Wayne Rooney fue protagonista de un suceso cuanto menos curioso en una de las fechas más señaladas de su carrera. El jugador del Manchester United igualó a Bobby Charlton como máximo goleador de su club (249 tantos) en el 4-0 con el que los Red Devils solventaron su compromiso de Copa ante el Reading. Aun así, el récord quedó ensombrecido en un primer momento cuando George Evans, jugador visitante, no quiso quedarse con la tan señalada camiseta de Rooney, que se la ofreció sin éxito al término del partido.
El delantero de Liverpool ya se disponía a quitarse su zamarra cuando Evans empezó a hacerle gestos de negación con la cabeza. ¿Repudiaba la camiseta del mejor futbolista inglés en años, que compartió podio con Gerrard y Lampard en el imaginario colectivo del fútbol de su país durante tanto tiempo? No, pues después acabó aclarándose todo en las redes sociales.
"Le pedí que intercambiásemos las camisetas en el túnel de vestuarios debido a que fue un día decepcionante. Enhorabuena por tu récord", escribió Evans en Twitter horas después, acompañando su mensaje de una foto de la camiseta de Rooney con la que sí se hizo finalmente.
"De nada, gracias compañero", le respondió el jugador del Manchester United después en la misma red social.
Todo fue plácido en Old Trafford. El Manchester United logró su octava victoria consecutiva en todas las competiciones ante el Reading dirigido por el exdiablo rojo Jaap Stam. Prolongó su racha José Mourinho, se reivindicó Anthony Martial, objeto de deseo del Sevilla, y volvió a marcar Marcus Rashford -por partida doble- tras casi tres meses sin hacerlo.
Pero, cómo no, la atención la acaparó Rooney, que estaba ante su gran ocasión de convertirse en leyenda. Con Bobby Charlton en el palco - a quien ya quitó en 2015 el récord goleador de la selección inglesa- no tardó más que siete minutos en aprovechar una gran jugada por la banda de Martial y un disparo fallido de Juan Mata para desviar de volea el lanzamiento del español y entrar en la historia en Old Trafford.
Casi 13 años después de debutar con un "triplete" frente al Fenerbahçe turco, Rooney ha necesitado 215 partidos y cuatro temporadas menos que Charlton para acabar con la marca de la gran figura del fútbol inglés.
Logró su gol 249 en 543 encuentros (26 de ellos de penalti) y todo fue fiesta en el "Teatro de los Sueños", donde Martial (m.15) y Rashford, con su doblete, redondearon la goleada (ms. 75 y 79). Final feliz para el United y para Rooney, que pudo conseguir que uno de sus rivales se llevase a casa una camiseta para la historia.
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