En el documental ‘Cristiano Ronaldo’, sobre el hombre que cambió la vida de Jorge Mendes, el representante más poderoso del fútbol mundial dice varias veces, con grados diferentes de euforia, la misma frase: “Todo es posible”. “Cualquier cosa es posible”. “Todo lo que imaginas es posible”. Sus dos últimas décadas son una plasmación de esas palabras. El empresario portugués ha pasado de regentar una discoteca en un pueblecito del norte de Portugal a personificar el negocio globalizado del fútbol: acostumbrado a desayunar, comer y cenar en tres países diferentes de Europa, gestor de los intereses de un centenar de jugadores y entrenadores de primera fila, nunca antes un intermediario había logrado semejante poder en el circo de la pelota.
La información de ‘FootballLeaks’ publicada este fin de semana por doce periódicos europeos es a su vez la primera plasmación de una sospecha muy extendida: un hombre que ha acumulado tanto influjo en un mundillo con una acusada tendencia a la evasión fiscal y al uso de maletines en ‘B’ no puede estar totalmente limpio.
Jorge Mendes (Lisboa, 1966) no se había visto nunca en semejante brete: portada en los periódicos de todo el mundo, existe una línea que conecta a su despacho con un número significativo de casos de presunto fraude en derechos de imagen de futbolistas. El resonante nombre de Cristiano Ronaldo (150 millones presuntamente evadidos a través de sociedades en Irlanda y el Caribe) se añade al de otras estrellas de su cartera de inversiones cuyos negocios ya eran investigados por Hacienda: entre ellos, José Mourinho.
Según la investigación de la red de periodismo de investigación EIC, Multisport & Image Management y Polaris Sports son las dos empresas radicadas en Dublín y propiedad de Mendes a través de las cuales se gestionaban los derechos de imagen de diferentes futbolistas y entrenadores. Desde ahí, con variaciones según el caso, se repite un patrón similar con paso por las Islas Vírgenes Británicas, un paraíso fiscal caribeño, y casi siempre con destino final en cuentas bancarias Suizas (en el caso de Mourinho el destino final del dinero era un fideicomiso en Nueva Zelanda a nombre de la mujer y los hijos del actual técnico del Manchester United).
La colección de estrellas de Mendes es imponente. Además de los futbolistas mencionados, la nómina de GestiFute (la agencia de Mendes, con sede en Oporto) incluye a Diego Costa, James Rodriguez, David de Gea, Ángel Di María o Renato Sanches. Se calcula que la agencia ha suscrito traspasos por un valor que ronda los 1.000 millones de euros en los últimos 20 años. La influencia del portugués (uno de los 50 hombres más ricos del país vecino) es enorme: sin ir más lejos, se rumorea que la Federación Inglesa de Fútbol le pidió ayuda hace dos meses para encontrar un nuevo seleccionador nacional tras la dimisión de Sam Allardyce por un escándalo que destapó The Daily Telegraph. En clubes como el Valencia, dirigido por su amigo y socio Peter Lim (relacionado con la empresa Capital Mint, en el epicentro de los movimientos de los derechos de imagen de Ronaldo), la huella de Mendes en la plantilla es sencillamente abrumadora.
Maestro de la noche
El representante de jugadores que abandonó el fútbol para hacerse DJ, primero, y montar luego una discoteca en un pequeño pueblo del norte de Portugal (Caminha), tiene un estilo muy marcado de hacer negocios: mezcla dinero y amistad constantemente. Los modales de Mendes, siempre impecablemente vestido, casi siempre colgado de un teléfono, son los de un hombre de la noche, con mucha mano en el hombro, “mucho ‘colegueo’ amistoso y recordatorios de que aquí siempre ganamos los dos”, como cuenta uno de sus competidores (que, al igual que los demás, prefieren no hacer declaraciones en público sobre un hombre apodado El Tiburón).
Hijo de un trabajador de la industria petroquímica a las afueras de Lisboa cuya esposa vendía en verano sombreros de paja en la playa acompañada del niño, ejemplo incuestionable de ‘self-made man’, el primer sueño de Mendes fue uno muy habitual: triunfar en el fútbol (al que jugó algunos años de forma semiprofesional). Después llevó un vídeoclub y su discoteca en Caminha, a pocos kilómetros de Galicia, donde ya era conocido en los ambientes nocturnos. Su triunfal regreso al mundo del fútbol comienza en su propia discoteca hace exactamente 20 años: una noche en la que el portero del Vitoria de Guimarães Nuno Espírito Santo le contó que quería fichar por el segundo equipo en títulos del país, el Oporto.
