"Sergio, esto no es más que el punto de partida del año que viene, que hay que volver a ganar". Así reaccionaba Florentino Pérez, en una conversación con Ramos ante las cámaras de Antena 3, minutos después de haber conseguido la Duodécima Copa de Europa. "Presi, te conformas con cualquier cosa, exiges muy poco, ahora más relajado que nunca", le contestaba entre risas el capitán.
Las palabras del presidente, que este verano volverá a ser aclamado como máximo mandatario del Real Madrid por tercera legislatura consecutiva, reflejan muy bien el espíritu del propio Florentino pero también del club. ¿Qué se ha ganado la Copa de Europa? ¡A por la siguiente! Así se pensó en Milán y se consiguió en Cardiff y así se planea desde ya pensando en Kiev, lugar de la próxima final de Champions.
"El Madrid debe ser un club ejemplar que busque la excelencia", explicaba Florentino hace ahora cuatro años, el día que abría la legislatura que ha acabado siendo la de mayor gloria de todos sus años al frente del club. "Yo quiero más, como lo querría Bernabéu, inconformista por naturaleza, en búsqueda permanente de la superación", añadía.
Aquella declaración de intereses, en la que también se habló de la autoexigencia, que sirve para mejorar al Madrid, viene perfecta para entender el futuro del Real Madrid. Con la Duodécima ya en las vitrinas del Santiago Bernabéu y tras el éxito de la temporada, solo queda pensar en la decimotercera Copa de Europa y en la trigesimocuarta Liga. Así es el Madrid.
¿Cómo se mejora esta temporada?
Y para ello, ¿qué tiene que mejorar el Madrid para mantener este nivel o incluso superarlo? El año ha sido excelente, pero quizá el único pero, y por lo tanto lo mejorable, es que el Triplete se quedó a un paso. Para que el año que viene la temporada se repita, la clave estará en renovar sus ideas y recomponer algunas posiciones que este año han flaqueado, a pesar de que el final tan glorioso lo pueda ocultar.
Tampoco conviene olvidar que el Madrid ha vivido varias veces en el alambre y que en algunos momentos ha sufrido de lo lindo (algo normal por otra parte), cayendo la moneda de su lado al igual que podía caer del otro. La suerte también acompañó a este equipo legendario.
Recomponer la defensa
Para empezar, el Real Madrid necesita un lateral izquierdo que, continuando con la gran gestión que se está haciendo, ya lo tiene. Estaba claro que Marcelo no podía con todo y actualmente el único recambio que tenía, una vez que Coentrao no aporta nada, era Nacho, que con la plaga de lesiones tampoco es que tuviera capacidad de multiplicarse y jugar en dos posiciones.
Sabedor de esto, el Madrid fichó a Theo Hernández, el lateral que ha deslumbrado en el Alavés y que era (es todavía, falta la confirmación oficial) del Atlético de Madrid. La incorporación de Theo hará que el Madrid al fin tenga sustituto, y de lujo, para Marcelo.
Con la marcha de Pepe (salvo sorpresa, no renovará), el Madrid tiene que buscar un central. Seguros son Ramos, Varane y Nacho pero falta un cuarto que complete una línea que este año se ha visto afectada por el virus de las lesiones. Es además donde peor ha estado este curso, recibiendo goles en muchos partidos y fallando en varias ocasiones. Eso sí, ha sido en el tramo final y más decisivo donde más solido fue.
El Madrid tiene en su propiedad al joven Jesús Vallejo, que este año ha sido cedido al Eintracht de Frankfurt, donde ha deslumbrado, aunque quizá es demasiado pronto para darle la alternativa. Lo que es seguro es que tendrá que fichar un central.
Tras un verano, el pasado, en el que no se fichó nada, cuesta creer que en el que viene no haya un fichaje de renombre. Mbappe es el gran deseado por todos. La perla francesa, gran revelación de esta Champions League, aportaría mucha más calidad y frescura al equipo. Sería, por ejemplo, un perfecto recambio a la apatía de James, que salvo sorpresa no continuará en este equipo.
En lo que a puestos se refiere eso sería lo más importante. Quizá un recambio mejor que Danilo para Carvajal apuntalaría al equipo, pero tampoco es que haya urgencia en ello. Y nada más. Los demás han demostrado que no hace falta que los sustituyan, que mejor que ellos para el Madrid no hay.
Continuidad al buen ambiente del vestuario
Otra de las claves para mantener el éxito estará en el grupo humano. Como reconocía Florentino y confirmaba Ramos, nunca se ha visto a un equipo tan unido. Zidane ha conseguido que los suplentes no se quejaran, que los titulares entendieran que algunas veces tenían que ser suplentes y ha logrado un grupo en el que no cabían las envidias ni las quejas.
El reto para el Madrid es mayúsculo. Esta temporada que acaba fue larguísima, duró diez meses, exactamente lo mismo que le espera en la próxima, pero con una diferencia: en la 2017/18 los blancos tendrán más partidos y con un inicio de agosto tremendo: el 8 de agosto jugarán en Macedonia la Supercopa de Europa ante el Manchester United de Mourinho y la semana después jugará dos partidos ante el Barcelona, en la Supercopa de España.
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