Un ultra del Oporto, sancionado de por vida por romperle la nariz al árbitro de un rodillazo
Marco Gonçalves fue expulsado en el minuto 2 del partido entre el Canelas 2010 y el Rio Tinto por darle un puñetazo a un rival.
4 abril, 2017 09:57Noticias relacionadas
- El otro éxito de Simeone: tener al Atlético tercero con seis canteranos en el once titular
- Señalan a los cuatro italianos del Eldense por el caso de los partidos amañados
- Abril y mayo, la temporada 'caliente' de amaños en el fútbol: "El 12-0 se les ha ido de la mano"
- El Eldense de 2ªB podría haber amañado también el partido contra el Cornellà de hace 15 días
- Un jugador del Eldense reconoce que "vendieron" el partido del 12-0 ante el Barcelona B
La Federación Portuguesa de Fútbol sancionó de por vida al jugador del Canelas 2010 -un equipo portugués formado por hinchas radicales del Oporto- Marco Gonçalves después de darle un puñetazo a un jugador del equipo rival y, tras ser expulsado, propinarle un rodillazo al árbitro en la nariz, por lo que fue hospitalizado por fractura nasal.
Se trataba del partido que enfrentaba al Rio Tinto y al Canelas-2010, que pertenecen al grupo regional (denominada División de Elite en Portugal) del distrito de Oporto. El Canelas, formado por varios miembros de los hinchas del Oporto, había creado polémica desde principios de liga ya que muchos equipos habían renunciado a enfrentarse a ellos, alegando miedo e intimidación: a finales de diciembre, doce de los trece rivales habían decidido no enfrentarse a este equipo.
El partido era un encuentro para la fase de ascenso a las categorías nacionales de Portugal (equivalente a la Tercera española) y el Rio Tinto (club de la ciudad de Gondomar) ya había emitido un comunicado a mediados de marzo pasado en el que aseguraba que accedía a enfrentarse al Canelas ya que, de lo contrario, podría ser sancionado por los comités de competición.
Con fuertes medidas de seguridad, el partido sólo duró dos minutos, momento en el que el delantero del Canelas Marco Gonçalves decidió propinar un derechazo al defensa rival. El árbitro, que se percató de lo ocurrido, corrió hacia el agresor y le mostró la cartulina roja.
En ese instante, el expulsado lo agarró de la cabeza y le propinó un rodillazo en la cara, por lo que el colegiado, José Rodrigues, cayó al suelo. Más tarde, tras recuperar la consciencia, tuvo que ser trasladado al hospital Sao Joao de Oporto.
Antes de que ingresaran en el terreno de juego las asistencias médicas, las fuerzas de seguridad ya estaban en el campo y, según publican hoy algunos diarios lusos, el agresor fue detenido en el mismo terreno de juego.