La ruina de un Valencia en descenso: Mestalla en ebullición, Lim se niega a vender y llega Baraja
El Valencia es antepenúltimo en Liga y se medirá el lunes al Getafe en un duelo vital con un nuevo entrenador en el banquillo, Rubén Baraja.
14 febrero, 2023 02:15Más de 20.000 personas en la Avenida de Suecia, en los aledaños del estadio de Mestalla. Dentro ya ha empezado el partido entre el Valencia y el Athletic y en las gradas hay un gran vacío. Fuera están los que faltan, protestando contra Peter Lim y pidiendo su salida del club. La situación es insostenible.
El clima de tensión repercute en la situación del equipo. También vale a la inversa, según quién lo mire. El Valencia ha cerrado la jornada 21 de LaLiga en puestos de descenso y sin conocer todavía en lo que va de año la victoria en el campeonato doméstico (1 empate y 5 derrotas).
Por el camino se ha quedado Gennaro Gattuso. Es a Voro -por tercera vez en tres años- al que le ha tocado barrer el suelo. Sin resultados en tres partidos, el futuro del Valencia se decidió este martes a 15.000 kilómetros de la ciudad del Turia. El futuro de su banquillo, claro, porque el mando del club no está dispuesto a soltarlo aquel de quien piden su cabeza desde hace tiempo.
Miguel Corona, director deportivo del Valencia, y Javier Solís, director corporativo, viajaron a Singapur con un dossier con varias propuestas para el banquillo. No estuvo la presidenta Layhoon Chan, una ausencia difícil de entender. Sus últimas palabras en público, el 1 de febrero, fueron que no van "a salir corriendo": "No va con nosotros el vender e irnos ante una dificultad". Lo contrario a lo que pide la mayoría de la afición.
Sobre la mesa estabnn nombres como Vicente Moreno -el favorito inicial, pero con contrato con el Al-Shabab- y Rubén Baraja -opción de la casa, sin entrenar desde 2020. Sonó Nuno Espírito Santo, 'enchufado' de Jorge Mendes, pero se descarta que Lim vaya a pagar los 6 millones de su cláusula con el Al-Ittihad saudí. El elegido, finalmente, ha sido Baraja y se ha prescindido de Voro.
El Valencia no sale de esa deriva en el banquillo que empezó en septiembre de 2019 con el despido de Marcelino por orden de Peter Lim. El técnico asturiano había metido al equipo en Champions League y ganado al Barcelona la final de la Copa del Rey, "una competición menor" para el magnate singapurense, según el propio Marcelino.
El equipo se sostuvo de alguna manera con Albert Celades, en posiciones europeas en Liga y logrando pasar de fase de grupos en Champions -caería en octavos contra el Atalanta-. Llegó la pandemia y no hubo manera de reflotar una nave que a día de hoy sigue descubriendo su fondo.
Vestuario venido a menos
Tras Marcelino, el Valencia ha ido a un entrenador por temporada. Ni Celades, ni Javi Gracia, ni José Bordalás, ni ahora Gattuso duraron más. Solo Bordalás pudo acabar el curso -noveno en Liga y finalista en Copa- y fue despedido por teléfono, enterándose por los medios que ya tenía sustituto.
Lo de Gattuso llegó tras sentir el italiano que poco podía hacer para salvar la situación, y así lo comunicó a la directiva. Su pensamiento estaba motivado por la ausencia de fichajes durante el mercado de enero. Una austeridad drástica desde las oficinas que ha llevado al equipo a estar donde esta hoy.
El Valencia ha tenido que vender (y mucho) para hacer frente a los daños provocados por la pandemia. Ha obtenido en los últimos tres años 145,15 millones por las salidas: en 2020 se fueron Ferran Torres (33,5), Rodrigo (30), Kondogbia (15) o Parejo (2,25); en 2021 dijo adiós libre Kang-In Lee; y en 2022, Guedes (32,6) o Carlos Soler (18).
El único fichaje ilusionante fue el de Edinson Cavani, un delantero que este martes cumple 36 años y ahora está lesionado. El desembolso realizado en tres años ha sido de 25 millones y la mayoría de incorporaciones han sido mediante cesiones (14 préstamos). Son los números de un proyecto deportivo sin rumbo.
La pérdida de referentes
La paciencia se ha agotado hasta el punto de, para mandar un mensaje contundente, vaciar Mestalla. Es una decisión que duele dentro de la plantilla, por jugar en casa en este ambiente. Esto se reflejó en José Luis Gayà, un capitán al que la afición che siempre ha tratado con cariño y ha sido agradecida con él por quedarse y renovar hasta 2027 a pesar del estado de Valencia.
Gayà dejó una polémica imagen en el partido contra el Athletic, diciendo a su compañero Diakhaby que no hacía falta disculparse con la afición tras la derrota y acabar en puestos de descenso. "No están", dijo recordando los miles de asientos vacíos que hubo durante casi 20 minutos al inicio del encuentro. Sin Parejo o Soler, un enfrentamiento con Gayà es un enfrentamiento con el único pilar que queda en Mestalla.
Las cámaras de @Gol captaron esta escena entre Gayà y Diakhaby al final del partido
— Directo Gol (@DirectoGol) February 12, 2023
El @valenciacf está en zona de descenso tras perder ante el @AthleticClub
#DirectoGol pic.twitter.com/wPgRIuSoc1
A nivel institucional, la inestabilidad ha sido la misma. Infinidad de proyectos deportivos, ahora con Corona al frente de la planificación de la plantilla siempre bajo el visto bueno del máximo accionista. Cambios en la presidencia, con el despido de un Anil Murthy enfrentado a las autoridades, pero que lo que acabaría con él fueron unos audios filtrados en los que criticaba a Lim.
Y es Peter Lim el que no se mueve porque solo Peter Lim le puede mover. El 90,5% de las acciones del Valencia es suyo y ha rechazado propuestas para su venta. Alguna rocambolesca como la de aquel príncipe de Johor -siendo el exfutbolista Robert Pirès su intermediador-, alguna más realista como la vía de escape que ofrece el exvicepresidente che Miguel Zorío. Sin señales de cambio -a ver ahora con Baraja en el banquillo-, el Valencia avanza sin rumbo y en puestos de descenso.