Luis de la Fuente manteado por los futbolistas de la Selección tras ganar la Euro 2024

Luis de la Fuente manteado por los futbolistas de la Selección tras ganar la Euro 2024 Reuters

Eurocopa

Luis de la Fuente, el ingeniero tras una revolución silenciosa que engancha a España y enamora a los futbolistas

El técnico cambió la libreta de la Selección al transferir el peso del juego de la posesión a la verticalidad. Su trato con los futbolistas ha convertido el vestuario en una familia.

15 julio, 2024 02:15
Alejandro Peinado Guillermo Echeverría

España en general, y Luis de la Fuente en particular, arribaron en Alemania sin haber establecido una conexión con los aficionados y con el cartel de favoritos descolgado. Incluso la propia UEFA lo confirmaba al no incluir ningún futbolista nacional en el cartel promocional del torneo. Lo que empezó en Berlín como una participación incierta, acaba en la misma ciudad con un entorchado continental sumado al palmarés español. 

La Selección ha terminado su particular carrera de obstáculos con una matrícula de honor tras haber superado la particularidad de cada escollo. El camino comenzó recto, pese a la sinuosidad de los rivales. A la plácida victoria ante el combinado balcánico le siguió otra de prestigio sobre Italia que convirtió en un trámite el último partido de la fase de grupos con Albania.

Las curvas llegaron en las eliminatorias, aunque España mantuvo la dirección en todas ellas. Georgia amenazó con revivir fantasmas del pasado al anotar un gol de la nada y juntar las líneas cerca de su área. Pero esta Selección baila en los escenarios en los que antes estaba sorda de un pie. Generó espacios y acabó goleando al combinado de Kvaratskhelia y compañía.

Morata levanta la Eurocopa al cielo de Berlín.

Morata levanta la Eurocopa al cielo de Berlín. REUTERS

En cuartos de final esperaba la anfitriona, con todo lo que engloba eso. España se tuvo que poner el mono de trabajo para sofocar en Stuttgart un clima infernal. Tumbó a Alemania, a su fútbol en oleadas y a todo un país que empujaba porque, pese a las grietas, los de Nagelsmann creían en sí mismos. Más todavía tras el agónico gol de Wirtz que forzaba una prórroga a la postre desequilibrada por Mikel Merino y su cabezazo para la eternidad.

Ya en semifinales, cuando la Eurocopa esperaba a Francia y Mbappé, explotó Lamine Yamal con un zurdazo que precintó el billete a la final a la que España llegó exhibiendo un juego diferente al desarrollado en los últimos torneos. España solía jugar con un pivote e interiores escoltando por los costados, hasta que De la Fuente instauró un sistema en el que la posesión no es lo primordial, el mayor peso se lo llevan los extremos y su profundidad.

La libreta de Luis de la Fuente

Extremos como tales de los que encaran y son verticales, no interiores que se asocian por dentro y necesitan estar en permanente contacto con el balón. La verticalidad española se transfiere del lateral, con Carvajal y Cucurella, a los extremos, donde Lamine Yamal y Nico Williams humanizan el fútbol moderno. Ambos encaran, cambian de ritmo, giran sobre su eje y ganan la línea de fondo. 

Williams forzó el gol en propia de Italia y vio puerta contra Georgia en octavos e Inglaterra en la final. Yamal vio puerta contra Francia después de haber repartido tres asistencias. Y cuando la electricidad por bandas no es suficiente, un rayo llega desde atrás. Dani Olmo, que ha marcado gol en cada eliminatoria disputada a excepción de la gran final, se ha erigido como máximo goleador de España.

El futbolista del Leipzig inició el torneo como suplente, por detrás de Pedri. Poco a poco fue llamando a la puerta hasta que la lesión del jugador canario se la abrió de par en par. Aunque sus actuaciones, atrevidas y cargadas de confianza en uno mismo, ya eran demasiados argumentos. Así es el ataque de España, el mejor de toda la Eurocopa.

El triunfo de España en esta Eurocopa se ha gestado desde dentro, desde el vestuario. La gestión de Luis de la Fuente, cercana y clara con los jugadores, blindó a un equipo solidario que disfruta sobre el terreno de juego. Guillermo Amor lo explicó en una entrevista con EL ESPAÑOL. "En el 96 éramos un equipo, que es lo más difícil de conseguir en una selección y esto también existe en la de ahora".

Mano de entrenador

A lo largo de la Eurocopa Luis de la Fuente ha sabido por norma general leer muy bien todos los partidos. Se le criticó por los cambios defensivos contra Alemania para amarrar el resultado y que le dejaron sin apenas efectivos en la prórroga, pero incluso en ese partido sacó su mano de entrenador. Merino entró en el 80' y acabó siendo el héroe con un cabezazo inalcanzable para Neuer.

Pero no ha sido la única vez que ha revolucionado desde sus movimientos. Contra Georgia en octavos dio entrada a Dani Olmo para terminar de dinamitar cualquier resistencia rival y contra Inglaterra la moneda le volvió a salir cara al dar entrada a Mikel Oyarzabal por Álvaro Morata.

El delantero donostiarra llegaba al torneo en una situación delicada tras una mala temporada en la Real Sociedad. Además, su participación hasta en el torneo hasta el día de la final tampoco había dejado demasiadas ilusiones. Sin embargo, en el Olímpico de Berlín se erigió como héroe al empujar con la punta de su bota un gran centro de Cucurella - otra de las grandes apuestas de De la Fuente - cuando el choque parecía abocado a la prórroga. 

España alzó en Berlín la cuarta Eurocopa de su historia y en gran parte es gracias a Luis de la Fuente. Un técnico de perfil bajo y que ha pasado por todas las categorías de la selección española. Un entrenador que, de momento, cuenta con títulos todos los torneos que ha disputado (ganó la Nations League en 2023). Seguirá al frente del proyecto y liderará a España en busca de una nueva estrella.