Atlético - Real Madrid en datos: de trámite a choque de gigantes
Lo que antes era una rivalidad previsible, ahora es el duelo entre dos de los mejores equipos del mundo. Los colchoneros siguen creciendo. Ni comparsa, ni inferiores.
18 noviembre, 2016 00:17Noticias relacionadas
- Ramón Mendoza: el playboy "con dos pelotas" que modernizó el Real Madrid
- Cerezo desmiente que el nuevo estadio del Atlético se vaya a llamar Wanda
- Kroos, lesionado, baja contra el Barça y el Atlético
- ¿Falta alguien en el centro del campo? Kovacic, a jugar
- La inercia da otra victoria al Madrid
- El Atlético se castiga a sí mismo desde los once metros
- Zidane: cien partidos sin estilo
- Zidane, Luis Enrique y Simeone, candidatos al Mejor Entrenador de 2016
- El minuto 93 (este año sí) es del Atlético de Madrid
- El problema que Zidane no consigue solucionar y del que nadie habla
Hace no mucho en Madrid los derbis eran un puro trámite para propios y extraños. En el colegio los alumnos se despedían el viernes sabiendo su destino entre la satisfacción madridista y la resignación colchonera, ni siquiera sufridores, como tantas veces se les ha denominado. De 1999 a 2013 el Real Madrid vivió plácidamente en la capital: incluso las temporadas malas contaban con esos puntos álgidos blancos cuando la diferencia era insalvable, en lo futbolístico y más aún en lo mental.
Fueron 25 partidos sin ver una victoria colchonera, 25 noches pendientes a sabiendas del desenlace y 25 días posteriores en el colegio o en la oficina aguantando chascarrillos sin poder defenderse ni usando al árbitro de parapeto. Pero se acabó. Los derbis madrileños se han vuelto un duelo de tú a tú, con un final imprevisible (salvo que sea en Champions) y con la etiqueta de ser uno de los mejores partidos que se pueden ver en la actualidad. Es una buena nueva valiosísima para nuestro fútbol.
No sólo en rachas y resultados, el Atlético con su identidad de club vendedor ha encontrado en Griezmann, Gameiro y Carrasco su tripleta para contrarrestar a las ternas ofensivas de los otros dos gigantes. En definitiva, lo que era un trámite es un reto entre dos gigantes.
El balance de una rivalidad renovada
Históricamente el Real Madrid es el claro dominador el derbi madrileño. De hecho el balance en Liga es apabullante con 86 victorias en 158 partidos. Si atendemos a los registros a lo largo de las casi nueve décadas de vida de nuestra liga, la actualidad ha mostrado un cambio de paradigma. Desde aquella final de Copa que levantaron los de Simeone en el Bernabéu, el registro es favorable a los colchoneros. De hecho, en la década actual el balance se puede igualar este curso, algo que sonaba utópico (sólo en la década de los 50 los rojiblancos tuvieron un balance favorable). Gabi lo resume a la perfección en una entrevista a Marca: “Igual hace 13 años sí, pero ahora no firmamos el empate”.
Griezmann y los suyos reclaman un sitio en la élite
Messi, Cristiano, Neymar, Bale, Luis Suárez y Benzema parecen figuras mucho más contrastadas que la terna ofensiva más utilizada por Simeone. Cierto que Griezmann ya ha demostrado estar al nivel de los mejores, que Carrasco oposita firmemente a ser referencia en el futuro y que Gameiro es uno de los puntas destacados del último año pero la línea ofensiva atlética necesita un golpe de autoridad para demostrar su candidatura a todo. En realidad, ese do de pecho puede venir contra un Real Madrid lejos de su mejor forma, en parte, porque la BBC está lejos de su nivel. Si atendemos a los datos de cada terna, los colchoneros tienen motivos para confiar en sí mismos aunque se especule con algún plan alternativo del Cholo que deje en el banco a Gameiro.
