Willy Caballero se lamenta tras su fallo. Reuters
El error garrafal de Caballero por el que no volverá a pisar Argentina
El portero de la albiceleste, al intentar sacar el balón desde atrás, le regaló el balón a Rebic, que anotó el primero de Croacia en el Mundial.
21 junio, 2018 21:30Noticias relacionadas
- Francia sólo necesita a Mbappé para meterse en octavos y eliminar a Perú
- María José Rienda será la primera mujer secretaria de Estado para el Deporte
- Dinamarca y Australia empatan y lo dejan todo para la última jornada
- Piqué al Barça tras el malestar por el caso Griezmann: "No creo que me tenga que disculpar"
- Burger King Rusia recompensa a quien sea embarazada por una estrella del Mundial
- El botijo español viaja al Mundial de Rusia para refrescar a la selección
- Jordi Alba pide calma: "Esperad un poco para darnos palos, por favor"
- Una cartera en llamas: el sorprendente mechero durante el Irán-España
- Las salas de cine no se atreven contra el mundial de fútbol
- Camacho, la fábrica de virales, se niega a debatir con Lecquio y Matamoros
Argentina, tras el empate ante Islandia (1-1), lo tenía complicado. Contra Croacia, en el minuto 53, en su segundo encuentro, dio un paso más hacia su eliminación. La culpa, esta vez, no la tuvo Messi. Ni Agüero. Ni Sampaoli. El error garrafal fue de Willy Caballero. El portero, al sacar el balón jugado, la intentó picar por encima de Rebic, pero lo hizo mal. Muy mal. Y el delantero croata aprovechó para armar la pierna, golpear y marcar un tanto para hundir al país, para mandar al abismo cualquier esperanza.
Sampaoli siempre tuvo razón, el juego de pies de Caballero es superlativo: inmejorable habilitación. pic.twitter.com/26kmmgJ3Y9
— Kariusmaníaco (@guedemaniaco) 21 de junio de 2018
Pero, obviamente, aunque el error garrafal fue del portero, la culpa es de toda la selección argentina. De primeras, de Sampaoli, que no incluyó ni a Higuaín, ni a Di María, ni a Dybala en la alineación titular. Y, de segundas, por el juego de Argentina, desastroso de principio a fin. Con Messi desaparecido, demasiado solo, con Agüero buscando balones imposibles, y con la defensa, en fin, de aquella manera. Un balón fallado. Otro. Y otro más.
Y, aunque posteriormente lo quiso arreglar Sampaoli metiendo en el campo a Higuaín y a Pavón, no pudo. Sufrió. Mucho. Y Argentina, ya con más corazón que con fútbol, siguió remando hacia el abismo en busca de un gol para la salvación. Pero con ese error de Willy Caballero, garrafal, impropio de un portero de su categoría y el que puso la guinda a un pastel explosivo: el portero, hoy por hoy, no podrá volver a Argentina. ¿Hace falta explicar las razones?
