Se habrán dado cuenta ustedes que en la semana previa a este Barcelona - Real Madrid no han escuchado la coletilla que siempre acompañaba a este partido. Eso de "el partido del siglo" ha quedado olvidado esta vez, normal por otra parte. Porque el Clásico de este sábado (16:15 horas) no tiene tintes de ser el mejor de la historia. Será uno más de una larga lista, 265 con este, de duelos entre los dos equipos más representativas del fútbol español.
Novedades, la verdad, pocas. Solo las que trae la clasificación, con el Real Madrid como sólido líder y con el Barcelona en dudas, a seis puntos de la cabeza, y la posibilidad de que los blancos den un golpe encima de la mesa como nunca antes han dado en este siglo en el Camp Nou. Todo lo demás es prácticamente lo mismo que el último Clásico disputado en abril. El Barça jugará igual, cambiando solo los cromos de Bravo y Dani Alves y el Madrid, por el mismo camino, excepto Casemiro y Bale. Una misma alfombra con cambio de papeles.
Un Clásico es un Clásico y por lo tanto, predecir lo impredecible es imposible. El Barça - Madrid es la máxima expresión de lo inesperado, de destrozar en pocos minutos los análisis de días anteriores. Esta vez, quizá, sea en la que más claro esté todo, desde la necesidad de unos por ganar para no perder la Liga como la tranquilidad de otros por afrontar el duelo. Bien lo definió un francés que utilizó esas expresiones castellanas que entienden todo. "Este año es diferente al pasado, que fuimos con el culo apretado", dijo Zidane. Pues eso.
¿Es ahora mejor Cristiano sin Benzema?
La realidad es que Zidane ha llegado aquí a base de muchas dudas pero rectificándose así mismo. Lo hizo en el Calderón y se espera que también lo haga en el Camp Nou. Ha sabido adaptarse a las circunstancias y ha logrado seguir invicto a pesar de perder a Modric, Kroos, Casemiro, Bale, Pepe, Ramos, Benzema... todos se le han ido lesionando. Todos menos uno, Cristiano, que ya vino lesionado de la Eurocopa pero que desde entonces lo ha jugado prácticamente todo. Como en los últimos años, el portugués es la clara referencia en el Camp Nou y más ahora que llega de anotar cinco goles en dos partidos de Liga. Esa efectividad abrió otro debate en las entrañas del Madrid.
Nadie duda de la importancia que ha tenido Benzema en el crecimiento de Cristiano. Por la forma de jugar de Ronaldo, le venía mejor un delantero más combinativo que uno rematador. Pero el fútbol evoluciona y el Cristiano de 2016 poco se parece al de 2012. Ahora sus esfuerzos son mayores que los de hace años y su capacidad goleadora se limita a partidos concretos, sin una regularidad ante el gol. Por ejemplo, el mejor partido del portugués fue en el Calderón, donde no estuvo acompañado por Benzema. Tres días más tarde pasó desapercibido en Lisboa, donde si destacó el francés, que marcó el gol de la victoria. La cada vez menos influencia de Karim sobre Cristiano y el estado de forma del 9 han llevado a abrir una nueva vía en el ataque blanco.
Benzema está en perfectas condiciones, recuperado ya de la lesión, y jugará ante el Barça, uno de los rivales que mejor se le da (ocho goles, tres en el Camp Nou). El Clásico es para el francés un ahora o nunca. Karim está cuestionado y es de esos jugadores que pasan un examen constante. El pasado sábado ante el Sporting fue pitado en varias ocasiones por el Bernabéu, más que por el juego, por la actitud. Y así son ya varios partidos en los que se ve a un Benzema estático y fuera de forma. Su suspenso en los partidos se hace más notorio por la seguridad de titularidad. Al estar lesionado Morata, no hay más alternativa que Benzema (sería un sorpresón que se optara por Mariano Díaz). Y ahí es donde entra las otras posibilidades que bien podría descubrir Zidane.
El estado de forma del francés deja abierta el debate de si este Madrid juega mejor sin él de titular. Para abrirlo, habría que entender el nuevo ciclo que antes o después debe acometer el Madrid en su ataque, que no es otro que la de un Cristiano cada vez más 9, dejando la banda y explotando al máximo su faceta goleadora en un tiempo de lento descenso del portugués. Con Ronaldo en esa posición, la figura hasta ahora fundamental de Benzema quedaría más en entredicho. El francés siempre ha sido el perfecto acompañante de Cristiano, ese delantero que le ha ayudado a marcar más de 50 goles cada año y que sacó al mejor Ronaldo, con total libertad de movimientos frente a un delantero que no es el clásico 9, ese rematador puro que recogía en el área todo balón que llegaba.
Dudas en Luis Enrique y Zidane
La ausencia de Morata y de Bale dejan en bandeja la titularidad a Benzema. Como Cristiano no haga buen partido, habrá análisis para días. Eso sí, la alineación de Zidane en el Clásico es una incógnita, porque ante tanta baja le pasará lo mismo que en el Calderón, obligado a una recomposición de un esquema que depende de muy pocos jugadores. El francés aseguró que lo tiene claro, pero dejó la duda para los demás. Lo más normal, ya que Casemiro no está para jugar todavía al máximo nivel, sea que al Madrid lo sostengan los dos croatas, Kovacic y Modric, y a partir de ahí los que jugaron en el Camp Nou más Benzema: Lucas Vázquez, Isco y Cristiano.
El técnico del Real Madrid se permite bromear porque su situación es idílica. 31 partidos sin perder, Copa de Europa en el bolsillo y victoria táctica a Simeone en el último derbi han llevado a Zidane a un momento de inmunidad ante la opinión pública. Si pierde en el Camp Nou podrá alegar que tiene tres puntos de ventaja y que antes o después tenía que llegar la derrota. Si gana, poco le quedará ya por hacer, después de conseguirlo en abril también. Por eso se permite ese punto de calma, mezclado con pequeñas pinceladas de lo que supondría ganar este sábado. "No hay nada mejor que eso", refiriéndose a ese sentimiento de vencer al Barcelona.
Por su parte, el único quebradero de cabeza que tiene Luis Enrique es el de su defensa, cada vez más dependiente de un Piqué que jugará pero que podría tener diferentes acompañantes. El técnico asturiano podría modificar su habitual línea (Sergi Roberto, Piqué, Mascherano y Jordi Alba) para dar entrada a Umtiti, el único de los fichajes culés que por el momento da la talla. Eso relegaría a Mascherano al banquillo... o al lateral, si es que Luis Enrique quita la confianza a Sergi Roberto, que ha caído en picado desde que hace unos meses tocara techo. La MSN estará al completo y queda la duda de Iniesta, recuperado para la cita. El manchego seguramente jugará y acompañará a un Busquets que cerró noviembre como su peor mes en los ocho años de culé y a Rakitic. La titularidad del croata también está en duda y no se descarta un 'ataque de entrenador' de Luis Enrique y colocar ahí a Sergi Roberto.
Es el Clásico. Es la máxima representación del fútbol español, su producto más exportado. Es la lucha por la Liga. Es la posibilidad de abrir una nueva era. Todo, a partir de las 16:15 horas. El mundo se para, excepto Reino Unido, que no podrá ver el partido por una norma de respeto al fútbol en los estadios. Ellos se lo pierden.