido un afán de superación y de respeto absoluto por la competición. Su pelea con Leo Messi por convertirse hace años en el mejor futbolista del momento le hizo más grande, y sobre todo durante su estancia en el Real Madrid se hartó, en el buen sentido de la palabra, de levantar títulos tanto individuales como colectivos que le colocaron en lo más alto.

El Manchester United, el Real Madrid o la Juventus, Cristiano siempre ha estado en equipos potentes de Europa, de esos que pelean por lo máximo en todas las competiciones en las que forman parte. A eso hay que añadirle su aportación inestimable y su leyenda en una selección como Portugal con la que también consiguió hitos importantes como la Eurocopa de 2016.

Ahora, sin embargo, todo va a ser muy diferente. El Al-Nassr milita en la máxima categoría del fútbol de Arabia Saudí, pero el nivel de esta división está muy lejos del que acostumbra a jugar Cristiano. Al menos, el luso tendrá el aliciente de pelear por el título de liga porque el equipo de Riad se encuentra actualmente metido en la pelea por la primera posición. 

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De jugar la Champions League en los últimos años (aunque ya no lo hacía en el Manchester United), el delantero pasará como mucho a disputar la Liga de Campeones de la AFC, el equivalente a la 'Champions Asiática'. Ahora bien, esta competición no tiene ni el nivel ni los focos mediáticos que acapara la gran competición europea, donde se dan cita los mejores equipos del mundo.

En el Al-Nassr, Cristiano coincidirá con hombres experimentados como el guardameta David Ospina, el brasileño Luiz Gustavo o Vincent Aboubakar, actual máximo goleador del equipo y próximo socio en el ataque. El español Álvaro González también milita en el conjunto saudí que está dirigido por el francés Rudi García.

En el Al-Nassr prometen, por lo tanto, aspirar a ganarlo todo en Arabia Saudí y en Asia con un refuerzo de este calibre, un pequeño consuelo deportivo para un futbolista que está acostumbrado a otros niveles de exigencia y de éxito. Además, se espera que Cristiano Ronaldo sea la imagen de la candidatura árabe para el Mundial 2030, una propuesta que, curiosamente, hará frente a la opción ibérica de Portugal y España.