El Tribunal de Arbitraje Deportivo ha anunciado que abordará la apelación del Manchester City por la sanción de la UEFA de dos años sin poder disputar competiciones europeas entre el 8 y el 10 de junio. A partir de esa fecha se conocerá si se llevará en práctica esa prohibición por alteraciones en sus contratos de patrocinios que infringían el Fair Play Financiero del organismo del fútbol continental.
Esta sanción también incluía un montante económico de 30 millones de euros, una cuestión que convirtió a esta imposición en uno de los castigos más severos que se recuerdan en el fútbol europeo. Por culpa del coronavirus, la revisión de la apelación ha tenido que esperar más tiempo del habitual, pero con el retorno a la actividad en Lausana, Suiza, se han reabierto los casos pendientes.
El Manchester City, nada más conocer la sanción, desmintió las acusaciones de la UEFA por medio del consejero delegado del club, Ferrán Soriano. "Este es solo otro desafío. Estaremos juntos, lo pasaremos y no decepcionaremos a nuestra gente. Lo más importante que tengo que decir hoy es que las acusaciones no son ciertas. Simplemente no son ciertas. Los aficionados pueden estar seguros de dos cosas. La primer es que las acusaciones son falsas. La segunda es que haremos todo lo posible por demostrarlo", explicó en un comunicado oficial.
Esto también había provocado una oleada de reacciones en la Premier League que pedían que se les investigase también de cara a la competición nacional. Liverpool, Leicester, Chelsea, United, Wolverhampton, Tottenham y Arsenal se unieron para pedir al TAS que no acepte el recurso en una carta conjunta que hicieron llegar a la sede central.
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