El éxito, a menudo, llega por sorpresa. Sin embargo, la manutención del mismo exige luchar contra el pasado y, al mismo tiempo, estrujar el futuro para hacerlo propio. Algo sencillo si se mira desde fuera, pero bastante complicado cuando se pone en práctica. Cuando, como Alemania, se llega al campeonato de Europa tras ser campeona del mundo y, sin embargo, no se tiene nada asegurado. Muy al contrario, Ucrania, en su debut en Francia, no sólo puso en problemas a la Mannschaft, sino que estuvo a punto de darle un disgusto a pesar del resultado (2-0) [Así lo seguimos en vivo].
No lo hizo, sin embargo, porque Kroos, nada más comenzar el partido, le puso el balón en la cabeza a Mustafi para que marcara el primer gol del partido. Apenas un fogonazo de lo que puede rendir la maquinaria alemana, pero poca cosa cuando al otro lado hay un equipo con todas las letras del diccionario en mayúsculas. Porque lo cierto es que Ucrania no ha llegado a la Eurocopa a ver cómo le pasan por encima ni a tomarse unos croissants, sino a intentar, al menos, meterse en octavos de final. Y su objetivo parece plausible merced a su primer partido en Francia.
Alemania, también, estrujó la victoria en sus brazos porque apareció Schweinsteiger, ese ‘Fussballgott’ (Dios del fútbol), que siempre resurge en los momentos justos para engordar su leyenda con la Mannschaft, como en aquella final ante Argentina, rompiéndose la ceja por el bien común del país. Y, esta vez, en el último momento, entrando desde el banquillo y buscando el segundo palo para empalar el centro de Özil y comenzar a construir el relato de otro posible triunfo continental de su selección.
Pero todo lo anterior, suficiente para hacerse con los tres puntos, no sirvió para tirar las campanas al vuelo. Alemania jugó bien, sí, pero también pudo pegársela. Y pudo, precisamente, porque Ucrania hizo un buen partido. Con Konoplyanka como líder absoluto, mantuvo el tipo durante todo el encuentro. La muestra: hasta cinco ocasiones claras en la primera mitad, con un disparo de Yarmolenko que salvó Boateng en la propia línea de gol. Todo eso, en un ataque frontal que no encontró premio en los 90 minutos de juego en Lille.
Más allá del resultado, Ucrania no sólo consiguió tener a Alemania a merced durante 30 minutos en la primera mitad, sino que demostró tener el valor necesario como para poner en problemas a Alemania. Y, además, con un portero bajo palos que, al menos en Lille, mostró un gran nivel. Pyatov no pudo aguantar el empate, pero sacó hasta tres buenos disparos de Kroos, Draxler y Khedira respectivamente.
De una u otra forma, Alemania, con sus virtudes y sus defectos, consiguió su primera victoria y enfilar en el camino hacia octavos colocándose primera de grupo. Con algunos problemas, como el lateral de Höwedes, más débil ahora que cuando Lahm exhibía el potencial de la Mannschaft desde su posición. Pero, en cualquier caso, suficiente para acabar con un rival que tiene mucho del nivel medio que puede encontrarse cualquier equipo en esta Eurocopa.
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