El fin de fiesta de Nacho en Cibeles: beso a la diosa, trofeo en alto y foto para el recuerdo de los capitanes

El Real Madrid culminó su gran fiesta por el 36ª título de Liga con la imagen más esperadas de todas. Nacho Fernández, capitán del conjunto blanco, fue el encargado de ofrecer el trofeo a la afición y colocar la bufanda del equipo a diosa Cibeles en la fuente donde siempre acuden a celebrar los títulos.

El capitán blanco tuvo el honor de protagonizar esa escena. Un gesto que representa una nueva conquista del Real Madrid y que aspiran a repetir en varias semanas, aunque para ello tendrán que vencer al Borussia Dortmund en la final de la Champions League. 

La Cibeles fue la última parada de la plantilla y el staff en una mañana primaveral de domingo. Previamente fueron recibidos por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la Real Casa de Correos y por el alcalde, José Luis Martínez Almeida, en el Palacio de Cibeles.

El público fue un protagonista más de la fiesta. Millares de aficionados salieron a las calles de Madrid y colmaron algunos de los sitios más icónicos de la ciudad. La Puerta del Sol, la Puerta de Alcalá o la Plaza de Cibeles congregaron a todos esos madridistas que quisieron acompañar al equipo de sus amores en un momento tan especial como este.

El ambiente fue inmejorable. La música acompañó en una fiesta increíble. Los aficionados del conjunto blanco se trasladaron a lo largo de todo el recorrido con sus enseres favoritos. Camisetas, sudadera o bufandas del Real Madrid impregnaron las calles de blanco y algunas bengalas moradas dieron ese toque épico de los días grandes mientras seguían el trayecto del autobús del club hasta su destino final.

[Florentino Pérez: "Es la Liga de la constancia, de la superación; la historia nos obliga a seguir ganando"]

Baño de masas

Una vez llegó el autobús del Real Madrid a Cibeles, los jugadores se dieron un auténtico baño de masas. La afición cayó rendida y los futbolistas dieron varias vueltas a la archiconocida fuente para saludar a todos aquellos aficionados que se habían trasladado los alrededores.

"Nacho, quédate" fueron las primeras palabras del acto. Vinicius, como uno de líderes de la plantilla, tomó la responsabilidad de lanzar el cántico al aire y fue respondido al unísono por todas las personas que se habían congregado en la que es una de las arterias de la ciudad.

El capitán del Real Madrid arrancó con fuerza su discurso y lo hizo al grito de "campeones". "Ha sido una temporada increíble, tenemos ya 36 Ligas. Muchas gracias por venir con nosotros a vivir el momento y disfrutarlo. Ya tendremos tiempo de pensar en el futuro y tenemos que disfrutar del día de hoy. ¡Hala Madrid!", sentenció Nacho.

También hubo vítores para Luka Modric. La afición, enloquecida con el croata, le dedicó gritos de "Modric, quédate". La fiesta era absoluta y todos los jugadores iban, uno por uno, tomando el micrófono para ser partícipes de la fiesta. Poco después llegaba uno de los momentazos de la fiesta.

Camavinga tomó la palabra y mostró su madridismo absoluto. Acto seguido, Ancelotti le pidió bailar al futbolista francés mientras todos miraban atónitos. "Muchas gracias por vuestra ayuda en la temporada. Os quiero mucho. Yo tengo un sueño. Quiero bailar con Camavinga. Música maestro", espetó el italiano. A continuación la euforia se desató con sus bailes mientras el reto de la plantilla les acompañaba.

El culmen de la fiesta llegó con Nacho. El capitán, y uno de los pesos del vestuario, colocó la bufanda en la cabeza de diosa Cibeles, la atavió con una bandera a modo de capa y le dio un sentido beso a la estatua. Instantes después levantó con fiereza y emoción el trofeo de campeón mientras el 'We are the Champions' sonaba con fuerza. 

Tal fue la majestuosidad del momento que Nacho decidió llamar a los demás capitantes. Luka Modric, Toni Kroos y Dani Carvajal posaron juntos en la Cibeles para poner el broche. Un instante sencillamente espectacular que aspiran a repetir dentro de unas semanas. Por el momento, ellos son los campeones.