Si los pasados Juegos Olímpicos de invierno sirvieron de catalizador para pulir diferencias entre las dos Coreas, el Mundial de Rusia puede convertirse en el gran punto de inflexión para Irán. Al menos en lo que a igualdad de género se refiere. Si hasta hace poco, las mujeres no podían acudir a los estadios de fútbol, ahora, gracias al Irán-España de la segunda jornada del grupo B, podrán ir a verlo en la pantalla gigante que el gobierno ha instalado en el estadio Azadí de Teherán. ¡¡¡Y lo harán junto a los hombres!!!
El aperturismo del régimen de los ayatolás empezó por el hecho de que cedieran a la instalación de una pantalla gigante. De hecho, el primer partido del mundial de la selección iraní no pudo verse en lugares públicos del país. Se trata pues de un primer paso inédito teniendo en cuenta que está prohibido para las mujeres desde la Revolución Islámica de 1979 entrar en los estadios de fútbol a ver partidos de los equipos masculinos, aunque algunas se han colado disfrazadas de hombres.
La diputada Tayebe Siavoshí, defensora del derecho de las mujeres a acceder a los estadios, expresó su esperanza de que esta iniciativa sea "el comienzo" de una mayor apertura para que "las familias puedan ver en Azadí los partidos de fútbol en vivo". "Esperamos que si los espectadores respetan las normas sea posible también emitir el partido Irán-Portugal en este estadio", agregó feliz la diputada.
En un principio, el director del complejo deportivo Azadí, Naser Mahmudifard, informó de que iban a emitir los partidos para las familias, pero la aprobación del Consejo Provincial de Teherán no llegó a tiempo para el encuentro con Marruecos del pasado viernes, en el que se impuso Irán 0-1. Pese a la apertura del estadio, en los parques públicos no se han instalado pantallas como se especuló, en un intento de las autoridades de evitar aglomeraciones que puedan derivar en manifestaciones.
"En nuestro país realmente está prohibido disfrutar en público. Las autoridades tienen miedo a que nos juntemos porque es posible que compartamos opiniones y tal y como está el país todo el mundo tiene ganas de protestar", dijo Sara Hoseiní, una estudiante de 22 años. De hecho, las cafeterías tampoco pueden difundir oficialmente los partidos, según confirmó el jefe de la policía de Teherán, el general Hosein Rahimí, poco antes del inicio del Mundial. "Las cafeterías no tienen permiso. La emisión de los partidos de fútbol en lugares públicos requiere obtener la autorización de la policía", subrayó Rahimí.
No obstante, pese a que no se han dado permisos, algunas cafeterías están difundiendo los encuentros en sus pantallas sin que la policía haga nada por impedirlo y con una buena afluencia de público, según pudo constatar Efe el pasado viernes. Los cines tuvieron más suerte desde el principio. Tras varias informaciones contradictorias al respecto, el jefe de la Asociación de los Cinematógrafos, Mohamad Qased Ashrafí, confirmó que se ha obtenido "un permiso general para la difusión de seis juegos de la Copa del Mundo en las salas del país".
Reza, un economista forofo del fútbol de 45 años, dijo que en su opinión "deben permitirle a la gente ver el fútbol en lugares públicos, especialmente los partidos del equipo nacional". "A las autoridades no les gustan este tipo de concentraciones porque temen sus consecuencias, pero es un derecho del pueblo ver el fútbol en grandes pantallas y en espacios en los que se mezclen hombres y mujeres", apuntó.
Respecto a las mujeres, también arreciaron las críticas por la censura de la televisión oficial iraní, que en la retransmisión del partido con Marruecos eliminó las imágenes de las iraníes que acudieron al estadio de San Petersburgo. El "problema" es por un lado su presencia en el estadio, prohibida para las mujeres en Irán, y por otro, el hecho de que las hinchas iraníes en Rusia no cumplían con los códigos de vestimenta islámica que imperan en el país persa, incluido el velo.
Sobre el partido contra La Roja, Reza se mostró poco optimista: "La realidad es que España nos va a ganar y va a llegar a la final o al menos a la semifinal, pero Irán como mucho pasará a la próxima ronda", se lamentó. La victoria frente a Marruecos se dio en el último momento y por un gol en propia meta del marroquí Aziz Bouhaddouz en el minuto 95, considerado una suerte de "héroe" en Irán.
Pese a ello, las calles de Teherán fueron tomadas por una multitud que portaba banderas iraníes y hacía sonar las vuvuzelas y las bocinas de sus coches. En las redes sociales se preguntan estos días con sorna a Bouhaddouz si no tiene "algún conocido como él en el equipo español", con la esperanza de hacerse con otro triunfo y repetir la fiesta callejera esta noche.
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