Hubo un día en que la selección cambió. Lo hizo sin avisar y pese a la oposición de la opinión pública. Llegó Luis Aragonés y juntó a los pequeñitos, “aquellos a los que nadie quería” -como se encargó de recordar Torres este mismo año en una charla con EFE-, y motivó la metamorfosis de España. Desterró aquella ‘Furia’ y la sustituyó por el tiqui-taca. Sin que el aficionado se diera cuenta, la ‘Roja’ se metió en el salón de todo el país y acabó sacando un autobús para celebrar dos Eurocopas y un Mundial. Y eso, que ocurrió como por sorpresa, le podría suceder también a Diego Costa. Él sigue obcecado en que seguirá siendo el mismo, pero poco importa en realidad lo que haga. Si mete goles -este mismo lunes contra Liechtestein (20:45 horas)-, toda esa relación de amor-odio con la afición se acabará.
El jueves, en la victoria contra Bélgica (0-2), se dejó entrever que la metamorfosis había comenzado. Diego Costa hizo, seguramente, su mejor partido con España. Entró en la primera parte para sustituir a Morata -lesionado- y volvió a ser aquel delantero que arrasó en el Atlético de Madrid. Tiró diagonales, tuvo ocasiones de gol, se ‘pegó’ con los defensas y estuvo a punto de marcar en varias jugadas. Pero no marcó. Y las críticas, siempre oportunas, volvieron a estar presentes tras el partido. O, al menos, eso es lo que dejó entrever el delantero del Chelsea: “Si fuera del Madrid o del Barça o español natural, se diría que he hecho un gran encuentro”.
Diego Costa no ayudó con sus declaraciones. De hecho, es posible que fueran inoportunas. Sin embargo, las críticas se sustentan en lo conseguido hasta ahora por el delantero del Chelsea -tan sólo ha marcado un gol en todos sus partidos-. Y, sean justas o no, tendrá que luchar contra ellas, tal y como hizo Luis Aragonés. Al menos, hasta que dé un golpe definitivo encima de la mesa. En primera instancia, en el partido de clasificación para el Mundial de 2018 que disputa la 'Roja' este lunes contra Liechtenstein, en el que será titular.
Pero, sin todavía saber si la transformación se llevará a cabo, lo cierto es que en el posible cambio de Costa tiene mucho que ver Julen Lopetegui. Después de que Del Bosque lo dejara fuera de la Eurocopa, el nuevo seleccionador decidió llamarlo en su primera convocatoria. Y no sólo eso, sino que le dio la oportunidad de jugar contra los ‘Red Devils’ y, salvo sorpresa, le dará la titularidad ante Liechtenstein. “En Bélgica vi motivados a todos, no sólo a Diego. Lo que dijo o no dijo no merece más importancia. Importa lo que hizo en el campo. Es un chaval fantástico y le queremos como es”.
Pero su gran partido contra Bélgica también se debe a un sutil cambio de estilo bajo el mando de Julen. Si bien España sigue buscando tener la posesión -eso no se toca-, lo cierto es que ante Bélgica, por momentos, se replegó para permitir que el delantero del Chelsea saliera al contraataque, situación con la que se siente más cómodo. Y lo hace, también, porque tiene otros compañeros atrás: ahora Koke y Thiago, dos jugadores que combinan bien el vértigo con el control del balón. Todos ellos titulares contra Liechtenstein en este primer partido de clasificación para el Mundial 2018, en un grupo del que también forman parte Albania, Israel, Italia y Macedonia.