Ser entrenador no es sencillo, se paga por tomar decisiones y nunca contentan a todos. En el caso de Pep la polémica está omnipresente tras dejar fuera de la lista de inscritos para Champions a Yaya Touré, el mejor pagado de la historia del club, algo que no le sentó bien a su agente: “Si el City gana la Champions viajaré a Inglaterra y diré que Pep Guardiola es el mejor entrenador del mundo, pero si no lo consigue espero que tenga pelotas para pedir perdón a Yaya Touré por humillarle”.
La respuesta de Guardiola no se ha hecho esperar, el agente tiene que disculparse si quiere que el marfileño vuelva a jugar. Seluk, el representante, mantiene el pulso: “Pediré perdón cuando él haga lo mismo con Pellegrini [por firmar con el City cuando el chileno todavía tenía contrato]”.
Dimitri Seluk lleva caldeando el ambiente desde verano cuando el Manchester City ofreció a Yaya Touré la rescisión de su contrato: “Tuvimos ofertas de fuera pero Yaya decidió quedarse y demostrar el gran profesional a pesar de decisiones poco entendibles”. En otras palabras, el jugador quería percibir los 13,5 millones de euros de su salario anual sabiendo que no contaría antes que irse a otro club con un sueldo inferior. En realidad la decisión de Guardiola era bastante previsible en mayo pero Seluk ha decidido dinamitar el buen momento de los citizens desde dentro.
Guardiola tiene las de ganar
El técnico catalán se sabe vencedor del pulso: Yaya Touré está de capa caída, la dirección deportiva del club no cuenta con él y el City lleva el mejor arranque de su historia sin contar con el marfileño. Mientras el polémico agente quiere sus quince minutos de fama con varias perlas al diario ruso Sport Express: “Pep gana un par de partidos y ya se cree el rey “. Le acusa de no saber gestionar a “grandes personalidades como Yaya Touré o Ibrahimovic.
Es más, el agente atacó a la reputación de Pep: “Cuando Guardiola llega al Bayern el club había ganado el triplete y ya tenía una organización instaurada. Era imposible fracasar. […] Además el Barça que triunfa con él ya estaba construido por Rikjaard. Fue Messi quien hizo ganador al Barcelona, no Pep. Luis Enrique ha demostrado que los triunfos no son sólo cosa suya”.
Ante esto la reacción de Guardiola es ganadora. Obliga Seluk a pedir perdón sabiendo que Yaya Touré no es una pieza importante y que el grueso de la plantilla está de su lado. Un acto que puede servir para terminar de ganarse a su plantilla mostrando mano dura con el icono del pasado del Manchester City, un jugador que sin estar bien acabó siendo fijo por decreto con un permisivo Manuel Pellegrini.
Además esta exclusión ataca de lleno a Seluk: el agente ha perdido a todos sus jugadores valiosos. Los hermanos Touré ya de capa caída en búsqueda de un último contrato eran sus mejores cartas tras la retirada de Eric Abidal y la apuesta fallida en el prometedor Lorenzo Ebecilio que ahora está en segunda rusa. En definitiva, Guardiola aparta a un jugador ya apartado, gana respeto y el agente devalúa a su pieza más cotizada.
Viejos discursos para una situación repetida
Seluk ya ha cruzado declaraciones en alguna ocasión, la anterior fue en 2014 cuando sentía que el City estaba “faltando al respeto” a Yaya Touré, una estrategia que le sirvió para renovar a la alta su sueldo. No hay que olvidar que la salida del marfileño del Barcelona todavía escuece al representante, quien vio como aquel fichaje estrella no podía quitarle el puesto al canterano Sergio Busquets.
Guardiola ya expresó hace años su opinión al respecto de las quejas públicas por la falta de oportunidades, como recoge Martí Perarnau en su libro ‘Herr Pep’ (2014): “Debemos mostrarnos respeto. Sé que todos queréis jugar pero tengo que elegir a los que mejor se adapten. No quiere decir que los del banquillo seáis menos capaces, simplemente que ésta vez no os he escogido. Aquellos que corráis a la prensa o a vuestros agentes diciendo que deberíais jugar estáis faltando al respecto, no a mí, sino al compañero que sí participó”. Palabras contundentes que siguen vigentes. Hay guerra interna que Pep puede usar para salir más reforzado. Seluk está escupiendo hacia arriba en un intento desesperado por darse a conocer y pescar nuevos futbolistas.