Al Mundial le faltaba alguna que otra estrella que aparecer y, a falta de Messi, que se va sin irrumpir, este sábado por la noche le tocó a uno de esos delanteros de segunda fila que con su selección se convierte en crack mundial. Edinson Cavani, que había tenido una mala primera fase, hizo un partido descomunal, también para el recuerdo de los Mundiales. Dos goles, un pulmón en todas las partes del campo y, desgraciadamente para Uruguay y para el fútbol, una lesión. Lo tuvo todo. [Así te hemos contado el Uruguay 2-1 Portugal]
Cavani trituró a Portugal 'a la uruguaya', que es en el fútbol esa manera tan perfecta de defender y salir de tu campo con el oxígeno que te da el propio Cavani y Luis Suárez. Uruguay no será la mejor selección, está lejos de ello, pero tiene las ideas tan claras que sabe aprovechar al máximo sus recursos y tiene un bloque perfectamente montado. En Uruguay todos saben a que jugar y todos son soldados. Van a una. Y con este descomunal trabajo es normal que hayan llegado a cuartos.
La selección sudamericana eliminó a Portugal en un vibrante duelo de octavos en el que a los lusos les pesó que Cristiano Ronaldo no apareciera de forma decisiva. Y a la campeona de Europa quitarle esa versión es quitarle más de la mitad de su peligro. Los lusos tienen un equipo limitado, no peor que Uruguay, pero se ahogan a la mínima intención de querer hacer fútbol.
A pesar de ello, lograron empatar el encuentro, con un cabezazo de Pepe, pero este duelo era de Uruguay y Cavani. Y no será porque Portugal no lo intentó, ya que en la segunda parte tuvo alguna ocasión peligrosa, pero el partido estaba en las defensas. Uruguay fue una roca, a la que solo se podía penetrar a balón parado, algo que no entendió Portugal con sus 'gilicórners' o su intención de entrar en juego. Y Portugal, a su vez, fue un flan en defensa, con dos laterales, Guerreiro y Pereira, a los que el Mundial se les ha hecho muy grande.
Fue el partido del 'matador' Cavani. El primer gol lo remató con el corazón, entrando desde el segundo palo a lo que era una 'pedrada' de Luis Suárez. Casi se hacía más daño al rematar, pero él fue con todo. Y marcó. En la segunda parte, después de que marcar Portugal, cogió un balón y se inventó una preciosa rosca. Pudo hacer algo más Rui Patricio, pero la imagen era la de la superioridad en su versión más inteligente. Los partidos no solo hay que jugarlos, hay que saber leerlos.
Uruguay ganó de la manera más sabia posible. Ni tocó el balón ni ganó la posesión ni jugó bonito. Optimizó sus recursos al máximo. Y por eso se merece seguir en el Mundial. Esto que desde mucho sectores siempre consideraron antifútbol es en realidad la mejor manera de saber jugar al fútbol. Porque, además de ganar, es saber con que cuentas y que puedes hacer. Tabárez ha construido una Uruguay espectacular. Ya llegó a las semifinales de 2010 y ahora, mínimo, está en cuartos. Allí le espera Francia.