Tiene este Madrid algo de novedad permanente, de sorpresa repentina. Da igual el día o el rival. De pronto, aparece un titular o lo hace uno de los llamados suplentes. Poco importa quién sea el protagonista si el marcador responde a lo esperado con señales de victoria, como ocurrió ante el combinado de estrellas de la MLS (1-1 durante los 90 minutos; 2-4 en penaltis). Primero, con Ceballos dándole la asistencia a Borja Mayoral para que hiciera el primer gol del partido; y después, con Luca Zidane debutando en esta pretemporada, parando el primer disparo en la tanda fatidíca a Dwyer y dando la primera victoria de este curso a su padre. 

Había sembrado el Madrid algunas dudas durante la pretemporada. Venía de perder sus tres primeros partidos: por penaltis contra el United, por goleada ante el Manchester City (4-1) y por la mínima frente al Barcelona (2-3). Sin embargo, cambió la cara en su último partido en Estados Unidos -y también el resultado, aunque fuera penaltis mediante-. Saltó al césped del Soldier Field Stadium de Chicago con hasta ocho españoles en el once inicial (Achraf, Nacho, Ramos, Marcos Llorente, Isco, Asensio, Borja Mayoral y Lucas Vázquez), más Theo (que podría obtener la nacionalidad en breve), y se comió al combinado de las estrellas de la MLS en la primera mitad. 

Fuera por la calidad del rival, repleto de veteranos ilustres (Kaká, Villa, Schweinsteiger…), o fuera porque la pretemporada avanza a un ritmo endiablado, lo cierto es que el Real Madrid se asemejó más al del curso pasado: presionó en campo contrario y llegó a acumular hasta 18 remates en los primeros 45 minutos de partido. Una barbaridad que dejó patente cómo se iba a desarrollar el partido, con los blancos llevando la batuta y el equipo de estrellas de la MLS esperando para salir a la contra. 

Theo, de nuevo –y empieza a no ser novedad–, se comió a todo el que se le puso por delante desde el lateral izquierdo, y Achraf, que se está ganando el puesto a velocidad de crucero, lo secundó en la otra banda. Con ellos dos llegando por las bandas y abriendo el campo, la ocasión más clara en los primeros 45 minutos fue para Lucas Vázquez, que mandó el balón muy cerca de la cruceta derecha. En el combinado de la MLS, Villa desaprovechó delante de Keylor Navas la única ocasión que tuvo su equipo en el arranque. 

Pero ese remate del combinado estadounidense se diluyó cuando al Madrid le dio por meter la segunda marcha. Y lo hizo tras realizar algunos cambios. Ceballos, que saltó al Soldier Field en la segunda mitad, le puso un balón precioso en profundidad a Borja Mayoral para que éste inaugurara el marcador. Y, a partir de ahí, y con algunos de los titulares ya sobre el campo (Bale, Benzema o el propio Marcelo), el equipo de Zidane no dio tregua. Primero, con un disparo de Gareth que pegó en el palo y después con un tiro de Kovacic que se marchó fuera. 

Hasta el minuto 86, cuando apareció Dwyer para aprovechar un rechace -y un despiste de la defensa- dentro del área para hacer el empate y mandar el partido a penaltis. Dio igual. La noche ya se había perfilado para que apareciera Luca Zidane, que entró en la segunda mitad. El hijo del técnico del Real Madrid paró el primer disparo desde los once metros y Giovani dos Santos falló el segundo penalti para dejar en bandeja la victoria al Real Madrid, la primera de esta pretemporada. 

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