El Girona celebra el pase a la Champions League de esta temporada

El Girona celebra el pase a la Champions League de esta temporada Girona FC

Fútbol

El Girona toca el cielo 1.500 días después: de perder dos finales por el ascenso a visitar París en Champions

En cuatro temporadas, el club catalán ha pasado de Segunda División a disputar la máxima competición continental.

18 septiembre, 2024 10:59

La historia del Girona en los últimos cinco años podría rellenar las páginas de un libro interminable. Un lustro lleno de alegrías y tristezas en los que el club catalán ha pasado de hundirse en los infiernos a tocar el cielo con los dedos. 1.500 días que han servido para cambiar por completo el devenir del club.

De Montilivi en 2020 a París en 2024. Cuatro años en los que el conjunto gerundense ha pasado de jugar en Segunda División a disputar el primer partido de su historia en la Champions League. Nadie lo hubiera imaginado entonces y nadie se quiere bajar del sueño ahora.

El 28 de agosto de 2020, después de una temporada complicada fruto del coronavirus, el Girona recibió al Elche en el último partido del curso en Segunda División. El feudo gerundense llenó sus gradas para vivir el regreso de su equipo a Primera tan solo un año después de su descenso. Bastaba con ganar, pero lo que se esperaba como una fiesta acabó siendo un drama absoluto. Pere Milla marcó en el 96 y relegó al Girona a quedarse un año más en los infiernos de Segunda.

Lo jugadores del Girona, abatidos tras perder ante el Elche.

Lo jugadores del Girona, abatidos tras perder ante el Elche. EFE

Lejos de hundirse, el Girona volvió al Playoff de Ascenso 10 meses después. Esta vez fue el Rayo Vallecano su rival y de nuevo con la vuelta en Montilivi. Los hombres del por aquel entonces entrenador Francisco Rodríguez vencieron en Vallecas por 1-2. Tenían todo en su mano para subir, nada podía salir mal. Pero salió. Una mala primera mitad les condenó y el Rayo se convirtió en equipo de Primera.

Fueron dos golpes directos al mentón que hubieran tumbado a cualquiera. Dos oportunidades de oro para volver a la máxima categoría del fútbol español que se fueron al traste de forma cruel, pero que hicieron más fuerte si cabe a un Girona que en el curso 21-22 volvió a entrar en puestos de promoción. 

A la tercera fue la vencida, esta vez con Míchel a los mandos de la nave. El Tenerife fue su verdugo sucumbiendo ante los catalanes en el Heliodoro tras ser superados con mucha contundencia. Girona festejaba un ascenso cinco después. 

El resurgir con Míchel

Con el equipo en Primera División y confirmando la continuidad del técnico madrileño, el Girona inició su nueva etapa en la máxima élite con el objetivo de mantener la categoría. Lo que no se podían esperar es que fueran a pelear por entrar en Europa hasta la última jornada.

Después de una segunda vuelta espléndida, se plantaron en El Sadar con la opción de entrar en Conference League. Debían derrotar a Osasuna, que fue quien finalmente accedió a la tercera competición continental. Los de Jagoba Arrasate aprovecharon el gran momento de forma de Budimir para tumbar al equipo de Míchel y dejarle con la miel en los labios.

Portu celebra su gol ante el Barcelona en el partido de la temporada pasada.

Portu celebra su gol ante el Barcelona en el partido de la temporada pasada. EFE.

Poco a poco, Míchel comenzaba a engranar un equipo muy competitivo y dio el salto definitivo la pasada temporada. Lo hizo con la incorporación de hombres como Blind, Savinho, Iván Martín, Portu o Dovbyk, figuras que acabaron siendo capitales para pelearle en algunos momentos del curso el título al Real Madrid.

Finalizaron terceros por delante del Atlético de Madrid y ganándoles los dos derbis al Barça de Xavi. Se mantuvieron en lo alto de la tabla desde el inicio, nunca cayeron, y acabaron firmando la mejor temporada de la historia del club. 

Verano de reconstrucción

Como suele ser habitual, cuando un equipo pequeño realiza una gran temporada, su plantilla se ve afectada por salidas de hombres importantes. Y no fue menos con el Girona de Míchel que perdió a sus piezas clave.

Savinho se marchó rumbo al Manchester City, Dovbyk fichó por la Roma y Aleix García hizo las maletas para jugar en el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso. La columna vertebral del proyecto se partió por la mitad obligando a realizar una reestructuración total.

Y así ha sido. Han llegado muchos futbolistas para superar el reto de la Champions League. Yaser Aspirilla llegó directo del Watford para ocupar la banda, al igual que Bryan Gil. Abel Ruiz aterrizó para suplir a Dovbyk en la punta y hombres como Van de Beek y Oriol Romeu llegaron para apuntalar el medio campo. Además, Krejci, Miovski, Francés o Danjuma han sido otras llegadas importantes.

De momento, el inicio de temporada ha sido positivo. Exigirles lo mismo que el curso pasado sería injusto, pero está claro que pueden pelear por entrar en Europa. Habrá que ver como les afecta jugar tantas competiciones aunque este año poseen más fondo de armario.

Ahora inician su aventura en Champions y lo hacen visitando al club más rico de la competición: el PSG. Los parisinos buscan su ansiada Champions desde la llegada de Al-Khelaifi en 2012 y lo hacen sin la presencia de Kylian Mbappé. Un PSG más compacto y sin tantas estrellas que guardará siempre un rincón importante en la historia del Girona.