De Burgos Bengoetxea, acorralado por jugadores del Sevilla y del Real Madrid. EFE
El 'caso Negreira' rompe la credibilidad del fútbol: de los "árbitros corruptos" a De Burgos Bengoetxea
Los colegiados están más en tela de juicio que nunca entre las acusaciones del juez y sus decisiones tan dudosas jornada tras jornada.
23 octubre, 2023 02:15Es cierto que el estamento arbitral ha estado siempre en el punto de mira de los aficionados y de los clubes. Los encargados de tomar decisiones han sido examinados con lupa desde hace muchos años, y ahora más todavía si cabe con la irrupción del VAR, pero hay un nuevo elemento que desde hace unos meses pone más en tela de juicio que nunca la credibilidad del colectivo arbitral.
El 'caso Negreira' ha dinamitado todos los cimientos del fútbol español desde que estalló uno de los mayores escándalos de la historia de nuestro balompié. El Fútbol Club Barcelona pagó durante casi dos décadas al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros cerca de 7 millones de euros, una práctica que ha levantado ampollas y que además ha desembocado en un proceso judicial.
Varios presidentes del Barça, el último de ellos Joan Laporta, están investigados en el caso, donde también están enjuiciados el propio Negreira y su hijo, pero cada vez que el caso avanza más se conocen aspectos mucho más serios que amenazan con poner en jaque la realidad que hemos visto durante los últimos años.
El juez apuntó que hubo "un grupo de árbitros corruptos" y que "los pagos produjeron los efectos arbitrales deseados por el Barcelona", unas sentencias que han resonado con fuerza en todo el fútbol español.
Las dudas son, por lo tanto, cada vez mayores y la honorabilidad del colectivo arbitral, al menos el de aquella época, desde luego que está muy tocada por aquellos pagos sistemáticos. Por si fuera poco, lo que sucedió esta última jornada en La Liga con De Burgos Bengoetxea y sus polémicas actuaciones contra el Real Madrid han disparado todavía más su cabe la polémica en torno a los colegiados.
De Burgos Bengoetxea
Con el mundo del fútbol español muy caliente después de conocer las últimas noticias en torno al 'caso Negreira', esta jornada de Primera División se presentaba como una prueba de fuego para los colegiados. Hay quien duda ya de cualquier decisión arbitral, y si encima estas son polémicas y afectan al principal rival del Barcelona en La Liga, la tensión se dispara.
Lo que se vivió en el Sánchez Pizjuán con la actuación de De Burgos Bengoetxea en el choque entre el Sevilla y el Real Madrid alimentó como nunca los fantasmas de los más y hasta de los menos conspiranoicos. Las tres polémicas decisiones que tomó en contra del conjunto blanco enervaron al club y rápidamente la conexión con el 'caso Negreira' entró en juego.
Vinicius supera a Navas REUTERS
Primero el colegiado anuló un gol por un fuera de juego muy dudoso de Bellingham, ya que los distintos ángulos de las repeticiones no están nada claros. Poco después, de nuevo otro tanto anulado al conjunto blanco por querer detener el juego sin sentido cuando el Real Madrid lanzaba un peligroso contraataque. Por último, una acción de Jesús Navas contra Vinicius que bien pudo ser señalada como penalti y que quedó en el limbo. Tres acciones determinantes.
De Burgos Bengoetxea es uno de los árbitros de peor recuerdo para el Real Madrid. Este colegiado ha protagonizado varios episodios, a cada cual más polémico, con el conjunto blanco como protagonista.
El colectivo arbitral está siendo ahora mismo vigilado con lupa, y tampoco ayudan las declaraciones de Estrada Fernández al afirmar que se creó una segunda sala VOR secreta que ni siquiera los clubes ni LaLiga conocían. Y en plena crisis, actuaciones como la de De Burgos Bengoetxea disparan la histeria colectiva, más aún con los autos del juez reforzando que hubo "un grupo de árbitros corruptos".
El victimismo de Laporta
Mientras el mundo entero vive escandalizado por el 'caso Negreira' y los pagos del Barça al exvicepresidente de los árbitros se ha convertido en un asunto que ha traspasado fronteras, en Barcelona mantienen un discurso muy diferente. Joan Laporta hace tiempo que adoptó el papel de víctima en este conflicto y lo demuestra cada vez que habla públicamente.
El presidente no ve un conflicto ético o de intereses en que la entidad culé pagara a Enríquez Negreira y a su hijo, también bajo su primer mandato, y lejos de pedir perdón a sus socios siempre ha seguido otro camino muy diferente. De hecho, es habitual que el mandatario recurra a un enemigo en común para tratar de cerrar filas y desviar la atención.
[Laporta, las mentiras del 'madridismo sociológico' y una bomba de humo en el 'caso Negreira']
Sucedió recientemente con sus manifestaciones acerca del 'madridismo sociológico', en las que afirmaba que el Real Madrid manejaba las altas esferas dentro del fútbol y de otros ámbitos de la sociedad. Un discurso que, por cierto, compra una buena parte del barcelonismo, que apenas habla o se manifiesta al respecto del 'caso Negreira'.
Una muestra de ello fue que Laporta tuvo que exponerse ante sus socios recientemente en la Asamblea. En ella, sin embargo, en pleno escándalo del 'caso Negreira', tan sólo se dieron cita 656 socios y únicamente uno de ellos trató de mostrar su disconformidad con la gestión del presidente, algo que su asesor intentó censurar inmediatamente.
El fútbol español agoniza entre dudas, autos y la sombra de una sospecha gigantesca por los pagos millonarios del Fútbol Club Barcelona al vicepresidente de los árbitros. Uno de los clubes más grandes del balompié nacional que está en tela de juicio y que ha llevado, indirectamente, a los colegiados y a la limpieza de la competición a estar más en el punto de mira que nunca.
