El Gobierno camufla su fracaso en el TAD pidiendo una suspensión cautelar sin precedentes a Rubiales
La derrota provoca una reacción del Ejecutivo inédita en materia deportiva. Sólo la actuación de la FIFA salva al CSD de que Rubiales siga en el cargo.
2 septiembre, 2023 02:33La decisión del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) de no considerar muy graves las infracciones de Luis Rubiales en la final del Mundial femenino ha supuesto un fracaso para el Gobierno. El Consejo Superior de Deportes (CSD) no podrá suspender cautelarmente al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y sólo la intervención de la FIFA ha impedido que continúe en el cargo a día de hoy.
La inacción del Ejecutivo a la hora de desarrollar la Ley del Deporte de 2022 ha imposibilitado al TAD poder haber tipificado el beso de Rubiales a Jenni Hermoso como una falta muy grave por el protocolo de actuación contra la violencia sexual. El CSD tenía hasta el 30 de junio para haber redactado el reglamento de disciplina deportiva. Sin embargo, no lo hizo y se tuvo que aplicar la Ley de 1990 y el Real Decreto 1591/1992.
Así se lo recuerda el propio TAD en la resolución a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL en exclusiva: "No habiéndose desarrollado reglamentariamente por el Gobierno" el reglamento sancionador de la nueva Ley, sigue entonces rigiendo la anterior de hace 23 años.
Tras el varapalo, el Ejecutivo de Pedro Sánchez pedirá al TAD que sea el propio tribunal quien suspenda de forma temporal de su cargo a Luis Rubiales. Una decisión controvertida, excepcional hasta la fecha y con una fundamentación jurídica más que discutible.
Sólo el presidente del Tribunal, Francisco de Miguel Pajuelo, presentó su voto particular sobre la resolución adoptada por la mayoría de los seis miembros que forman parte del Tribunal. La derrota del CSD fue contundente. Rubiales, a través de su nuevo perfil en la red social X (ante llamada Twitter), celebró el desenlace y afirmó: "Quienes deben garantizar la separación de poderes presionan en mi contra".
La respuesta del Gobierno la personificó Miquel Iceta en una rueda de prensa. El ministro de Cultura y Deporte anunció entonces que el CSD pedirá al TAD que suspenda temporalmente a Rubiales a pesar de haber calificado sus faltas sólo como graves.
La vía ordinaria
Una decisión sin precedentes y que, según los juristas expertos en materia deportiva consultados por este periódico, tiene pocos visos de prosperar. El Ejecutivo presentará su solicitud en base al artículo 102 de la Ley del Deporte de 2022 sobre medidas cautelares.
Este artículo dice que "el órgano competente para incoarlo podrá adoptar, mediante acto motivado y notificado a las personas o entidades interesadas, las medidas cautelares que sean necesarias para asegurar la eficacia de la resolución final que pueda recaer en dicho procedimiento, con respeto al principio de proporcionalidad".
Horas después, ya pasada la medianoche, fue Víctor Francos, presidente del CSD, el que anunció en una entrevista en la Cadena SER que el Gobierno llevará el pulso con Luis Rubiales hasta los tribunales ordinarios si hicera falta. El Ejecutivo "interprondrá un recurso contencioso administrativo" si el TAD vuielve a rechazar la petición de suspensión.
El Tribunal resolvió que no existió "abuso de autoridad" alguno y calificó el beso a la jugadora como un infracción grave por ser un "acto que atenta contra la dignidad y el decoro deportivo".
"Lo cierto es que este Tribunal no aprecia del vídeo la existencia de indicios mínimamente suficientes que evidencien, en el estadio preliminar en que nos encontramos, sospechas fundadas de una extralimitación grosera, arbitraria, consciente y voluntaria en el ejercicio de las funciones del presidente y en su beneficio personal", señaló el TAD en la resolución.
[Iceta pide al TAD suspender a Rubiales "temporalmente" pese a tachar sus actos de "graves"]
De esta forma, Rubiales se enfrenta a una inhabilitación entre un mes y dos años y no a una entre los dos y quince años como pretendía el Ejecutivo de Sánchez. La nueva petición realizada al TAD es un intento de camuflar la gran derrota del CSD, a pesar de que su posición siempre fue mucho más cautelosa ante el proceso que la que mostraron públicamente las ministras de Sumar y Podemos como Yolanda Díaz o Irene Montero.
Rubiales tiene ahora un plazo de 10 días para presentar sus alegaciones, mientras que el Gobierno continúa desgastándose con este caso cada hora que pasa. Por primera vez, el CSD pedirá al TAD que, en contra de la propia decisión tomada por los miembros del Tribunal, suspenda de forma temporal a un presidente de la RFEF.