No se podrá quejar el Barça de nada tras su partido ante el Málaga. Lo único que tendrá que analizar es porque si faltan sus dos mejores jugadores, es incapaz de ganar a un equipo de media tabla. Sin Messi ni Suárez, el Barcelona se ahogó en sus propias ideas y no fue capaz de marcar gol ni hasta cuando el partido se le puso perfecto, con el Málaga con diez jugadores y con el balón solo rodando por el área de un Kameni inconmensurable. La imagen del final, con un Barça irritado, es el mejor resumen de un partido que deja a los azulgranos tocados. [Narración y estadísticas: Barcelona 0-0 Málaga]
El encuentro acabó con el Málaga perdiendo tiempo y con todo el barcelonismo, desde Luis Enrique hasta el culé del último anfiteatro del Camp Nou, gritando ante esto. Lo raro hubiera sido lo contrario. Con 10 jugadores, aguantando hasta el último minuto, que fue el 98, no se podría esperar otra cosa que el equipo andaluz buscara como fuera el final. El aficionado del Málaga tendrá siempre muy presente aquellos cinco minutos en Dortmund, en los cuartos de final de la Champions, un breve espacio de tiempo que acabó con el mayor sueño que los malagueños habrán vivido en su vida futbolística. Dejaron pasar los minutos, no perdieron tiempo y el Borussia marcó dos en el descuento. Mucho más tarde han aprendido la lección, aunque aquello y esto no tenga nada que ver.
El Málaga resistió casi de forma heroica a lo que se le vino en el Camp Nou. Se tuvo que encontrar con una rigurosa roja directa a Marcos Llorente en la mitad de la segunda parte que rompió el partido. La falta del canterano del Real Madrid a Neymar era clara, de esas que están entre la amarilla y la roja. Esta acción cambió todo y obligó al Málaga a recular más de lo que ya lo había hecho y a un asedio brutal del Barça, con ocasiones de todo tipo, con un Camp Nou que irritaba ante un pinchazo no previsto en sus planes y más en un día clave.
Antes de la expulsión, el Barça había dominado pero estaba en esos partidos en los que deja pasar minutos como el que sabe que antes o después le llegaba el gol. La superioridad era clara, pero más en el juego que en otra cosa. Al descanso se fue con una posesión del 81%, con alguna que otra ocasión, pero sin una sensación agobiante de peligro. El control del balón lo podría tener, también el del partido, pero con eso solo no se ganan los partidos.
La flojeza del Barça era tan notoria en el ataque que Luis Enrique tuvo que optar por Piqué como referencia en el ataque. Y lo hizo bien temprano, sobre el minuto 60, cuando ya el técnico asturiano se había dado cuenta que Alcácer y Arda Turan no aportaban nada. Ambos habían salido de titulares obligados, porque Suárez estaba sancionado y Messi, lesionado a última hora. Y sin el argentino y el uruguayo, el Barça se hundió. Neymar no puede hacer nada, no se erigió en líder y pasó desapercibido en un partido en el que el Barça queda tocado, porque no aprovecha el enfrentamiento directo entre sus dos rivales por la Liga.
Antes y después de aferrarse a Piqué, ya Kameni había vuelto a dar uno de esos recitales que da de vez en cuando. El camerunés se crece siempre que se enfrenta al Barcelona, quizá porque tenga presente todavía su pasado en el Espanyol. Fue el último portero que dejó al Barça en el Camp Nou a cero y lo ha vuelto a conseguir dos años después. Kameni tuvo paradas de época, de esas que valen puntos. Especialmente fue decisiva una que le hizo a Neymar en el descuento. Además fue épico porque el meta estaba lesionado. Antes le había sacado otra gran mano a Rafinha, un cabezazo a Piqué. Kameni salvó a un Málaga que a pesar de sacar cinco defensas defendió muy mal todas las jugadas de ataque del Barça.
El Málaga, que rasca un punto donde no lo esperaba, acabó con nueve jugadores porque Juankar insultó (presuntamente) al árbitro en un momento agónico. El colegiado añadió cuatro minutos y pitó más allá del 97. Dejó atacar y atacar al Barça, como si el partido no finalizara hasta que marcaran los azulgranas. Juankar se desquició y De Burgos Bengoetxea se lo cargó en el último minuto. Pero ni con esas. Acabó el Barça tropezando en el Camp Nou y sin liderato. Ni perdiendo el Madrid será líder el equipo catalán. Al final, para los dos equipos de la capital de España el derbi no será tan decisivo.