Estudiado al milímetro, el discurso que Jose Mourinho ofreció tras la victoria del United al Northampton por 1-3 en la Copa de la Liga estuvo más cargado de belicismo que de triunfalismo. Acostumbra el portugués a disparar su artillería en todas direcciones cuando las cosas no terminan de funcionar. Y le sigue funcionando.
Este miércoles, tras mostrarse comprensivo con la afición de los 'red devils' cargó directamente contra los críticos hacia el juego del United, que había perdido tres partidos seguidos -antes del partido de Copa- en la peor racha que se le recuerda a Mourinho desde 2002.
"Tuvimos una mala semana. Sé que el mundo está lleno de Einsteins, sé que han intentado borrar 16 años de mi carrera, han intentado algo increíble como es borrar la historia del Manchester United y centrarse en una mala semana con tres malos resultados. Pero así es el nuevo fútbol, está lleno de Einsteins", espetó el portugués rueda de prensa.
El recado, descontextualizado, carecía de sentido. El United acababa de ganar con holgura su partido ante el Northampton con varios suplentes -marcaron los goles Marcus Rashford, Ander Herrera y el veterano Michael Carrick- y nada hacía presagiar unas declaraciones tan duras sobre la semana pasada.
No obstante, Mourinho quiso ganarse a la hinchada, con la que todavía no ha terminado de congeniar en Old Traddord. "Entiendo completamente que la afición esté decepcionada por lo de la semana pasada, pero estoy seguro de que apoyarán al equipo como siempre hacen", aseguró el portugués. De momento, la guerra sólo es con los medios.