Riedewald (Ajax, 19 años), Van Dijk (Celtic de Glasgow, 24 años), Bruma (PSV, 23 años) y Tete (Ajax, 19 años). El día en que se jugaba todo, el día que se esperaba el milagro, el día de la verdad Danny Blind salió con una defensa cuya media de edad apenas alcanza los 21,5 años de media. No hubo nada por lo que pelear. No hubo milagro, ni opción de conseguirlo siquiera. Holanda, que no se perdía una Eurocopa desde 1984, no estará en el campeonato europeo de 2016. La consumación del desastre. El final de un camino descendente que comenzó el mismo día que Casillas sacó el pie a aquel disparo de Robben.
Primero Pavel Kaderabek. Después Josef Sural. Y, finalmente, como una maldición que no encuentra su fin, Robin van Persie en propia puerta. Necesitaba Holanda sobrevivir ante una República Checa ya clasificada. Ganar y esperar la carambola en Konya, al norte de Ankara. Allí debía perder Turquía para redondear lo inesperado, más bien lo imposible, porque que la oranje alcanzase si quiera la repesca era imposible.
No se cumplió el primero de los supuestos. 2-3 en el Amsterdam Arena frente a los checos a pesar del maquillaje de final de Klaas-Jan Huntelaar y del propio Van Persie. Por supuesto tampoco se produjo el segundo y Turquía se impuso a Islandia (1-0) para confirmar lo que era evidente: Holanda no estará n la Eurocopa.
Quizás sea únicamente una cuestión de edad (Sneijder, Van der Vaart), un problema de lesiones (Robben) o una cuestión interna del vestuario (bronca entre Van Persie y el joven Memphis Depay en Kazajistán). Tampoco debió ayudar durante la fase de clasificación el recambio en el banquillo, donde salió Guus Hiddink para que Danny Blind tomase el control del equipo. Demasiada inestabilidad, demasiada juventud en el tramo final y, sobre todo, una defensa que ha hecho aguas durante toda la fase de clasificación, pues si ha marcado 17 goles en 10 partidos ha encajado 14, una cifra desorbitada para la naranja mecánica.