Verano de 2003 en Lisboa. En mitad de la transformación del Sporting de Portugal, con la presentación de su nuevo estadio José Alvalade, dos muchachos aparecen como futuro del fútbol europeo. Talentos todavía por pulir, uno se marcha a Barcelona y otro a Manchester. Hasta en su adiós de la capital portuguesa coincidieron, uniendo así su destino hasta nuestros días.
El primero, Quaresma, estaba cerca de cumplir los 20 años. El segundo, Cristiano Ronaldo, recién cumplida la mayoría de edad, acabaría siendo cuatro años (y en breve cinco) el mejor jugador del mundo. Productos ambos de la Academia del Sporting, una de las mejores canteras de Europa, 15 años después coinciden de nuevo, con gran importancia, en la Portugal que este miércoles busca la final de la Copa Confederaciones ante Chile (20:00 horas).
Quaresma y Cristiano se han presentado en este torneo veraniego superada la treintena y en una especie de resurrección tras regatear la decadencia. Su camino fue idéntico al principio, ambos llegando al primer equipo del Sporting desde abajo y saliendo de Lisboa muy jóvenes con grandes expectativas, pero desde ese año previo a la Eurocopa de Portugal todo cambió. Así como Cristiano si triunfó y creció hasta nuestros días, Quaresma se quedó atascado, fracasó en el Barça, se recuperó y asentó de alguna manera en el Oporto, pero después deambuló por Italia, Inglaterra, Turquía o Emiratos Árabes.
Olvidado en el panorama internacional, Quaresma irrumpió en la pasada Eurocopa y recuperó titulares a su favor, representando muy bien lo que fue Portugal en aquella cita: una selección de jugadores no muy buenos que creció a medida que todos los componentes iban de su lado. Héroe ante Croacia con su gol en la prórroga, el lisboeta acabó siendo pieza fundamental del éxito portugués. Y también lo es ahora, en una Copa Confederaciones en la que se ha convertido en el mejor socio de Cristiano.
Tres lustros después de sus años en el Sporting, y tras años de penurias en la selección, Quaresma y Cristiano Ronaldo han recuperado su conexión en el campo y los dos están compenetrándose a la perfección en Rusia. La primera fase de la Confederaciones ha servido para ver la buena sintonía entre ambos, en búsqueda continua del uno al otro y con asistencias de gol como la que le brindó Cristiano a Quaresma en el primer partido ante México. Esa ha sido el único pase de uno a otro que acabó en gol, pero no la única vez que se intentó.
Por ejemplo, el último partido ante Nueva Zelanda se basó en la unión entre estos dos jugadores, que han reinventado de cierta manera el fútbol ofensivo de Portugal. Ambos, muy activos, demostraron su buen momento, aunque en ninguno de los casos terminaron sus buenas jugadas en gol. Este miércoles, en la semifinal ante Chile, se espera que jueguen ambos: Cristiano es seguro pero Quaresma no lo es tanto. La sesión de Bernardo Silva, el flamante fichaje del City, abre la puerta al extremo del Besiktas, pero a pesar de sus buenas actuaciones su titularidad no es segura.
"Cris será un amigo para toda la vida. Deseo que siga siendo el mejor del mundo y que podamos ayudarlo a conquistar más títulos. Es una amistad de muchísimos años", comentó Quaresma en Rusia sobre Cristiano, reconociendo que su papel estos días es el de engrandecer la figura de la estrella del Real Madrid.
Campeón de Europa vs Campeón de América
La primera semifinal de la Confederaciones se disputa en Kazán (la otra será el jueves en Sochi entre Alemania y México) y enfrenta al campeón de Europa contra el campeón de América o, traduciéndolo a la actualidad, a los dos equipos que más ganas han mostrado de ganar el torneo. Portugal y Chile fueron las únicas selecciones que llevaron a su mejor plantilla a Rusia, viendo en este torneo una manera de alargar sus éxitos internacionales.
Una vez aquí, ni Santos ni Pizzi dejarán nada fuera y sacarán a sus equipos de gala, condicionado en el caso de Portugal por la sanción de Pepe, que no puede jugar el encuentro. Pero lo demás será lo mejor que tienen, con André Silva acompañando a Cristiano en el ataque y William Carvalho, André Gomes y Moutinho en el centro del campo. Por Chile, los Bravo, Medel, 'Chelo' Díaz, Arturo Vidal o Alexis Sánchez, es decir, el mismo bloque que les ha hecho campeones de América dos años consecutivos.
Las miradas, para Cristiano y Alexis Sánchez en un duelo que, especialmente desde Chile, han querido vender como un cara a cara entre dos grandes estrellas mundiales. Más lo calentó Arturo Vidal, criticando a Ronaldo, al que llamó "engreído", todavía sin olvidar su expulsión en el Bernabéu en los cuartos de final de la Champions.
En una final anticipada, con permiso de Alemania, ambas selecciones tienen un reto: exportar a más allá de su continente lo que consiguieron en los últimos años. Chile, que jamás ha ganado a Portugal, debe demostrar que también es fiable ante países europeos. Los lusos, que la Eurocopa no fue fruto de la casualidad.
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