La final de Champions, que se disputará el próximo 3 de junio en Cardiff, ha tenido la primera descoordinación entre autoridades locales y la UEFA. El Ayuntamiento de la capital galesa aseguró este viernes que la final no contará con las tradicionales 'fan zones' que se ponen a disposición de las aficionados para que disfruten de las horas previas al partido, una medida que la UEFA ha negado rotundamente.
Fuentes del organismo europeo comentan a EL ESPAÑOL que "no se prevé ningún cambio en la zona de los aficionados en Cardiff" y que todo sigue planeado tal y como estaba previsto en un inicio, con las dos 'fan zone' abiertas, así como la de la UEFA, que también tendrá su plaza con distintas actividades.
Lo que si abre la UEFA a un posible cambio es a que las 'fan zone' no cuenten con escenarios y que sea únicamente un lugar en el que se sitúen los aficionados antes de ir al estadio, prescindiendo de algunas actividades lúdicas como es tradición en otras finales de Champions.
El ayuntamiento de Cardiff anunció este viernes que se suprimían estas zonas para los espectadores debido al alto nivel de alerta terrorista en el Reino Unido tras el atentado que se produjo el pasado lunes en el Manchester Arena, donde murieron 22 personas.
El problema para las autoridades es que la aglomeración de personas en un mismo punto pueda suponer un riesgo para la seguridad, ya que podría suponer un lugar idóneo para que un hipotético ataque terrorista provocase numerosas víctimas y daños. Por ello, las autoridades locales han convenido suprimir esta tradicional zona de festejos, extremo que la UEFA, a día de hoy, no se plantea.
Tanto la 'fan zone' del Real Madrid como la de la Juventus estarán ubicadas a unos 800 metros del Millennium Stadium. La del Madrid estará en Churchill Way, al norte respecto al estadio, y la de la Juventus en Callaghan Square, al este, ambas muy cercanas al Estadio Nacional de Gales. La UEFA recomienda a los aficionados ir con tiempo al campo, que abrirá sus puertas entre cuatro y tres horas antes.
Por otra parte, la actuación del grupo Black Eyed Peas tendrá lugar en el interior del estadio, en lugar de las calles colindantes como estaba previsto de inicio, unas horas antes de que dé comienzo la final que decidirá al ganador de la Champions League 2016/2017.
Una final bajo techo
Además, la Federación de Gales anunció que la final se disputará bajo techo; una medida insólita que responde a las mismas necesidades de garantizar la seguridad en el estadio durante el evento. En concreto contra posibles ataques terroristas a través del uso de drones en el interior del estadio.
Aunque la UEFA aún no ha confirmado que acepte esta medida, ya ha sido comunicada a ambos finalistas, quienes tendrán que entrenarse en la jornada previa también bajo techo por el mismo motivo.