11 de enero de 2017. En el día previo a la vuelta de la ronda de octavos de Copa del Rey ante el Sevilla, Zinedine Zidane se sienta, como es habitual, en la sala de prensa de la ciudad deportiva de Valdebebas para responder a las preguntas de los periodistas. Es ese día donde por primera vez se escucha la palabra "Triplete" en la boca de Zidane. "El Triplete es el objetivo", reconoce, aunque "queda muy lejos". "Ni yo ni los jugadores ni la gente que trabaja alrededor del equipo piensa en eso, sino en el día a día", añade.
24 de enero de 2017. Trece días después de aquella rueda de prensa, Zidane tiene que levantar la voz, cansado del alarmismo que de repente inunda al Real Madrid. "Cuando escuchas todas las preguntas, parece que estamos últimos, jugándonos el descenso". No, no está el Madrid en descenso. Es líder de Liga, pero tuvo un tropiezo que le puede costar caro. La derrota ante el Celta de Vigo en el Bernabéu (1-2) obliga a que los blancos tengan que apelar a otra remontada en Balaídos (21:15 horas) para seguir vivos en la Copa del Rey.
Entre medias de una y otra rueda de prensa ha habido dos derrotas en cuatro partidos pero, sobre todo, un cambio de tendencia. Ya no se habla de ganar el Triplete, sino de salvarlo. Porque el Madrid puede decir adiós este miércoles, otro año más, a ganar todos los títulos que disputa en una misma temporada. Y se volverá a despedir muy pronto, ni llegando con opciones a conseguirlo a los meses finales de la temporada. En Balaídos, más que el prestigio o un pase a semifinales, se juega no perder en enero lo que se veía como una hazaña real hace unos días: el ansiado Triplete.
¿Otro año más sin Triplete?
Ganar Copa, Liga y Champions jamás lo ha hecho el Real Madrid el mismo año. Así como el Barcelona lo ha conseguido recientemente dos veces (en 2009 y 2015), a los blancos se les resiste el mayor éxito que puede tener un equipo, que no es otro que conseguir las tres principales competiciones de una temporada. Hasta en siete ocasiones se quedó a un título, ganando el doblete. La última, en 2014, cuando ganó Champions y Copa del Rey. Fue esa la única vez que consiguió el doblete con esas dos competiciones. Los seis anteriores habían ido ligados entre Liga y Champions (1957 y 1958) y Liga y Copa (1962, 1975, 1980 y 1989).
Con ese ambiente enrarecido, también provocado por una plaga de lesiones a la que se ha unido Varane, el Madrid viaja a Vigo en su primera situación complicada, al borde del KO, de la temporada. Necesita ganar y hacerlo, además, por dos goles de diferencia o por uno a partir del 2-3. Si no lo hace, abrirá un calendario mucho más cómodo (se libra de dos partidos, con su sucesiva relación con otros dos encuentros de Liga) y tendrá la oportunidad de recuperar jugadores con más facilidad. Y llegará la retahíla de argumentos para convencer a creyentes y no creyentes de que la Copa había que tirarla.
Porque su derrota en esta eliminatoria de cuartos abriría ya las excusas siempre presentes cuando un equipo cae en el torneo del KO. Que si es una competición menor, que si hay que centrarse en la Liga y Champions... Pero no se escapa que la Copa vale precisamente para ese objetivo que decía Zidane y al que todo aficionado de un equipo grande debe pedir: el Triplete. Y un equipo a la altura del Madrid no puede tirar nada.
Una defensa en cuadro en Balaídos
En Vigo se plantará con un equipo muy mermado por las lesiones, pero bastante superior al del Celta de Vigo. Han tenido que entrar en la convocatoria jugadores como Achraf, uno de los que la FIFA puso en su lista para sancionar al Madrid y promesa del fútbol marroquí, ya convocado con la selección absoluta del país vecino. Si no juega, que es lo que se espera, tendrán que hacerlo Coentrao y Danilo (no hay más), salvo que lleve a Lucas Vázquez al lateral (Zidane comentó que no le gustaría hacerlo) o que vuelva a optar por defensa de tres, aunque esta vez no tenga ni a Marcelo ni a Carvajal. Tampoco sería extraño que sacara a cinco jugadores de ataque en tromba: Cristiano Ronaldo, Benzema, Lucas Vázquez, Isco y Mariano o Morata.
En frente, un Celta que ha reservado todas sus fuerzas para el hito histórico que quieren protagonizar este miércoles. El club se prepara para otra gran gesta, que recuerda a aquellas en las que se pasearon por Europa ganando a Juventus o Milan. El año pasado eliminaron en esta misma ronda al Atlético y hacerlo ahora con el Madrid sería la demostración de un equipo asentado que llega a cuotas altas.
"El Triplete es el objetivo, pero queda muy lejos", dijo Zidane. Ahora está más lejos que nunca. O remonta en Balaídos o adiós al sueño del Triplete en el que parecía el año más factible para conseguir la hazaña.
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