El St. Pauli es un club particular, política y futbolísticamente. Y lo volvieron a demostrar sus jugadores en el último partido. Los ultras del equipo rival, del Holstein Kiel, se dirigieron a la grada de los del St. Pauli para tirarles bengalas. ¿Y qué hicieron los jugadores? Irse a por ellos y detenerlos, a golpes, a tortazos o como sea. Una imagen que difícilmente se ha visto en otras ocasiones.
El partido, correspondiente a la segunda división alemana, terminó con victoria del St. Pauli ante el Holstein Kiel con un gol de Johannes Flum (0-1). Pero el resultado da igual. Lo que verdaderamente importa es lo que ocurrió sobre el césped. Con los ultras de un equipo yendo a por los otros y los jugadores tratando de deternerlos, a golpes, para que la policía se los lleve a otro lugar. Preferentemente, fuera del estadio.
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