El calvario de Lucas Silva: de sus problemas de corazón a su descenso con un Gremio galáctico
El futbolista brasileño saltó a la fama cuando cerró su fichaje por el club blanco por valor cercano a los 15 millones de euros en el año 2015.
13 diciembre, 2021 18:52Noticias relacionadas
El caso de Lucas Silva es uno de esos que no se puede afirmar que no estén tocados por la mala suerte. El centrocampista brasileño pasó a la fama mundial por ser uno de los fichajes más extraños del Real Madrid en los últimos años. Un joven talento que llegó a la 'Casa Blanca' y que no tuvo acierto, ni participación ni confianza para demostrar si realmente valía para el club más exigente del mundo.
Al final, había cumplido su sueño, pero le faltó suerte para disfrutarlo. El mejor paso de su vida terminó siendo un calvario que le ha perseguido durante años, aunque no ha sido ese su capítulo más oscuro. La historia de Lucas Silva es una de esas que merece la pena repasar con calma porque ha vivido dramas de todos los colores.
Sueños rotos en Madrid
En el año 2015, Lucas Silva dio el paso más importante de su carrera. Después de destacar en el Cruzeiro como uno de los grandes talentos emergentes del fútbol brasileño, el Real Madrid se lanzó a por su fichaje. Un movimiento que sorprendió y mucho a gran parte de los aficionados que no tenían muy situado a este jugador.
Sus virtudes eran su trato de balón, su capacidad asociativa en zonas centrales, sus buenos desplazamientos en largo y su habilidad para abarcar una gran parte del terreno de juego. Tenía figura, porte y hechuras de jugador importante. Su presencia transmitía. Sin embargo, todo se quedó ahí, en apariencia.
Lucas Silva no agradó al por entonces entrenador del equipo, Carlo Ancelotti, quien años después ha regresado a la entidad blanca. El técnico italiano casi no contó con el jugador brasileño, perdido en un centro del campo en el que había nombres tan importantes como Luka Modric o Toni Kroos y por el que habían pasado otros como Xabi Alonso.
En las pocas apariciones que tuvo con la camiseta del Real Madrid se le pudo ver totalmente desacompasado con el ritmo que exige el fútbol europeo, mucho más rápido y fuerte que el brasileño. Lucas nunca pudo adaptarse, ni en el Real Madrid ni en otros clubes, y Carlo Ancelotti le hizo una cruz que jamás pudo quitarse. Después de haber pagado 15 millones por él y tras disputar solo 9 partidos, terminó saliendo la temporada siguiente del Real Madrid para atravesar un auténtico calvario.
Sus problemas de corazón
Lucas llegó en calidad de cedido a una liga competente como la Ligue-1 y a un equipo puntero como el Olympique de Marsella. No era el Real Madrid, pero teniendo en cuenta lo poco que había demostrado en Europa, no era ni mucho menos un destierro, sino que era un momento para reinventarse, para crecer y aprovechar su oportunidad en la élite.
Allí permaneció un solo año disputando un total de 33 partidos, pero ni obtuvo continuidad ni pudo brillar, por lo que al término de esa cesión, el Marsella se terminaría deshaciéndose de él. El pivote de Bom Jesús de Goiás terminó regresando al Real Madrid para buscar una nueva cesión, aunque ese proceso se vio interrumpido por un nuevo contratiempo que esta vez no tenía nada que ver con su pobre rendimiento.
La salida de 'Carletto' y la llegada de Rafa Benítez no solucionaron en absoluto su papeleta, por lo que cerró su cesión al Sporting de Portugal. Sin embargo, cuando su llegada a Lisboa estaba ya encaminada, los médicos le detectaron un problema de corazón en un chequeo, lo que no solo hizo que se anulara la operación, sino que provocaron que tuviera que detener por completo su carrera futbolística. El fantasma de la retirada y el riesgo a sufrir un percance mayor estaban ahí.
Lucas sufría una arritmia que le tuvo apartado de los terrenos de juego durante casi dos años, tiempo en el que no dejó de pertenecer al Real Madrid, aunque sin poder jugar evidentemente. Lo sorprendente fue que no tuviera que dejar el fútbol, pero los médicos así se lo permitieron y hasta hoy no ha vuelto a tener ningún problema.
Superado este mal momento, regresó a los terrenos de juego y tras recuperar el punto de forma necesario para el deporte de máxima exigencia, regresó al Real Madrid. En el club blanco seguía sin tener sitio obviamente, pero consiguió salir a cedido al Cruzeiro, el club del que había sido fichado por los blancos unos años antes. Allí había dejado un gran recuerdo, pero las cosas tampoco le salieron del todo bien. Tras la finalización de su cesión, regresó al Real Madrid y negoció la rescisión de su contrato con el club blanco para quedar totalmente liberado.
Fracaso con el Gremio
Después de desvincularse del Real Madrid, Lucas volvió a sufrir otra etapa de dudas y de problemas. Estuvo durante varios meses sin encontrar un equipo por el que fichar, buscando cuál podía ser la mejor opción para él o cuál sería una buena elección. Pero resultaba extraño y llamativo ver a un jugador que ha vestido la camiseta del Real Madrid y que ahora se encuentre en esta situación.
Finalmente, apareció la oportunidad del Gremio. Le dieron una prueba más en Primera y la ha estado aprovechando de manera bastante considerable teniendo en cuenta de donde venía. Su rendimiento ha vuelto a ser bueno, aunque alejado de aquellas actuaciones que le sirvieron para cruzar el charco.
Con la camiseta del Gremio ha disputado ya más de 80 partidos, algo que no hacía desde su época dorada en Cruzeiro antes de llegar el Real Madrid. Ha vuelto a disfrutar del fútbol y a tener una regularidad, siendo esa continuidad tan ansiada su mayor premio.
Sin embargo, las buenas noticias en la carrera de Silva duran poco. Después de todo un año luchando por saber si podría mantener ese buen nivel en Gremio, ha recibido una de las peores noticias que podía recibir. Tras el inicio de un proyecto galáctico, el conjunto brasileño ha sido al final uno de los equipos que ha bajado a la segunda división del país.
Ni siquiera contar con jugadores de la talla de Douglas Costa, Rafinha o Diego Souza les ha permitido perder la categoría cuando hace solo cuatro años se encontraban levantando la Copa Libertadores. Una caída fulgurante y un fracaso estrepitoso de los de Porto Alegre que sirve para escribir otra página negra en la carrera de Lucas Silva cuya historia está más marcada por las desgracias que por los éxitos, especialmente desde decidió dar el sí a fichar por el Real Madrid.
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