La delantera atlética domina en dos facetas por encima del resto: la efectividad (goles anotados entre el número de disparos realizados) y los regates exitosos por cada 90 minutos de juego. La sensación sobre el campo es que los tres atléticos están más frescos y ágiles que los madridistas, quienes no necesitan estar a su mejor nivel para tener niveles similares o superiores en la faceta goleadora lo cual también explica la amenaza que simbolizan.
El hombre que añora Zidane
En la previa al choque Gabi se sinceró: “El mejor jugador del Real Madrid es Luka Modric”. Muchos quisieron interpretar esta declaración como una provocación a Cristiano Ronaldo o Gareth Bale, pero quien ha visto al Real Madrid esta temporada puede coincidir perfectamente con el capitán colchonero o, como poco, entender el porqué de su opinión. Luka Modric es la fluidez y el enlace del medio con un ataque todavía sin un Benzema a buen nivel que conecte entre líneas. Sin Kroos y con un Kovacic todavía demasiado alocado en sus movimientos Modric es vital. En cualquier caso, el croata es y será el director de orquesta cuando su equipo quiere atacar: pases verticales a pocos toques y fiabilidad total. Eso en un Real Madrid con la BBC más rígida y menos ágil es necesario. El croata, junto a un posible socio algo más creativo en campo rival –véase Isco-, puede ser el antídoto perfecto para sus males actuales. Y sin olvidarnos del esfuerzo sin balón de Modric, detrás de su escaso 1,70 y su figura delgada es un batallador en la medular. Razones por las que se ha notado en todos los grandes choques del Real Madrid, sólo el fácil calendario blanco durante su ausencia ha evitado un descalabro. Modric fue uno de los principales activos en los choques más duros de lo que lleva disputado el club blanco.
El prejuicio con Simeone y el presente rojiblanco
Desde que Simeone aterrizó en diciembre de 2011 han cambiado muchas cosas en el Atlético. Se acabó esa tendencia autodestructiva y la mentalidad de estar por debajo de los grandes, el club rojiblanco es uno de los favoritos en Champions –incluso ha jugado más finales de ‘La Orejona’ en los últimos dos años que en el resto de su historia- ha vuelto a ganar una liga cuando dábamos por instaurado el duopolio (más azulgrana que blanco) y se niegan a quedarse en eso. Pero esa etiqueta de grande también conlleva cambios en las posibilidades para fichar y retener buenos jugadores y en los planteamientos de sus rivales. Cambian los tiempos y Simeone no tiene el mismo plan que cuando llegó.
Más tiros a favor, más pases, más posesión y también más riesgos atrás y menos agresividad. Ese aura del Atlético como un club ultradefensivo queda muy lejos de la actual dimensión de Griezmann, Carrasco o Koke de mediocentro. Ese cambio progresivo continúa su evolución. Una nueva identidad que faltó en la última final de Champions, el Atlético puede ganar sin complejos ni protecciones excesivas, lo han demostrado y no hay razón para acobardarse ahora con el estatus de gigante ganado a pulso.
El Real Madrid sin el arma más prolífica
Desde 2012 el Real Madrid no gana en el Calderón. Una racha atípica para los blancos que puede prolongarse debido a las bajas. Las lesiones también juegan un papel importante. Con la baja de Kroos, con Benzema entre algodones y otros como Pepe o Casemiro en serios problemas, a Zidane le llegó otra mala noticia. Álvaro Morata se lesionó y se perderá el derbi y el Clásico, es decir, el goleador que mejor aprovecha sus minutos no estará en dos de las fechas marcadas en rojo en el calendario.
Son muchos los aspectos a tratar y los datos en los que detenerse que no entran en un artículo y, lo mejor de todo, es que los últimos años han demostrado que sobre el campo el derbi madrileño ha tomado un cariz imprevisible. Ha pasado de ser una fecha marcada en rojo en el ámbito nacional para ser una fecha ineludible para el fútbol mundial.