Las escenas violentas no paran en el fútbol. Este viernes le ha tocado a Robert Lewandowsi sufrir las consecuencias de los ultras en un terreno de fútbol. Fue en el Arena Națională de Bucarest, donde se jugó el Rumanía - Polonia de clasificación para el Mundial. El 0-2 quedó al final en nada tras el petardazo que sufrió el delantero del Bayern de Múnich.
Mientras Lewandowski estaba preparado para defender un córner, desde la grada se lanzó un petardo. El delantero polaco lo vio e incluso lo señaló, avisando al tiempo. Pero apenas dio tiempo porque a los pocos segundos el petardo explotó, tumbando de golpe a Lewandowski, que rápidamente cayó al suelo muy dolorido. Tras quedar varios minutos dolorido, momentos en los que se esperaba lo peor, el jugador del Bayern se levantó y continuó en el partido.
Tras levantarse y seguir en el partido, se reivindicó con dos goles, primero el que ponía el 0-2 en Bucarest, que lo celebró con rabia ante la locura de los muchos aficionados polacos que se desplazaron a la capital de Rumanía, y después el 0-3 gracias a un penalti que él mismo provocó.
No fue la primera vez que la afición rumana lanzó al campo objetos. Ya en la primera parte, en la portería contraria a la del petardazo a Lewandowski, se lanzaron bengalas que obligaron a parar este partido del grupo E, que actualmente lidera Polonia con 10 puntos, seguida de Montenegro