Los 'ultras' vuelven a amenazar la Champions: Olympique de Lyon - Sevilla, en peligro

Francia tuvo que aplicarse al máximo para detener la violencia de aficionados 'ultras' en la Eurocopa del pasado mes de junio: la primera semana del campeonato estuvo marcada por las peleas entre hinchadas rivales que casi desestabilizan el torneo. La situación fue solventada, pero el crecimiento de la violencia alrededor del fútbol en Europa muestra un patrón consistente: el penúltimo capítulo de este año son los rumores insistentes sobre desplazamientos de 'ultras' del Sevilla a Lyon. Algunos de ellos (según informaciones policiales) estarían organizando una cita para pelear con 'ultras' del equipo francés, a quienes ayudarán presuntamente aficionados radicales de la Juventus, escocidos aún por los incidentes ocurridos hace dos semanas en la capital hispalense tras el anterior partido del grupo (con resultado de tres heridos, uno por arma blanca).

Los rumores esparcidos en la prensa alcanzan también a 'ultras' del Olympique de Marsella, enemigo jurado del Lyon, que acudirían en auxilio de los españoles. La seguridad para el partido (declarado de máximo riesgo) preocupa a la policía española, a la francesa, a los clubes y lógicamente a la Uefa. Aunque no han trascendido detalles concretos sobre el número de 'ultras' desplazados o el emplazamiento de la presunta pelea concertada, la situación ha activado a las fuerzas de seguridad de ambos países, "en permanente comunicación" según ha podido saber EL ESPAÑOL.

Se espera que acudan a la segunda ciudad francesa alrededor de 600 aficionados sevillistas para apoyar a su equipo. La afición de Nervión es la más conflictiva entre los clubes españoles que juegan en Europa: de los cinco partidos disputados por el equipo hasta la fecha en Champions, se han registrado incidentes de gravedad variable en cuatro de ellos. Basta con recordar el partido de ida entre el Sevilla y el Olympique de Lyon, algunos de cuyos aficionados se enfrentaron con la Policía Nacional en el centro de la ciudad.

Un año preocupante

Su caso, sin embargo, no es aislado. 2016 no está siendo un buen año para la violencia en torno al fútbol. Los sucesos de la última Eurocopa obligaron a una reflexión por parte de los agentes implicados en la seguridad dentro y fuera de los estadios, hasta el punto de que se esperan novedades en cuanto a la prevención y castigo de actos violentos en 2017.

El problema no se circunscribía a las aficiones nacionales: se han dado bastantes más casos de violencia en partidos entre clubes, con sospechas ocasionales sobre la lasitud de directivas en cuanto a su control y persecución. La cantidad de peleas callejeras graves entre aficiones rivales en lo que va de año configura un patrón en crecimiento, como ha podido averiguar este periódico de fuentes oficiales. Los 'ultras' se comunican fundamentalmente por Facebook. Sucede tanto en el continente (combates entre aficiones francesas y la del Feyenoord en un bosque del país galo, palizas de hinchas del Besiktas a aficionados del Nápoles, reyertas entre 'ultras' Sevilla y de la Juventus, destrozos de ultras del Legia) como en las principales Ligas europeas: Chelsea-West Ham, Metz-Olympique de Lyon, Charleroi-Standard o el mismo Sporting de Gijón-Osasuna de la semana pasada.

No hay jornada de Champions o de Europa League sin incidentes. Los rumores sobre peleas masivas (como los que calientan la previa del Olympique-Sevilla) empiezan a formar parte del paisaje habitual del fútbol europeo. Mientras los ecos de la batalla entre los 'ultras' de la Juventus y los del Sevilla FC hace 14 días no se han disipado aún (ha habido comunicados amenazantes publicados en Internet en las dos últimas semanas), la movilización de radicales de la Juventus o del Olympique de Marsella (algunos medios incluyen incluso hinchas madridistas de Ultra Sur) para sumarse a la 'fiesta' no suenan ya inverosímiles: sencillamente confirman una tendencia que se consolida en el continente y que terminará exigiendo, antes o después, medidas novedosas.