Con motivo del partido de vuelta de los cuartos de Champions ante el Leicester, Saúl Ñíguez, uno de los grandes talentos del Atlético de Madrid y pieza fundamental del equipo rojiblanco, ha concedido una entrevista al canal de televisión 'Mega' en el que ha relatado alguno de los problemas que ha tenido en su carrera.
"Los dos años anteriores he estado jugando con un catéter interno", reconoció el jugador ilicitano. "En cada entrenamiento y cada partido meaba sangre, lo he pasado mal. Estaba jugando con mi salud por vestir unos colores, por vestir una ilusión", explicó Saúl.
El internacional español, que debutó con 'La Roja' el pasado mes de septiembre ya con Lopetegui al frente, es ya un especialista en los grandes momentos del Atlético en Champions. Autor de un golazo este año en Leverkusen, también marcó la pasada temporada ante el Bayern de Múnich en el partido de ida de semifinales, un gol a la postre clave para el pase del equipo madrileño a la final de Champions.
Precisamente en Leverkusen, pero dos años antes, Saúl vivió uno de los peores momentos en 2015. En el partido se tuvo que retirar en el minuto 42 tras un golpe y tuvo que ser trasladado a un hospital para someterse a un TAC renal. Aquél día sufrió temblores, convulsiones y se quedó con la sensación de no poder mover brazos ni piernas. Permaneció ingresado cuatro días.
"La Champions es un sueño que tenemos todos y vamos a pelear durante muchos años para conseguirla", aseguró Saúl, hermano de los también futbolistas Aarón Ñíguez y Jonathan Ñíguez e hijo de otro profesional de este deporte, José Antonio. "Jugamos con el corazón y con las ganas de conseguirla", añadió sobre la máxima competición de clubes.
"He madurado mucho, pero pienso que voy a mejorar mucho más. Tengo que entender mucho mejor el juego. Hay veces que pierdes un poco la cabeza y pierdes la posición cuando hay que tener más serenidad y tranquilidad", comentó Saúl, que explicó que "siempre me he identificado con el Atlético por los valores: la humildad, el sacrificio, el compañerismo... La gente siempre es honrada. Cuando te metes en el vestuario es tu segunda familia", concluyó Saúl.
Al Atlético llegó previo paso por el Madrid, donde sufrió el acoso de sus compañeros. Allí le robaron las botas, la comida y hasta le dejaron sin jugar dos semanas. Para triunfar en el Atlético tuvo que ser cedido al Rayo Vallecano en 2013, esa temporada en la que el Atlético ganó la Liga que él no tiene.
Pero volvió y desde entonces es pieza fundamental del equipo de Simeone que si bien no ha vuelto a ganar nada, si ha seguido en la lucha por todo. Que no es poco.
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