Aquella conversación acabaría llevando a Espírito Santo al Deportivo de La Coruña meses después: sería el primer traspaso de una nueva agencia deportiva, de nombre Gestifute, que con los años transformaría el mercado futbolístico y convertiría a su fundador en un súper agente millonario.
Siete años después, GestiFute negoció la venta del sensacional Cristiano Ronaldo del Sporting de Lisboa al Manchester United tras haber pasado por encima de los principales agentes portugueses (relegados hoy a un papel secundario) y haberse ganado la confianza de la familia del joven ‘crack’: una victoria de su estilo personalista y emotivo que le permitió en 2009 firmar el fichaje más caro de la historia: 94 millones (hasta el del Pogba por el United este verano). Años después, CR7 ha afirmado tener “total confianza” en su agente: “Es como un hermano mayor para mí, un padre en el mundo del fútbol y el padrino de mis hijos”. Mourinho, otro de los hombres importantes en su carrera, le describe siempre como “un amigo”.
Una estrella más
Casado en segundas nupcias y padre de tres hijos, los reconocimientos a Mendes proliferaron en los últimos años: Orden al Mérito Deportivo en Portugal, mejor agente FIFA del mundo varias veces consecutivas, Globe Soccer Award seis años seguidos... Una vida estelar, millonaria, entretenida, siempre cerca de las estrellas y los magnates, que parece haber crujido este viernes con el descubrimiento de una estructura societaria que urdió en países con un trato fiscal muy favorable (como Irlanda) y paraísos fiscales ‘offshore’ (como las Islas Vírgenes Británicas).
Las empresas, se revela ahora, no servían sólo para rubricar sus traspasos, sino también (presuntamente) para sacar rendimiento ilegal a los derechos de imagen de sus futbolistas: actividades bajo vigilancia desde hace años, como confirman fuentes gubernamentales a este periódico, que ahora podrían quedar al desnudo si se confirma la denuncia de FootballLeaks. La noticia de que pudo auxiliar a su hijo adoptivo Cristiano a evadir 149,5 millones de euros en impuestos mediante una red de sociedades 'offshore' le sitúa en una posición agravada.
Una persona del entorno del jugador luso explica a EL ESPAÑOL que “Cristiano no es un jugador, es una multinacional, y se firman contratos todo el tiempo. Pero a mí me sorprende mucho que se mezcle a Jorge en esto. No conozco una persona más habilidosa ni que tenga más cuidado en no cometer errores”. Sin embargo, a tenor de los documentos divulgados por FootballLeaks, la trama operaría presuntamente desde 2004 para ocultar al fisco los beneficios reales de sus contratos de imagen mediante un esquema desdoblado que comienza con dos sociedades radicadas en Irlanda (cuyo impuesto de sociedades, un 12,5%, es el más bajo de Europa) y termina con varias empresas domiciliadas en las Islas Vírgenes, un conocido paraíso fiscal, donde se ‘lavaría’ el dinero para sortear a la Agencia Tributaria. Según los documentos de FootballLeaks, Hacienda investiga también contratos vinculados con Mourinho, Carvalho, Coentrao, Pepe y Falcao, todos hombres de Mendes.
GestiFute se defiende
Proclama la sabiduría popular que cuando un río suena es porque lleva agua, pero GestiFute asegura lo contrario. A través de un comunicado, la agencia afirmó este sábado que "tanto Cristiano Ronaldo como José Mourinho están al día con sus obligaciones fiscales, tanto en España como en el Reino Unido, y nunca estuvieron involucrados en ningún proceso judicial relativo a la práctica de cualquier delito fiscal. Cualquier insinuación o acusación de esta naturaleza relativa a ellos será denunciada y perseguida en los tribunales".
La empresa envió a los medios este sábado un certificado de impuestos de Cristiano Ronaldo emitido por Hacienda que informa de que el jugador del Real Madrid se encuentra al corriente de sus obligaciones tributarias "conforme a los datos que obran en la Agencia Tributaria".
Las lupas del periodismo y los tribunales escrutan a Mendes con más intensidad que nunca. Todo es posible, como suele decir él mismo, y las pruebas podrían ser falsas; el portugués está indudablemente protegido por la presunción de inocencia. Pero las suspicacias que genera desde hace años se han traducido finalmente en una acusación concreta. El superagente del fútbol ha oído, como mínimo, un crujido en el hielo.
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