Brest, el equipo milagro de la Champions League que juega a 115 kilómetros de su casa y amenaza al Barça
- El rival francés de los de Flick para este martes jugaba hace cinco años en Segunda y ahora es el cuarto clasificado de la tabla europea.
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El Stade Brestois 29, más conocido como Brest, se ha convertido en la gran sorpresa de esta temporada de la Champions League. Originario de una ciudad de apenas 140.000 habitantes en la región de Bretaña, al noroeste de Francia, este modesto club está haciendo historia en el fútbol europeo.
Este martes, será el rival del FC Barcelona (21:00 horas), un enfrentamiento que pocos habrían pronosticado como un reto para los azulgranas. Sin embargo, el equipo francés no solo se ha ganado su lugar en la élite, sino que ha demostrado que puede competir de tú a tú con los gigantes del continente.
La historia del Brest es asombrosa, especialmente si se consideran las dificultades que enfrenta. Su estadio, el Francis-Le Blé, con capacidad para 15.000 personas, no cumple con los estándares de seguridad de la UEFA debido a su estructura tubular, lo que le impide albergar partidos europeos. Por ello, el equipo juega sus encuentros de Champions en el estadio Roudourou de Guingamp, a 115 kilómetros de Brest. A pesar de este inconveniente, el club ha sabido transformar la adversidad en fortaleza.
Brest ocupa actualmente la cuarta posición en la clasificación global de la Champions, un logro impresionante si se considera que comenzó el torneo con el peor coeficiente de los 36 equipos participantes. Con tres victorias y un empate en cuatro jornadas, es uno de los seis equipos invictos en la competición, superando en puntos a gigantes como el PSG, el Manchester City, el Real Madrid y el propio Barça.
Éric Roy, el gran artífice
El éxito del Brest no puede entenderse sin la figura de su entrenador, Éric Roy. Este exjugador del Niza, Olympique de Lyon y Rayo Vallecano asumió el cargo en enero de 2023, cuando el equipo se encontraba luchando por no descender en la Ligue 1. Lo que parecía un trabajo de rescate se convirtió en una gesta épica. Roy salvó al equipo con holgura y lo llevó en año y medio a un inesperado tercer puesto en la liga francesa.
Lo más sorprendente de su llegada es que llevaba once años sin entrenar. Firmó un contrato inicial de seis mesesm, sin ayudantes, pero sus resultados hablaron por sí solos, lo que le valió una renovación hasta 2025. Bajo su dirección, el Brest no solo logró estabilidad, sino que también desafió las expectativas al competir al máximo nivel.
Detrás del éxito del Brest también se encuentra una estructura de gestión sólida y bien definida. Denis Le Saint, empresario local y presidente del club, ha delegado la administración diaria en Pascal Robert, su director general. Sin embargo, la figura clave en los despachos es Grégory Lorenzi, el director deportivo. Lorenzi, exdefensa del club y en el cargo desde 2016, ha sido fundamental en las decisiones de fichajes, operando con un presupuesto limitado de 48 millones de euros, el más bajo de la Ligue 1.
A pesar de estas limitaciones, el Brest ha obtenido grandes beneficios económicos gracias a su desempeño en la Champions. Solo con la clasificación al torneo, el club ingresó 18,3 millones de euros, y las tres victorias en la fase de grupos le han sumado otros siete millones. Estas cifras ya superan la mitad de su presupuesto anual, lo que destaca la dimensión de su éxito.
El Brest no siempre estuvo en la élite del fútbol francés. En 1997, militaba en la National 2, el equivalente a una cuarta división en España, y enfrentaba serias dificultades económicas. La llegada de una multinacional de alimentos como patrocinador en 2016 marcó el inicio de su recuperación. Su ascenso a la Ligue 1 fue un proceso largo, que culminó en la temporada 2018/19.
En el pasado, jugadores como Franck Ribéry formaron parte del equipo en su etapa en divisiones inferiores. Sin embargo, el verdadero cambio llegó en 2023, cuando Roy asumió el cargo. Aunque el equipo perdió piezas clave en el mercado de fichajes, ha sabido mantenerse competitivo gracias al trabajo colectivo y la determinación.
El desafío europeo
En el actual formato de la Champions, el Brest se encuentra en una posición privilegiada, con 10 puntos, solo dos menos que el líder, el Liverpool. Este desempeño contrasta con su posición en la Ligue 1, donde actualmente ocupa el duodécimo lugar. No obstante, el equipo ha demostrado ser una revelación en Europa, desafiando las expectativas con cada partido.
Sus resultados no solo han sorprendido a los expertos, sino que también han generado un entusiasmo sin precedentes entre sus aficionados. Con 10.000 abonados, el Brest ha alcanzado un récord histórico para el club, consolidándose como un símbolo de orgullo para su pequeña comunidad.
El enfrentamiento de este martes representa una prueba crucial tanto para el Brest como para el Barça. Para los franceses, es una oportunidad de seguir escribiendo su historia en la Champions; para los azulgrana, un reto inesperado que podría complicar sus aspiraciones a quedar entre los ocho primeros.
Independientemente del resultado, el Brest ya ha demostrado que el fútbol no entiende de presupuestos. Este equipo, que hace menos de una década luchaba en las divisiones inferiores, ha llegado a codearse con los mejores de Europa.