Vinicius firmando una camiseta a unos aficionados

Vinicius firmando una camiseta a unos aficionados EFE

Fútbol

Así es el oscuro negocio de la venta de camisetas firmadas por futbolistas: mafias que utilizan a niños

El altercado de Iñigo Martínez con un joven 'aficionado' a la salida de un entrenamiento del Barça ha sido el último episodio de este tipo que han sufrido los futbolistas de élite. Se sienten víctimas de un mercado ilegal. 

5 abril, 2024 20:13

Hace unos días, un jugador del FC Barcelona se convirtió en protagonista de un desafortunado incidente. Era Íñigo Martínez, quien se reveló ante los insultos que le dedicó un menor de edad a la salida de un entrenamiento del conjunto catalán. Al parecer, el joven le pidió al central español que detuviera su coche para que le firmara un autógrafo o hacerse una foto.

Este no lo hizo, a lo que el chico respondió con graves insultos. El defensa culé, harto de haber vivido esta situación en ocasiones anteriores, como le ha sucedido también a infinidad de compañeros, paró su coche y se bajó a recriminar al chico su actitud. Una discusión que por momentos estuvo a punto de desembocar una situación mucho peor. 

Sin embargo, entre las personas allí presentes que intentaron mediar y gracias a que Iñigo Martínez consiguió enfriar su cabeza a tiempo, todo quedó en susto. Eso sí, un susto grabado. Pero lo más grave de este asunto es que no es la primera vez que pasa una situación similar. Tanto es así que los futbolistas ya tienen perfectamente reconocidos quienes son las personas que les insultan porque acuden recurrentemente a la salida de los entrenamientos. Son precisamente este tipo de chavales los que después dan forma a la mafia de la venta de camisetas y fotos firmadas por jugadores y los que utilizan a los futbolistas para presumir en sus redes sociales. 

El choque entre los futbolistas y estos aficionados

Este asunto ha generado un enorme debate últimamente, especialmente desde que algunos futbolistas como Iñigo Martínez han plantado cara a quienes les exigen estas firmas y fotos a golpe de insulto y amenaza. El modus operandi es muy sencillo. Chavales de edades tempranas, normalmente entre los 15 y los 20 años, esperan a la salida de los jugadores. 

Hasta allí suelen llegar con dos objetivos. Uno puede ser obtener la firma de un jugador en alguna camiseta. Y otra, grabar un pequeño vídeo o hacer una foto con el que después presumen en redes sociales para ganar popularidad y seguidores. Y si los jugadores deciden no parar, estos les persiguen, insultan e incluso golpean sus coches aprovechando, por ejemplo, parones en rotondas y semáforos. 

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La gravedad de este asunto es que los rostros que suelen ver los futbolistas a través de sus ventanillas son recurrentes. Por ello, tardan poco en diferenciar a un aficionado de verdad que solo quiere una foto con su ídolo del que ya se ha grabado decenas y decenas vídeos con ellos o que les han llevado varias camisetas para firmarlas. 

Es ahí precisamente donde se llega el principal conflicto, ya que estos chicos se aprovechan de la bondad de algunos jugadores para poner las camisetas autografiadas a la venta a precios desorbitados para sacarse un dinero a su costa. Una tendencia tan repetida que se ha llegado a montar un negocio y una mafia que utiliza a menores alrededor de este tráfico y que ha provocado que incluso programas como Equipo de investigación de laSexta sigan estos casos de cerca. 

Un problema recurrente

Iñigo Martínez ha sido el último ejemplo de una tendencia que se viene repitiendo en los últimos meses y años. Además, el problema es especialmente grave en el FC Barcelona, ya que han sido varios los futbolistas que han tenido desencuentros desagradables con aficionados a la salida de la Ciudad Deportiva Joan Gamper en Sant Joan Despí. 

Varios compañeros del central azulgrana como Ronald Araujo, Joao Cancelo o Joao Félix han vivido situaciones muy similares. Pero también otros futbolistas que o ya no están en el club como Messi, Umtiti, Abde o Jordi Alba, o que incluso se han retirado como Gerard Piqué, han tenido que afrontar situaciones tan desagradables como la que padeció Iñigo Martínez. 

Los incidentes de Messi, Umtiti e Iñigo Martínez con aficionados del Barça

Los incidentes de Messi, Umtiti e Iñigo Martínez con aficionados del Barça

En el Barça el problema es recurrente. Sin embargo, futbolistas de otros equipos como Sergio Ramos o Thibaut Courtois también han tenido altercados de semejante índole. Y es que los aficionados terminan haciendo locuras como tumbarse en mitad de la carretera o aporrear los coches de las estrellas. Todo para conseguir que paren y poder hacer negocio con sus fotos, vídeos y camisetas firmadas. Uno de los casos más graves lo vivió Robert Lewandowski, a quien le robaron un reloj en uno de esos encuentros violentos con aficionados. 

El problema real de estas situaciones es que muchos de estos niños son utilizados por mafias para conseguir esas camisetas firmadas de los futbolistas. Después, estas son vendidas en internet, especialmente en páginas de subastas y de artículos de segunda mano. Por eso, se llegan a pagar entre 200 y 500 euros por algunas de estas camisetas de jugadores como Gavi o Lamine Yamal

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Y quienes no participan de estas mafias, utilizan a los futbolistas para provocar situaciones tensas y violentas para después difundirlo en redes sociales y generar repercusión con sus cuentas. "Hay gente que sabe que me paro bastante y cogen camisetas o guantes, hacen una foto mientras lo firmo y lo ponen en venta". Esto decía Courtois en el año 2022. 

Por ejemplo, el portugués Cancelo, evidenciaba que le daba tiempo a reconocer a los mismos chicos un día tras otro: "Sois más pesados... Madre mía. Todos los días aquí. No podemos parar todos los días. No son seguidores, son niños de 20 años que están todos los días ya sea en la puerta del centro de entrenamiento, o cuando estoy con mi hija en un parque o cenando con mi novia".

"Piden autógrafos en cromos y camisetas para venderlos más tarde. Esto todos los días y siempre las mismas personas, que no saben respetar el espacio de otros". Esta es la verdadera razón por la que los futbolistas llegan a perder los nervios como le ha sucedido ahora a Iñigo Martínez, con el objetivo de evitar que sus firmas generen después todo en mercado sumergido con el que estas personas se enriquecen.